Personaje 1: Makuhiro.
Personaje 2: Honey.
Personaje 3: Sugar.
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Sugar: Estoy bastante preocupado por Makuhiro - Dijo recostado en la pared, mirando a la chica que estaba sentada frente a la mesa, probablemente dibujando algo. Se le oía decaído.
Honey: Es normal, tu sabes que el es un flojo extraño - Dijo la chica apartando la mirada de su cuaderno.- Le cuesta levantarse, y por mucho que le insistas, no lo hace - comentó - Heh, hasta parece que entre más le insistes, más le cuesta, además está deprimido. Es normal ¿por qué te preocupa?.
Sugar: Estar acostado durante una semana, sin levantarse ni siquiera para comer, era normal aún estando "bien". ¡Pero lleva un mes! ¿Esperas que lo deje así? ¿pudriéndose dentro de su cama?.
Honey: Oh vaya -Pensar en una situación así, también le hacía llegar la preocupación de su amigo- ¿Si quiera sabes si sigue vivo?.
Sugar: El es inmortal aquí... O eso dijo- comentó dudoso.-Sabes... Creo que iré a verlo.
Honey: ... Suerte, creo.
Tras la llamada de su padre, el muchacho cayó en depresión. Intentó marcar de nuevo al mismo número, pero no respondió nadie. Simon le explicó que tal vez había llamado desde una cabina telefónica. Quiso salir a buscarlo, pero ¿dónde?. De todas las cabinas de la ciudad y las de otras ciudades ¿desde dónde pudo haber llamado?. Además el chico era bastante perezoso como para ir a buscar una por una. De pronto iba rotando de sitio y sería seguro que se perdería si salía a buscarlo. Se hundió en su cama como si se tratase del mar, y hasta la fecha no había salido. Había llorado. Había pensado. Había dormido, soñando con su padre. Había caído en depresión y se rehusaba a levantarse.
La rata antropomórfica volvió a intentar levantarlo, por lo que se dirigió a la oscura habitación en la cual su amigo demoníaco yacía. Observó la gran montaña de cobijas en la oscuridad y se recostó en la pared al lado de su cama. Justo como acostumbraba.
Simon: Si hay algún espíritu acompañándonos este día, que se manifieste- Dijo de forma monótona- ¿Sigues vivo?.
El bulto desparramado de cobijas se movió un poco.
Makuhiro: Si, pero siento que estoy muerto... ¿Estoy muriendo?- Se escuchó débilmente con na voz algo nasal; como si tuviese gripe.
Simon: Si no te levantas, tal vez mueras... Eso pasaría con una persona normal- Dijo recordando los procesos fisiológicos y esas cosa que había aprendido sobre el funcionamiento del cuerpo- Ah, cierto... Casi olvido que tu no eres "normal"- Remarcó al decirlo. No tenía idea de como funcionaba el otro chico.
El ser demoníaco se quejó. Lentamente se destapó hasta la mitad del torso y miró a Simon. Eso no había pasado las veces anteriores. Normalmente el chico no respondía y simplemente se quedaba bajo las cobijas.
Makuhiro: Simon... Ya no sé qué hacer.- Dijo triste. Sus extraños ojos de cristalizaban de nuevo.- No entiendo nada, no recuerdo nada... ¡Ni siquiera recuerdo a mi padre!-Una pequeña lágrima iba creciendo.
Simon: Yo si sé -Dijo serio, y parecía algo enojado- Tienes que levantarte.-El chico rodó los ojos y volvió a taparse, ignorando a Simon.- Esto es estúpido, actúas como un imbécil ¡justo como un niño haciendo pataleta!. Tu padre está por ahí, si realmente quieres encontrarlo ¿sabes que te "sugiero"?- Recriminó ya bastante molesto remarcando las comillas- ¡Que te levantes, vayas y lo busques!. Lógico ¿no?- Dijo y se retiró.