¿Por qué el asistente del director deportivo de la universidad me llamaba? Bueno, me propuso asistir a una entrevista de trabajo. Anualmente, la universidad suele hacer algo que recaude dinero para una fundación de niños huérfanos. En esa ocasión, los jugadores del equipo de fútbol americano habían decidido hacer un calendario mostrándole al mundo su "cuerpo angelical" y habían querido chicas junto a ellas en las fotos. La verdad, hacer eso no me gustaba nada. No solo que esto me exponía, si no que también no me hacía mostrar una buena imagen... "¡Pfff... Una imagen que no tienes Cara! ¡Digo... Barbara! Vamos, acéptalo, necesitas el dinero". Así que acepte.
En la sala de estar en la que todas las jóvenes esperábamos, muchas de ellas eran porristas. "¿Qué hago yo aquí?". Incluso me hicieron ponerme una pollera cortisima que apenas me tapaba los muslos y un top, con los colores y el logo del equipo. Me sentía incomoda, con mi cartera pegada a mi cuerpo. La demás chicas me miraban y eso me hacía sentir desnuda.
- ¡Vamos chicas! Quiero en la sala principal a Emily Jackson y Alegría Nina. - dijo un organizador y la dos chicas sonrientes corrieron tras el hombre.
Así fueron pasando los nombres, y la sala se iba vaciando. El ambiente, solitario y oscuro, me hacía querer huir de allí. Me mantenía con la cola pegada a esa silla solo porque el dinero me serviría tanto.
- Ana Smith y Barbara Queen. - dijo el organizador para finalmente darle fin a tan larga espera. - Son las siguientes.
La otra chica, Ana, se paro al mismo tiempo que yo. Parecía que tampoco podía encajar. Era bajita y bastante menuda lo que hacía que ante mi parezca minúscula. Se notaba que tenía miedo. Esa vez me pregunte que hacía ella ahí. Su pelo era de rizos rubios poco marcados, pero tenía unos espectaculares ojos verdes que lamentablemente sus anteojos querían ocultar.
- Estoy nerviosa, ¿y vos? - pregunté para calmarla y hacerla sentir que no era la única así.
- También, estoy que me muero de los nervios. - Era verdad, sus piernas temblaban. - Además, no entiendo porque Jonathan me eligió a mí.
- ¿¡Cómo que te eligió?! A mi nadie me dijo que fui elegida por un chico. - ¡no pude evitar transmitir mis pensamientos por la boca! ¿Quién podía ser? No conocía mucho a los jugadores del equipo.
- ¡Vamos chicas, vengan! - dijo el organizador invitándonos a pasar a la sala principal, donde las fotos se tomaban.
Antes de pasar, me pare ante Ana y le dije:
- Te recomiendo... sacarte los anteojos. Yo te aconsejo, vas a salir mejor.
Se los saco y me agradeció mientras pasábamos por la cortina que nos separaba de la otra habitación. Allí habían varias personas: los fotógrafos con sus cámaras, algunos miembros organizadores y jugadores. Quede paralizada cuando vi el panel blanco donde se tomaban las fotos y encontré a dos chicos. Uno era aquel Jonathan, alto y morocho mientras que el otro era Rudy. Ya quería salir de aquí.
Tuve que acercarme junto a Ana ni siquiera les sonreí, en cambio la otra daba saltitos acercándose al tal Jonathan. Era muy guapo, ¿por qué había elegido una chica como ella? Tal vez la quería y eso era todo, algo para admirar.
Cuando lo vi a Rudy, vi su sonrisa y tuve que mirar hacía otro lado volteando mi cuerpo a la cámara. Estaba junto a él y entonces, me tomo de la cintura acercándome de atrás a su cuerpo. Sentí sus fuertes brazos alrededor de mi cuerpo el cual se encontraba pegado al suyo y temblé. Me volví frágil en tan solo dos segundos.
- ¡Estas buenísima! - susurro en mi oreja mientras me apretó más contra sí.
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¡No le temas al amor!
Teen FictionBarbara se ha pasado mucho tiempo escondiendo su pasado para envolverse en un futuro renovador, que no tenga mancha alguna, pero esto será imposible cuando el destino la haga toparse con Rudy. Él único que sabe realmente quien es y que la hará caer...