5- Que comience el juego.

1.2K 119 114
                                    

V

Hubo un momento de sepulcral silencio, Jotaro manteniendo una expresión en blanco, mientras que Star Platinum esbozaba una sonrisa emocionada y desconcertante, como si finalmente hubiera encontrado su propósito de estar allí. Ignorando el entusiasmo de su Stand luego de haber lanzado su tan ansiado puñetazo, finalmente pudo reunir la voluntad suficiente para levantarse de la cama y aproximarse hacia la ventana; Dio ya no se encontraba allí, el obvio ejemplo de que había caído desde la altura considerable. No era demasiado alto, sin embargo, era más que suficiente para ganarse una peligrosa lesión en la espalda, al menos.

Jotaro no supo por qué llegó a importarle este hecho, ya que aquél rubio había irrumpido en su ventana como si se tratara de su propia casa, con el descaro suficiente para esbozar esa sonrisa, totalmente indiferente a lo que podría considerarse un delito contra la propiedad. No obstante, se sintió algo culpable a pesar de lo mucho que el rubio se mereció ese golpe.

Tan pronto como intentó asomarse y ver alguna clase de desastre en su jardín, Dio estaba allí de nuevo. Su repentina aparición en la ventana hizo que Jotaro se tambaleara hacia atrás y cayera patéticamente sobre su cama.

—¡Qué demonios! —espetó el adolescente tan pronto como volvió a posar su mirada en el otro hombre. Estaba por demás sorprendido de lo intacto que este se encontraba a pesar de todo—. ¿Co-cómo llegaste hasta aquí? ¡Acabas de caer de un segundo piso!

Pasaron algunos segundos y no obtuvo respuesta de Dio. Este, por su parte, mantenía una expresión indescifrable, pero el ambiente se había vuelto pesado a su alrededor, como si presagiara un desastre.

Su mirada era serena y sin un rastro de furia. Sin embargo, Jotaro no podía decir lo mismo del aura asesina que lo envolvía y las emociones casi palpables. Star Platinum estaba listo para lanzar su próximo ataque, pero no fue necesario; de un momento a otro todo rastro de negatividad en el rubio se esfumó en el aire y rápidamente dio paso a una sonrisa ladina.

—Sería mejor que no alzaras la voz, Jotaro —dijo con un tono dulce y una sonrisa cínica en esos tentadores labios; por supuesto, no era el caso de Jotaro—, o podrían oírnos.

—¿Que me quede callado, dices? Por si no te has enterado, acabas de irrumpir por mi ventana de quién sabe qué manera y con dudosas intenciones —masculló con desdén. Creyó que de esa manera el rubio se acobardaría y, por ende, abandonaría su casa tan pronto como escupió la advertencia. Muy por el contrario de lo esperado, Dio expresó su profunda indiferencia acomodándose en la ventana; su espalda se recargó en el marco y una pierna colgó hacia el exterior, meciéndose vaga y ocasionalmente. Su despreocupación hacia el asunto sólo puso más impaciente al azabache.

Había mil y un razones para que Jotaro decidiera pegar el grito y lanzar un nuevo puñetazo con la fuerza de Star Platinum, pero no sucedió. Su Stand se retiró y el adolescente decidió tratar el asunto de una manera civilizada y sin violencia de por medio si era posible.

—Nada de esto explica lo que haces aquí —habló con calma, dirigiéndole una mirada inquisidora que le daba a entender que no se dejaría ningún detalle—. Y lo he visto, caíste desde esa ventana y realmente no puedo ver siquiera un raspón en ti.

Evitó mencionar lo del puñetazo porque aquello parecía traerlo particularmente molesto. Por otro lado, había algo inhumano en aquella resistencia, y claramente no era la primera vez que la ponían a prueba. En este punto, Jotaro necesitaba saberlo todo.

—Mi pequeño JoJo, ¿por qué crees que te pedí que dejaras la ventana abierta esta noche? —ronroneó el rubio, tomándose su tiempo para observar el cielo estrellado por unos momentos y luego girar la cabeza nuevamente hacia el menor. Ante su mirada atónita, decidió agregar: —¿Pensaste que encontrarías para admirar algo más interesante que yo, Dio?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 25, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

All I Need (DioJota)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora