FALSA REALIDAD (V/Ji Min)

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Abro los ojos lentamente, pestañeando varias veces hasta normalizar mi percepción. Mi campo de visión data de techo blanco. Palpo con mis manos e identifico las sabanas de un colchón ¿estoy en la habitación? Intento sentarme en la cama, una punzada a lo largo de mi abdomen me genera un gemido, así que vuelvo a amoldar mi espalda en la cama cubierta con sabanas blancas.

Quito el edredón de encima de mi cuerpo y desde mi posición visualizo  el corte claramente vendado y tratado.  Me relajo un poco y un largo suspiro me abandona. Sin embargo, me desconcierta el hecho de estar sola devuelta en la habitación.

¿Dónde está Jimin?

La puerta se abre de manera imprevista  y mi respiración se detiene con la revelación de la figura que atraviesa la abertura.

Al percatarse de que he despertado, se detiene, y se mantiene de pie allí, a un paso de la puerta, mirándome completamente estupefacto con una bandeja en sus manos en la que reposa comida. Obviamente no esperaba encontrarme despierta.

Da un paso más y yo bajo de la cama inmediatamente para apoderarme de una de las lámparas pertenecientes a la mesa de noche. Solo cuando estoy de pie allí, se asienta el dolor de mi herida.

-¡No te me acerques! -grito histérica con la lámpara entre nosotros.

Mi pulso se agita y empiezo a temblar ligeramente al sentir la amenaza que representa su presencia en la estancia.

-Sé que es difícil, pero...

-¿Dónde está Jimin?

Distingo  la forma en la que sus manos aprietan los lados de la bandeja al escuchar el nombre del pelinaranja y cierra los ojos por unos cuantos segundos  antes de poner su atención en mí de nuevo, mostrando un semblante tranquilo.

-Estaré afuera -camina hacia la mesa de noche contraria a mi posición y deja la bandeja en ella cuidadosamente-. Cuando estés calmada, sal. Tenemos que hablar.

¿Qué?¿Hablar? ¿Con él? Lo único que quiero hacer con él es desaparecer su imagen de mi vista. Su siguiente acto es darse la vuelta para disponerse a marcharse.

-¿Quieres que finja que no ha pasado nada? -riño con incredulidad. Él se congela en su lugar, en silencio- ¿Hasta cuándo crees que voy a seguir pretendiendo que no eres un demente? 

Su rostro es inescrutable, no logro conseguir ninguna reacción de su parte. Yo en cambio, estoy tan conmocionada que puedo sentir el temblor de mis manos al sostener la lámpara. Pero no es solo por temor, sino por ira. Soy su animal enjaulado. Soy su juguete. Y yo he sido lo suficiente mongólica para caer en su red de mentiras.

-En este momento soy V, no Tae. Puedes estar tranquila.

-¡Eres la misma puta persona! -grito exasperada y un escozor se está acrecentando en mis ojos- ¡Has jugado conmigo todo el puto tiempo, maldito enfermo! -acuso- ¡Me cortaste solo por diversión! ¿Qué sigue? ¿Degollar por diversión?

-Estaré afuera para cuando estés dispuesta a escuchar.

Sin más, él abandona la habitación y me acerco rápidamente a la puerta para ponerle seguro, luego me encierro en el baño y pego mi espalda en la puerta.

¿Qué habrá hecho con Jimin?

Coño. Tengo que idear un plan para salir de aquí y llevarme a Jimin conmigo.