Categoría: T
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Después de haber tenido una pequeña charla con su hija Lupa, Lincoln entró nuevamente a la casa, encontrándose con la mayoría de sus hijos viendo la television. El control remoto estaba en poder de Lacy. Lincoln sonrío, sabia muy bien quien era la que obtenía o se apodera del control remoto más veces en su infancia. Siempre fue su hermana Lynn, sus energías opacaban al resto, no se podía hacer nada contra ella cuando se trataba de resistencia o perseverancia. Ahora hay una heredera de todo lo que fue Lynn en su juventud, hasta se diría que es más buena que Lynn.
No quiso interrumpir un momento, que parecía tranquilo, con su presencia. Todavía es consciente de que su presencia no es grata para la mayoría de su familia.
"¡No es justo!" Un grito llamó la atención del hombre que giró su mirada a las escaleras. Ahí pudo ver como una enfadada Leia salia del cuarto de su Madre Lola. Inflaba sus mejillas y apretaba sus puños con fuerza.
Al bajar, se encontró frente a su padre quien, con un simple gesto, se ofreció a escucharla. "¿Sucede algo, cariño?"
Leia se cruzó de brazos y desvío la mirada. "Mamá no quiere acompañar al centro comercial. Hay nuevos vestidos y accesorios que quería ver por que son limitados." Lincoln sonrío. Eran las mismas palabras que Lola decía cuando un producto nuevo salia cada semana.
"¿Ya le prefuntastes a algunos de tus. . . primos? Tal vez alguno quiera ir." Leia negó con la cabeza.
"Caresen de sentido de modas. Por eso prefiero ir con Mamá, ella es la única que me entiende." Lincoln puso una mano en su cuello. Leia era igual de creída como su Madre. "Aunque. . ." La chica rubia de dos coletas, analizó a su padre con la mirada, observo desde sus zapatos clásicos, hasta su camisa bien arreglada.
"Oh no." Dijo Lincoln echándose para atrás. Conocía bien esa mirada. Es la misma que hacía Lola cuando sentía un potencial acompañante.
"No te vistes tan mal." Alagó Leia. "¡Muy bien, vendras conmigo!" La chica jaló de la manga a su Padre. Mientras ella lo sacaba por la puerta, Lupa iba entrando por la misma, dejandola con una ceja alzada.
"¡Uh, Lupa. . . Dile a los demás que voy a salir. . . " Observó a su hija Leia determinada a ir de compras con su padre. "Tal vez me tarde un poco." Aseguró él. Si es la hija de Lola, no había muchas esperanzas en poder rechazarla.
"Bueno, yo mismo me involucre en esto." Pensó Lincoln ingresando a su camioneta blanca, y Leía se sentó a su lado. "No prefieres ir atrás, hay más espacio."
"¿Y no estar presumiendo esta nave a cada persona que vea caminando por la acera? Tengo que aprovechar." Lincoln le causó gracia lo dicho por su hija.
"Está bien. ¡Entonces, ponte el cinturón y vamos!" Lincoln tiró reversa haciendo que la camioneta se reincorporara de vuelta a la carretera.
"¡Ooh!" Exclamó Leia mientras que su cuerpo se iba para un costado gracias la fuerza centrífuga.
"¿Lista?" Preguntó Lincoln riendo al ver el rostro de sorpresa que tenía su hija.
"¡Si!" Alzó una mano para después apuntar al frente de ellos, indicando que ya podían irse.
"Wow" Mencionó Lizy desde la ventana de la sala al ver la maniobra que había hecho su padre en la camioneta junto a su hermana Leía.
El camino transcurrió normal. . . para Leia. Para Lincoln, el que su hija presumía estar en esta camioneta costosa, no se veía todos los días. En cambio, Leia, al ser la hija de una super modelo, los lujos obviamente no les iba a faltar, mucho menos en transporte. Pero como Lola nunca quiso tener un auto, por que prefería llamar a un chofer costoso que la viniera a recoger en una limusina, y que el resto de sus tías solo tengan autos del común, no ilucionaban mucho a Leia, pero su impresión cambió al ver por primera vez aquella camioneta blanca que estaba en poderío de su padre. Esto era gratificante para ella, el tener un auto lujoso, y que ella pueda estar adentro de él las veces que quiera y no por que su Madre mande a llamar una limusina solo para ir de concurso en concurso.
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¡Papá, Te Amamos! [Terminada]
FanfictionLincoln Loud, padre y hermano de sus esposas. Lincoln abandona la casa donde se crió y vio crecer hasta cierta edad a la mayoria de sus hijos, solo para que ellos tengan una vida normal, ¿pero cuánto durará eso? Cuando sus hijos descubran la verdad...