En Otra vida

Ella Part 1

En la oscuridad de la noche, sentados bajo un árbol seco, una pareja se abrazaba mientras en silencio intercambiaban promesas de amor, mientras él rodeaba con sus brazos de forma posesiva su delicado cuerpo, bajó su mirada y el azul de sus ojos se perdió en el mar avellana de los suyos, mientras él la contemplaba podía notar ese pelirrojo alborotado que había en su cabello con ondas que llegaban a su cintura, su piel clara y las pequeñas pecas que se formaban bajo sus ojos, y esos labios en forma de botón que deseaban ser besados, mientras él susurraba en su oído palabras que ella no podía escuchar, las manos de ella jugueteaban con los mechones de cabello oscuro que caían sobre los ojos azules, él aflojó el agarre y con una de sus manos acarició su mentón y lo levantó para poder profundizar un beso; un beso que ellos deseaban durará eternamente, cálido, húmedo, apasionado; un beso que invitaba a las manos a proseguir por las curvas de su cuerpo.

De repente ambos sintieron un calor que los invadía, pero éste no era un calor pasional, sino el calor que desprendía el árbol, al ver que la mitad de él se incendiaba y la otra mitad se congelaba, los hermosos ojos avellana reflejaban miedo, él de manera gallarda, la levantó en brazos y trató de huir con ella para alejarse lo más posible de ese árbol, intentó correr lo más rápido posible pero paredes de fuego y ventiscas les comenzaban a cerrar el paso, sintiéndose acorralados, él sólo pudo abrazarla y besarla de forma posesiva, pensó que en ese momento su fin llegaría, pero fue ella quien se soltó de su agarre y noto qué el lago que estaba frente a ellos se congeló, lo tomó de la mano y corrieron a través de él.

La oscuridad de la noche no les permitía ver qué más había, fuera de las ventiscas y el congelado piso del lago no podían ver que había a su alrededor, la negrura de la noche los estaba tragando.

No supieron cuánto tiempo estuvieron corriendo, pero pronto llegaron a un piso menos resbaladizo Y más suave, se dejaron caer en el y notaron que sentían pasto, después de recuperar el aliento un profundo sentimiento de alivio creció en ellos, él tomó sus manos para acercarla a su cuerpo y abrazarla profundamente, sus ojos le decían que estaban a salvo, que ya no tenían que seguir huyendo, ella soltó unas pequeñas lágrimas de alegría y alivio, mientras que al mismo tiempo rodeo su cuello con sus pequeños brazos, se miraron a los ojos y sin palabras él le prometió que estaría bien y ella prometió cuidarlo. Bajo sus pies se sintió un ligero temblor y sin esperarlo la tierra se abrió para tragársela, él tomó su mano con desesperación su oscuro cabello caía por un lado y sus ojos azules fueron invadidos por un terror indescriptible, el miedo de perderle.

Ella sabía en su corazón que ya no había nada que pudiera hacer, unas tímidas lágrimas rodaron por su rostro, mientras ella comenzaba a cerrar sus ojos resignada, él, al ver la acción sólo pudo gritar de ira y frustración:

-¡despierta! Por favor tienes que despertar!- gritaba furioso mientras gruesas lágrimas caían por su rostro- sólo despierta- seguía repitiendo

Ella solamente veía como, poco a poco resbalaban sus manos y en ese momento cuando el último dedo fue soltado una luz blanca invadió su visión, ella había despertado.

Ella miró a su alrededor y reconoció lugar, era su habitación estaba recostada sobre su cama, volteó a ver a su mesita de noche y como era costumbre apagaba el despertador antes de que éste sonará, se paró de la cama y caminó a su escritorio donde pudo observar las fotografías de sus amigas de la escuela, se sentó en la silla junto al escritorio, sacó su laptop y comenzó a escribir de nuevo en su diario.

"Otra vez soñé con él"

No era novedad, escribir sobre él era más bien una costumbre, A veces le asustaba el hecho de que una persona que no conocía estuviera tanto tiempo en sus pensamientos, los pasajes que hablaban sobre él cada día eran más frecuentes, nadie sabía sobre sus sueños y sobretodo nadie sabía lo que sentía.