Chapter One

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Observaba la noche, la luna estaba fuera iluminando toda la ciudad, las estrellas se veían muy hermosas y brillantes. Miré hacia mi derecha, y mi hermanastra estaba besándose con su novio. Una lágrima recorrió mi mejilla, otra, y otra.

-Desearía que mi vida sea más fácil, sin ser odiada- Susurré mientras hundía mi cabeza entre mis piernas.

-Estúpida, ¿Qué haces ahí?- No dios, por favor, no. Pensé- Levántate del suelo mugriento, te irás sin comer a dormir, ¡AHORA!- No reclamé nada, y me metí en mi cama. No iba a dormir, no podía. Lloré, y seguí llorando. Mis padres cuando era pequeña me dijeron que si estaba triste, llorara, que eso haría que me desahogue. Y eso hice, llore, no paré en toda la noche.      

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-Cariño, quédate aquí. –Mi padre me dio un pequeño beso en mi mejilla junto a mi madre.- Te amamos, recuérdalo. Se fuerte hija, hazlo por favor. Promételo. – Dijo mientras me señalaba con el dedo indicé.

-Lo prometo papi, pero… ¿Qué sucede?- Pregunté confundida.

-Adiós bebé. – Dieron la vuelta, y… se fueron.

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Desperté sudando. Lo hice nuevamente, soñé con aquel día en el que mis padres me abandonaron sin razón. Aún lo recuerdo cuando ya han pasado más de 10 años. Me levanté, salí en pijama de mi habitación y fui al baño. No había nadie en la casa. Lavé mi cara, me miré al espejo y lo único que vi fue una chica fea, con moretones, sin razones para vivir, sin ningún sueño, sin nada…

-AGHHHHH!- Grité y le di un golpe al espejo haciendo que se parta en pequeños pedazos y provocando que me cortara los nudillos. Me tiré en el suelo y me hice una bolita y comencé a llorar. No podía más, ya no. Limpié mi mano, la vendé y fui por una mochila y ropa. Me iría, ya no puedo vivir aquí.

     Cuando guardé todo, fui hacia la puerta de entrada, miré toda la casa y salí por esta misma. Afuera hacía frio, mucho, estaba lloviendo un poco. Caminaba y caminaba sin rumbo alguno, mi ropa ya estaba toda mojada, y tenía todo el maquillaje corrido, parecía mapache. No importó y seguí caminando hasta llegar a un pequeño puente, solo había un chico mirando hacia el agua, no se veía muy bien ya que había niebla, pero sin embargo me acerqué a la baranda, me senté y dejé que mis pies colgasen, las lágrimas no tardaron en llegar, y los recuerdos no mucho más, comencé a sollozar, todo era silencio solo se escuchaba mi llanto. Él chico que estaba allí me miró con tristeza y se fue. Sola, completamente sola quedé. No sabía dónde estaba, y no traía mucho dinero. Tenía que ser fuerte, no por mi estúpida familia debería llorar, pero no podía, todos en este maldito momento eran más fuertes que yo. Tomé coraje y me levanté, caminé hacia la ciudad ya que me había alejado demasiado. Comencé a visualizar un montón de locales, suponía que ya estaba en el centro, llegué a un Mc Donald’s, entré y fui a la caja.

-¿Podría darme una hamburguesa con queso por favor?- Musité con una pequeña sonrisa, más que eso era una mueca, pero hice lo que pude.

-Si señorita, ¿Se encuentra bien?- Preguntó la muchacha un tanto apenada.

-Sí, creo que simplemente hoy no es mi día- Dije irónica.

-Bueno, ahora le traigo su hamburguesa- Musitó y fue hacia atrás a decir el pedido, yo me corrí de sitio, para que los demás puedan hacer su pedido y yo esperar el mío. Pasaron alrededor de 15 minutos y trajeron mi pedido, musité un “gracias” y fui hacia una mesa para ubicarme. Comencé a comer mi hamburguesa y mientras pensaba porque todo era tan difícil, mi familia adoptiva me odia, mi verdadera familia me abandono cuando apenas tenía 4 años. ¿Cómo mierda se les ocurre hacer semejante cosa con una pequeña de tal edad? A decir verdad, tal vez fue lo mejor, digo, no todo en la vida es como uno mismo lo imagina, pero si eso no hubiera sucedido, ¿Qué estaría haciendo yo ahora mismo? Tal vez sería una puta, o una nerd completamente. No lo sé, y no quiero saberlo.

Emily...- (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora