La teoría del amor • S.M

C U A T R O

🥀|Café

Al día siguiente, Shawn sin pensarlo, se levantó con un solo objetivo, ir en la tarde a la librería. Por alguna razón, aquella chica había sido tan amable que había terminado por captar la atención del chico quien al ser alguien de mente débil, no pudo resistirse a la tentación de volver a pisar aquella biblioteca.

Así que cuando la hora llegó, se colocó su abrigo y comenzó a pensar en algún libro que le gustaría comprar. Shawn era alguien muy inestable, sin embargo, la lectura lograba calmarlo un poco y desestresarlo.

La razón por la que Teddy quería que Shawn fuera con algún psicólogo o psiquiatra era porque sospechaba que lo que Shawn tenía no era solo una simple tristeza o timidez.

Ella sospechaba que algo mas se encontraba dentro de Shawn, estaba segura que había algo que lo atormentaba. Por supuesto, Shawn siempre se negó porque nunca le pareció la idea de contarle su vida a alguien que no conocía, pero además de eso, Shawn temía silenciosamente el diagnóstico, porque aunque él decía estar bien y despreocupado, lo cierto era que él también sentía que algo estaba mal en su interior. 

Se sacudió un poco el cabello, le gustaba que este estuviera un poco desordenado y se colocó su especial bufanda azul. Esa prenda era algo que simplemente le encantaba y ni siquiera él sabía el por qué.

Salió del apartamento con un ánimo inexplicable. Después de tanto tiempo, por fin podía decir que se sentía algo bien. Los cambios de humor en Shawn eran algo normal, normalmente duraban días o semanas y en esos días, Teddy era quien cuidaba de él.

Caminó tranquilamente, observando a la gente. Shawn sabía que había algo en él que no era normal, así que, normalmente se la pasaba preguntándose a si mismo como sería ser normal. Nunca encontró una respuesta.

Siguió su camino, pensando en aquella chica, era la primera vez que interactuaba amablemente con alguien que no era Teddy, por lo que estaba emocionado. Tenía ganas de conocer a aquella chica que había captado su atención.

Cuando llegó a la librería, debatió un poco en su mente si debía entrar o no, al final, la que tomo la decisión no fue su mente, sino su mano, que empujó la puerta y su cuerpo, que se abrió paso a la librería.

Raven, quien se encontraba leyendo en su lugar y tenía puesto auriculares, levantó la mirada hacia Shawn.

La cara de Shawn fue todo un poema. Sus mejillas rojas por el frío, pasaron a volverse aun mas rojas, esta vez por la vergüenza que le causaba estar frente a ella.

—¡Oh, hola Shawn! — Saludó Raven quitándose los audífonos, Shawn sintió como su corazón latía con rapidez. Él no podía entenderlo, esto no le había pasado con nadie, ¿cómo es que esto le pasaba ahora?

Tragó fuerte mientras se dirigía lentamente hacia Raven. Shawn se quedó maravillado, esta vez, Raven se había dejado el cabello suelto y para Shawn, eso significó que su corazón se acelerara aún mas.

—Hola.

Eso fue todo lo que pudo salir de la boca de Shawn.
Raven al instante pensó que seguro se trataba de alguien tímido y entendió que si quería entablar alguna amistad con Shawn, debía bajarle un poco a su emoción.

—Hey, ¿viniste por otro libro? — Inquirió Raven, una sonrisa se expandió en el rostro de la chica quien se rascó incómoda su piercing.

—Si, me han llamado la atención un montón de libros.

—Eso es genial, esta librería existe para satisfacer las necesidades de sus lectores. — Recita Raven como si se tratara de alguna frase propia de la librería o como si fuera su eslogan.