Capítulo 9

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Audrey Rinaldi

-Hija estas ocupada- dijo mamá tocando la puerta de mi habitación

-No mamá pasa- respondí, recogiendo las hojas que había esparcido por toda la cama

-Audrey, pero que es este desorden- dijo mamá recogiendo conmigo las pocas hojas que quedaban encima de la cama

-Solo estaba estudiando mamá-dije con una sonrisa fingida, aun quería que me dijera porque tiene esa rivalidad con los O'Brien- pero dime mamá que haces aquí

-Que ahora no puedo compartir momentos de calidad con mi hija – dijo mamá con una fingida indignación

-No es eso, pero desde el incidente que paso en la casa de los O'Brien no has querido tener mayor interacción conmigo

-Ahí hija, es que ya pasaron dos semanas de lo sucedido y tu aún me sigues preguntando lo mismo en cada conversación civilizada que quiero mantener contigo- dijo sentándose a mi lado

-Sería más fácil si contestaras mis preguntas

-Hija no puedo, solo no es el momento, aún no estoy lista para hablar acerca de ese tema

-Mamá sea lo que sea que haya pasado entre ustedes ya fue hace muchos años, ya han pasado décadas acerca de aquello y aun así me dices que no está lista para hablarlo

-Hija solo déjame digerir que conoces a las personas que tanto daño me han hecho, prometo decírtelo en el momento adecuado- dijo cogiendo mis manos entre las suyas

-bien, bien mamita dejare el tema zanjado, pero veras que las promesas se deben cumplir- dije con una sonrisa acostándome en sus piernas

-Sabes algo hija- dijo mamá acariciándome el cabello- eres lo más importante en mi vida, y recuerda esto siempre, hare todo lo que este en mis manos para protegerte de cualquiera que se te acerque con las intenciones de hacerte daño, siempre sacare mis garras como una leona para proteger a lo más preciado para mí, mis crías; ósea ustedes

-Mamá, tranquila eso nunca sucederá- dije con una sonrisa – oye mamá cambiando de tema, como se conocieron papá y tu

- lì la mia goccia di miele, esa historia ya te la eh contado un millón de veces- dijo con una sonrisa

-Si ya lo sé, pero siempre quiero volver a escucharla, algún día quisiera tener algo como lo de ustedes

-Ahí hija no sabes lo que dices- dijo con una sonrisa- pero bueno como sabes lo nuestro no fue fácil, lo conocí cuando estuve en mi primer restaurant ejerciendo mi profesión, él había llegado con mi suegro y unos socios importantes para la empresa aunque me cueste admitirlo ahí también estaba el señor O'Brien- pude ver la seriedad y la incomodidad que le causaba decir el nombre del papá de Eros- el restaurant era súper famoso y el favorito de ellos, cuando ellos llegaron el primero que me deslumbro fue tu padre puedes creer que me hipnotice por esa bonita sonrisa que tenía mientras hablaba con el señor O'Brien, la cosa es que me pusieron a atender su mesa, imagínate yo estaba en unas fachas que no quería ni que me viera, en fin, la cuestión fue que tuve que ponerle cara al asunto y cuando me acerque a la mesa a ver qué era lo que iban a ordenar me perdí en su mirada suena muy cliché pero nosotros nos perdimos en nuestras miradas solo éramos él y yo, por ese tonto acto no preste atención a lo que decían los socios y mi suegro quede en ridículo, tuvieron que repetirme todo de nuevo, vieras como me sonroje era una completa idiota, empecé a pensar que por el tonto de tu padre iba a ser despedida- dijo entre risas- ya después yo me tuve que encargar de todo en esa mesa hasta de hacerles el postre, cuando llegue con el plato fuerte empecé a servir el vino y cuando me toco servirle a tu padre su cara quedo muy cerca de mi cuello y de nuevo me idiotice, me puse súper nerviosa hasta la piel se me erizo, provocaba cosas en mí que no estaban bien puesto que era la primera vez que lo veía, y sin querer regué el vino en su traje costoso, si esa noche pase un montón de vergüenza, mi suegro se enojó mucho y llamo al administrador ya que estuve desconcentrada todo el tiempo; así que presento su queja y en ese mismo instante el chef me dijo cosas muy feas frente a todos; fui muy valiente pues decidí ese día no llorar delante de ellos no quería que Edward me viera débil , así que tome mis cosas con dignidad y salí de ese lugar no quería seguir trabajando ahí, pasado el tiempo no llegaban los taxis así que estuve esperando como una media hora ahí afuera aguantando frio, hasta que tu padre salió del restaurante y me vio, estaba abrazándome a mí misma estaba haciendo un frio de los mil demonios, y el sin pensarlo como todo un caballero me dio su gabardina, una gabardina larga de color negro y que tenía tu su perfume impregnado en ella- no sé porque ese sencillo recuerdo me hace pensar en Eros, carajo no tenía que pensar en el imbécil, pero es que se asemeja mucho a cuando me dio su abrigo para que no pase frio en la clase de cálculo – fue tan lindo conmigo que empecé a sentir más que atracción por él; fue como un amor a primera vista, su figura imponente, sus miradas lascivas y su sonrisa encantadora fue todo lo que me sedujo esa noche, en la perdí mi trabajo pero me enamore del amor de mi vida Edward Rinaldi, sin duda alguna él es, fue y será mi más bonita casualidad- dijo con sentimiento, podía ver cómo le brillaban sus ojos- después de eso me llevo a mi departamento y bueno el resto es historia ya luego empezamos una relación y como toda relación tuvimos varios puntos de quiebre, nos despedimos tantas veces, y aun así ambos seguíamos llevándonos por dentro, pero así es la vida hija nada es perfecto por eso el lápiz tiene borrador, sufrimos, nos caímos, pero aun así nos levantamos eso hizo más fuerte nuestra relación y a pesar que ya llevamos veinte años casados aun sus ojos hacen temblar mi voluntad, su mirada se roba todos mis pensamientos, su ternura me hace olvidar mi tristeza y su dulzura aun embarga mis sentimientos, aun lo amo más que el ayer

