Habían pasado casi 5 meses de ese espantoso suceso.
Todos temían de que perdiera la memoria por el golpe tan fuerte que me di en el accidente, sorprendentemente no pasó, recuerdo todo, obviamente antes del accidente, no recuerdo ese instante cuando me di el golpe, no recuerdo nada de eso.
Un camión de carga perdió los frenos y entre intentar estabilizar el mando el chófer impacto el camion con el vehículo que íbamos nosotros.
Mi padre murió instantáneamente, Johan tampoco resistió, yo llegué inconsciente, la única que llegó despierta y quejándose de dolor fue mi madre.
En la sala de no se qué hospital nació Lía con 7 meses de gestación, mi madre duró dos semanas viva, el parto comenzó por ponerla loca y días después le dio un infarto dejándonos a Rafael quien se iba recuperando pronto, a mí que estaba en coma y a Lía también en unidad de cuidados intensivos luchando por su vida.
En conclusión quedamos Rafael, Lía, y yo que hace dos días desperté con la horrible noticia de todo lo que había pasado.
Los doctores no me dejarían salir hasta ver qué recuperara totalmente la movilidad y que todo fuera bien conmigo.
Rafael iba todos los días y me dejaba a Lía junto con una nana que le había contratado porque él no hubiese podido solo.
Toda la familia paterna vivía en estados unidos y la materna era una familia muy corta.
Rafael me contó que nos habían pedido que nos fuéramos a vivir con ellos allá, incluso mis abuelos estaban aquí esperando por mi recuperación para irnos y así continuar con lo que nos queda de vida allí.
Yo aún no había tenido tiempo de llorar, yo aún no lo asimilaba, aún estaba en un trance tan fuerte que mi mente me hacía malas jugadas pero no podía dejar que me dominará porque tenía que salir de aquí lo antes posible porque Lía lo necesita.
Ella fue dada de alta 2 meses después de haber nacido, es una bebé hermosa con esa cabellera totalmente negra, solo ella y yo habíamos heredado eso de mi madre, Rafael y Johan tenían el pelo rubio herencia de mi padre.
Ahora en febrero cumpliría 19 años y ya me estaba enfrentando a esto, no podía creer que todo esto era cierto, porque nos tenía que pasar esto, una familia donde Dios lo era todo y nos separa de la manera más cruel que puede existir.
Y es en estos momento donde me encierro en el baño de éste hospital y dejo salir las primeras lágrimas de frustración porque el simple hecho de tener que salir de aquí y tener que ir a ver la tumba de mis padres y mi hermano me hace querer desear morir yo y no ellos, hubiese preferido morir porque soy cobarde y no quiero vivir esto que estoy viviendo porque siento que la pena me va a matar, si no fuera por lo mucho que Lía nos necesita no sabría que hacer.
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Después Del Accidente.
RomanceEn una hermosa y enorme casa en República Dominicana vivía yo, Abigail... Junto a mis padres y mis hermanos. Donde la paz, la felicidad y la armonía entre cada uno reinaba de una manera en que ninguna adversidad podría cambiar esa perfecta combinac...