Capítulo 4

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La pequeña fue corriendo pero no hacia su casa sino donde Panambí, quien estaba cocinando el almuerzo para ellas dos

-Euli ¿Como te fue en la escuela?.-

-La niña explotó en llanto corriendo donde su Yaya

-Yaya...¿soy una puta?.-

-¿Quien te dijo esa palabra ?

-Unas niñas...*sniff* en la escuela...*sniff* me dijeron así...-usu voz se iba quebrando poco a poco.

-Pero ¿por qué te dijeron así?

-Por...porque mi mami hizo el amor con sus papás y me dijeron que yo también iba a ser como ella.- ella abrazaba cada vez más fuerte a la pequeña.

-Yaya...No quiero ser como ella.-

-No mi niña tú no sufrirás ese futuro como ella.-

-¿Tú crees?.-

-Mi niña, si no quieres ser como tu mami, sé mejor persona que ella.-

-Como?

-Bueno cuando seas más grande tendrás que elegir que quieres hacer y lo que no.-

-Y como sabré que es lo que no tengo que hacer.-

-Eso lo sabrás cuando crezcas, pero tu Yaya estará ahí para ti, no está estas sola mi pequeña.-Dijo mirándola a los ojos con son una sonrisa.

-¿Quieres comer?.-

-Si.-

Esta vez Panambí preparó la comida de su tierra natal   la Sopa que no es un caldo si no un pequeño pastel de maíz.

-Yaya Hice un nuevo amigo.-

-En serio?.-

-Bueno ya estaba en mi clase, solo que no lo.conocía.-

-Y como se llama.-

-Se llama Mario es mayor que yo por.un año, me dio la mitad de su sanduche.-

-Y no tienes más amigos Euli.-

-Mmm casi no me gusta hablar con nadie, casi todos no me caen bien.-

-Aaaah.- Panambí se quedó algo consternada como una niña tan dulce puede pasarle todo eso.

-Euli.-

-Si.- dijo ella.

-No importa lo que digan las demás personas de tí, tu eres una muchacha muy buena, y muy fuerte y supongo que inteligente.-

-Pues puedo multiplicar y dividir sin ayuda de nadie y me gusta hablar en ingles, no sé se siente raro hablar pero es divertido.-

-Y sus hijos, ¿no le han dicho nada?.-

-Sobre qué?

-No van a venir  por las vacaciones.-

-No lo sé querida.-su semblante se volvió decaído, la niña agarró tiernamente su cara con las dos manos haciendo que ella la mire a los ojos
-Yaya no importa si tus nietos o que tus hijos no estén, yo siempre te querré y mucho mucho.-Sus palabras le conmovieron tanto que algunas lágrimas lograron escapar de su rostro le tomó de sus pequeñas manos, las besó y le dijo -Eres la niña del corazón tan bueno,por favor no cambies, yo de verdad te quiero mucho mi niña.- Eulalia sintió esa calidez en esas palabras, esa calidez que sabe que su madre jamás le dará y se sentía la pequeña más feliz del universo.

-Mejor me voy de aquí, no quiero tener problemas con mi mami.-

-Vas a venir a por la merienda .-

-Si.- dijo con una sonrisa y corrió a su casa.

Realmente espero que esté bien pensó la anciana.

(...)

-En donde  estabas muchacha de mierda.- dijo la madre con cólera en la.puerta a la pequeña.-

-Mami solo fui a la casa de una amiga.- exclamó la niña

-Ah ¿sí?.-

-Si...puta.- esta última la dijo entre dientes.

-Que dijiste?.- dijo agarrándole del cuello de la camisa de la pequeña haciendo que esta se eleve un poco.

-No dije nada.-

-Me lo dices o te muelo tus dientes en el piso.-

-Igual lo harías si te lo dijera, Puta.-La madre totalmente encolerizada tiró a la niña al piso haciendo sonar una cuerda en su brazo derecho, ella para resguardar su vida corría por toda la casa y la madre quien la llamaremos Amelia la perseguía con una percha de colgar ropa. Esta saltó de su cama  pero por simple mala suerte cayó mal.haciedo que  uno de sus pies de girara de manera errónea haciéndola caer, madre muy cabreada le agarra del cabello a la pequeña y la pone boca a bajo en su cama y la amarró ahí para evitar que se escape

Amelia (que es el nombre de la madre) le quitó su falda y sus calzones dejando su trasero al descubierto y esta enfermiza mujer que parecía que no tenía un gramo de amor maternal le empezó a pegarle sin compasión a la pequeña, esta gritaba , sin embargo esta se retractó de gritar y de llorar aunque sus lágrimas brotaban, no iba a arrepentirse de sus palabras, esta vez ya no iba a llorar por su madre, no porque ella sabía que aunque llorara un mar entero esta no iba a cambiar, que estaba podrida por dentro.

Cuando finalmente acabó Amelia salió de la casa con un porro y empezó a fumarlo.

-Mañana vuelvo, no dejes entrar a nadie ¿si?.-

-Si madre.- dijo con su cabecita agachada.

Cuando  vió que no habían rastros de ella.
Ella lloraba un rio sin fin, preguntándose ¿cuando acabará este infierno?

Continuará

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2019 ⏰

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