-Ahí mamá que linda historia, pero aun no me queda claro que tiene que ver el papa de Eros en todo esto, que hacia ahí si era una reunión de negocios

-hay cosas que los padres nos reservamos, en fin, mi amor quieres hacer algo en especial hoy- me quede pensando por unos minutos en lo que mi madre acaba de decir, por esta vez dejare pasar ese comentario, pero está claro que lo que sea que esconden es algo muy fuerte y delicado de tocar

-Y papá, porque no organizamos una cena familiar en el jardín de la casa, sabes cuánto amo ese jardín me encantan esas flores, las dalias que plantan ahí y por supuesto la naturaleza y el aire libre, cuando estoy ahí me siento feliz

-Hija a veces pienso que eres una extraterrestre, eres una mucha muy linda, pero te refugias mucho en la lectura, a veces solo pasas en tu cuarto de pintura o sencillamente te quedas en el jardín contemplando atardecer o regando las flores, porque no sales de fiesta como las niñas de ahora, no quiero que pienses que te lo juzgo amo como eres, pero a veces necesitas explorar con responsabilidad y vivir un poco de la tan anhelada adolescencia, y no me refiero a los novios sabes lo que pienso de eso, me refiero más bien a salir a tomarte un café con tus amigas o sencillamente a caminar con ellas por el parque.

-mamá a veces las chicas como yo no encajamos en una sociedad tan podrida como esta, prefiero mil veces quedarme leyendo un libro con mi música al tope que estar de fiesta con niños ñoños y nefastos que piensan que son el centro de atención porque unos tienen un celular de tecnología y el otro no o por quien está al día con las tendencias y bobadas así; aparte no te quejes tú me criaste así y ahora a estas alturas no pienso cambiar.

-me siento privilegiada por tener una hija así, pero no siempre puede ser así Audrey debes de enfrentarte al mundo, y nunca harás eso sí solo pasas aquí con un libro en la mano, no siempre voy a estar aquí contigo en algún momento te tocara volar sola

-lo hare mamá, pero no hoy, todo a su debido tiempo.

Muchos me dirán ridícula, ratón de biblioteca o cualquier otro calificativo ofensivo, pero la verdad es que no me interesa, amo ser un ratón de biblioteca amo leer libros de romance, de ficción o fantasía, porque al final de cuentas los libros son mi refugio y escape de la realidad, cuando leo siento que mi mundo se paraliza, me consumen por dentro que hasta me olvido de quien soy, vivo con cada uno de los personajes sus decepciones, tradiciones y amores tanto pasajeros como eternos, me siento libre y caótica al mismo tiempo, me convierto en todo lo que la sociedad de ahora no quiere que sea, siento mariposas, alegría, tristeza, rabia, y dolor, viajo a mil lugares, empiezo a soñar estando despierta, vivo el momento, todo pasa a segundo plano para mí y eso solo en ese momento, en ese pequeño instante que soy solamente yo, soy quien quiero ser, y lo disfruto como nunca. 

Amor de JuventudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora