¿TODO? Absolutamente TODO

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El silencio reina en la sala, Meto dormitaba y Haruya estaba metido en su teléfono móvil, dándole su tiempo. Koichi agradece que todo se mantuviera así, ya que no tenía ganas de hablar por el momento. Solo quería llegar a casa y encontrarse con Genki, preguntarle qué cenarian esa noche o si gustaba de jugar alguna partida de cualquier video juego que el poseía.

—Lo extrañas ¿Verdad?— la calmada voz del guitarrista lo trae al mundo real de golpe. El pelirosa no niega lo obvio, siente sus mejillas arder y sus labios inconscientemente dibujan una sonrisa que lo delata.

Haruya bufa, observando al chico sentado descuidadamente en sofá individual pero, siente cierta ternura ante lo que ve. El sentimiento es dulzón, cosa que le sorprende al no conocerlo a detalle; incluso tiene el sabor en la boca ¿Acaso era posible sentir de ese modo? Por lo visto, si.

Tiene que colocarse de pie, puesto que ya no sentía el trasero por estar tanto tiempo sentado, estira su pequeño cuerpo oyendo la sinfonía echa por sus huesos al sonar y Koichi, atento a sus movimientos, lo imita.
—¿Quieres ir al jardín? Meto necesita dormir.—el ex-bajista de Mejibray asiente y ambos se encaminan al lugar antes dicho, dejando al batero desparramado sobre el mueble del que es dueño roncando.

Respirar aire fresco relaja a Niiyama, de tal manera que considera hablar como un inconveniente. Esta oscureciendo, la luz del sol ahora en el cielo refleja en tonos naranjas y rosas, dandole un aspecto realmente hermoso.

Tiene que verificar que no tenga algun mensaje o llamada perdida de Tsuzuku, sin embargo, no hay nada. Sus ojos se cierran un instante y procede a devolver el teléfono a su bolsillo, pero la foto de ambos que decora la pantalla táctil del aparato, lo deja sonriendo un poquito más.

—¿Entonces?— Le escucha preguntar a su acompañante, en voz aterciopelada. No sabe que contestarte si es honesto por lo que responde con otra pregunta intentando alargar ese momento.

Garraspea antes de formular su respuesta y se sonroja, delatando su mentira. —¿Y entonces qué?—siente que la voz que sale de su boca no es suya, se escucha falsa.
—No entiendo...

Haruya lo regaña con su mirada, la siente pesada sobre su cuerpo y tiene pánico de voltear para encontrarse de lleno con esos orbes café llenos de reproche; se miente así mismo y aunque no le agrada, no es que controle muy bien sus emociones. Menos, cuando se trataba de Tsuzuku.

—Tienes que continuar ¿Lo olvidaste?— niega sin responder, aún con la vista fija en la pantalla de su móvil. Es estúpido, lo sabe, se siente peor cuando delinea con cuidado de no bloquear la pantalla el bello rostro de su mejor amigo. — Sí no quieres, solo acabemos con esto de una vez pero debes cooperar.

—Y aunque debería...—murmura, al cabo de unos segundos de misterio.—No tengo nada más que contar. Solo pienso en lo que hablamos y eso.—le resta importancia con un sutil movimiento de mano el pelirosa, sonriendo levemente con las mejillas sonrosadas.

El silencio agradable volvió, Haruya dejo de hablar y se dedicó a observar. Koichi estaba distraído, con la vista fija en su celular, riendo con lo que sea que estuviera viendo tan concentrado. No mentiría al decir que no tenia curiosidad, la tenía, demasiada y sin embargo, no quería reventar su burbuja de corazones rosas y brillantes.

Bah, ¿Así lucía el amor no?

—¿Puedo irme?—el desconcierto en su rostro,  probablemente era hasta chistoso, pero al volver a su expresión natural, niega.
—No es necesario seguir respondiendo o contando lo que siento.—dice y es cierto, sin embargo, no logra admitir el 99% de sus pensamientos en esos instantes, lo sabe.

Haruya se ríe suavemente.—¿No? ¿Lo consideras resuelto? Al asunto de tú, "no enamoramiento".—bromea,  haciendo las comillas con sus dedos para dar énfasis a sus palabras.

El Porqué Koichi ama a GenkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora