Capítulo 4: El rumbo de mi vida.

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*Capítulo 4: El rumbo de mi vida*

Iba de camino a Villa Liz, la finca en la que estaba la mansión Yarly. Todos estos años lejos de Londres han sido bastante buenos pero deprimentes al mismo tiempo. Siempre que veo por la televisión o en revistas fotos, y primeras planas de Darcy y Breed, de alguna manera sigue influyendo en mí. Me sigue fastidiando. Sí, hacía ocho años que no lo veo, hacía ocho años que me heido lejos de allí y hace ocho años que llevo una relación con Lizzie. Pero me sigue molestando, sólo de verlos se me ponen los pelos de punta. Pero… ¿cómo no ponerme celoso? Madre mía, si Darcy está cada año, más guapa. Bueno, Lizzie también es muy bonita pero para mí no hay ni punto de comparación.

-¡By!-gritó Lizzie al verme entrar a su casa. Su larga melena castaña rozó mi mejilla haciéndome estremecer.

-¡Hola! ¿Cómo estás?-le pregunté dándole un beso en la mejilla. Ella colocó una mano sobre su cintura y alzó una ceja.

-Bien… ¿Cuántas veces te he dicho que no hace falta que te cortes en mi casa?-dijo dando un suspiro.

Sonreí un poco, la verdad es que no era que me cortase, no me apetecía besarla pero ¿Cómo decirle eso a mi prometida para que lo entienda? ¡Imposible! No lo entendería…

-Lo sé pero es que no me parece… correcto-dije dándole un abrazo a modo de consolación. Lizzie blanqueó los ojos.

-Está bien, me rindo-dijo al fin. Sonreí ampliamente, por el momento, me había librado.

-¿Quieres ir a dar una vuelta?-le pregunté por decir algo.

-¡Claro! ¿Qué tal si vamos con Mikki a por un helado?-contestó con una amplia sonrisa. La verdad, era que Mikeila y Lizzie eran mejores amigas, extraño después de lo mal que se llevaban de pequeñas pero la verdad es que la vida da muchas vueltas y nunca sabes que es lo que va a pasar.

-Me parece bien.

-Espérame aquí, voy a ponerme algo más cómodo-dijo subiendo las escaleras rápidamente.

A los veinte minutos bajó, estaba preciosa con una camiseta de gasa azul turquesa y un pantalón corto negro.

-¡Estás guapísima!-le dije con una sonrisa en los labios.

-Gracias-me dijo colgándose de mi cuello y dándome un cálido beso en los labios. Esta vez, no me importó demasiado ese beso, después de todo, sólo faltaban unos meses para que nos casemos, ya no había vuelta atrás.

Pasamos por mi casa a por Mikeila que se fundió en un efusivo abrazo con Lizzie, sí que eran raras las chicas, siempre dándose abracitos y besos en la mejilla y con motes raros, en fin…

-Y... ¿qué tal con Narel?-soltó Lizzie de pronto. Alcé una ceja interasado.

Miré a mi hermana por el retrovisor esperando la respuesta, vi cómo se puso colorada y di un suspiro ¡Se me ha enamorado! Buff ahora voy a tener que estar ahí con la antena puesta para controlar a Narel…

-P-pues…-dijo atropellando las letras. Estaba demasiado nerviosa…

<< ¿¡No me digas que ya tengo cuñado!?-pensé alterado>>

-¡NOO!-gritó Mikeila mucho más roja que antes. ¡Mierda! ¿Lo había pensado en voz alta?

-Tranquila Mikki… ¿sabes una cosa By? ¡Mejor quédate calladito!-me dijo Lizzie con una mirada amenazante.

-Claro… lo siento Lia, lo pensé en voz alta…-dije apenado, seguro que mi hermana no la estaba pasando relativamente bien, incluso yo estoy incómodo. Siempre la llamaba Lia, para mí, era una forma especial de tratarla siempre fue así y no creo que cambie…

-No pasa nada yo…-poco a poco estaba más calmada pero los colores no se habían cambiado en absoluto.

-Mejor, hablamos de eso ¡EN PRIVADO!-gritó mi novia recalcando esas palabras, me encogí de hombros: ¡Chicas tenían que ser…!

(DARCY)

-Verás Darcy… ya hemos acabado nuestro estudios y nos casamos en el próximo verano ¿verdad?-me dijo Breed con la misma expresión apenada.

-Si… ¿Qué tiene eso que ver?-dije algo confundida.

-Pues… que a mis padres se les ha ocurrido la  brillante idea de que me vaya de viaje hasta nuestra boda, supuestamente para desconectar de todo y venir preparado para unir mi vida a ti…-dijo agarrándome fuertemente de las manos.

-¿¡QUÉÉ!?-grité alterada ¿cómo que se va? Tiene que estar de broma, queda tan poco para enlazarnos de por vida y mis “queridos” suegros lo aparten de mí así de repente. Una solitaria lágrima corrió por mi mejilla.

-Yo... es que no sé qué decirte ojalá pudiésemos ir juntos pero mis padres…-dijo cabizbajo, mientras secaba mi rostro con cuiadado.

¿Qué pasa aquí? ¿Por qué es tan sumiso con sus padres? De verdad que no lo entiendo…

-Tranquilo-dije levantándome del banco-lo entiendo, no te preocupes por mí, estaré bien. Breed se levantó y me abrazó por la cintura.

-¿En serio está bien?-me preguntó dándome un beso en el cuello. Solté una corta risita.

-Supongo que sí-le contesté algo más contenta.

-Pero aún así, te tengo una sorpresa.

-¿Ah sí? ¡A ver, a ver!-le dije cómo una niña pequeña, él rió y me tendió una pequeña cajita rectangular. La abrí y vi dos  boletos de avión para Cambridge-Qué es…

-¡Te vas de vacaciones!-me dijo con una amplia sonrisa-No es justo que sólo yo me vaya, asique…

-¡Me voy con Lore de vacaciones!-grité emocionada.

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