Lo que realmente quiero 4

431 31 2
                                    


Ella sabía que no era un día como cualquier otro, cepillaba su largo cabello sentada frente al espejo, como una cascada roja que caía sobre su espalda, con un bello vestido nuevo, rosa con pliegues, encajes con detalles en oro y unos hermosos zarcillos en forma de botón de rosa; no estaba muy emocionada, sabía que tenía que asistir, No le quedaban opciones, vendrían visitas a su casa. Escucho tocar la puerta, acto siguiente una criada entro a la habitación.

-Señorita su padre la espera en el salón-

La hermosa chica de cabello rojo asintió con la cabeza, se levantó de la silla y siguió la criada, llegaron a un enorme salón con techos altos cuadros de paisajes y uno que otro retrato, había músicos en una esquina, los vitrales habían sido despejados y liberados de las cortinas para que la luz natural de la luna pudiera entrar, del lado izquierdo del salón se encontraban mesas con comida, y un mar de gente que esperaba para recibir a alguien, llegó hasta donde se encontraba un señor edad adulta aproximadamente 50 años alto fornido vestido con colores marrones botas café y una piel sobre sus hombros, a pesar de que el señor tenía facciones muy duras le regalo una tierna sonrisa a ella.

-¿por qué tardaste tanto pequeña?- preguntó el imponente señor con amabilidad

- una dama nunca llega tarde sólo hacemos entradas cautivadoras- contesto en tono de broma mientras le regalaba La sonrisa más radiante a su acompañante

-¿qué voy a hacer contigo?- preguntó en un tono bastante resignado el hombre mayor

- ser creativo- contestó ella de forma traviesa mientras se comía una galleta que había robado de un criado

- estás muy consentida, ¿qué le voy a decir a tu futuro esposo cuando se dé cuenta?- preguntó el hombre mayor con un dejó de severidad en sus palabras

- querido padre Me apena mucho ponerlo en este predicamento, pero si algo me ha enseñado usted es a negociar y a solucionar los problemas, Así que si mi marido se llega a quejar, pides una disculpa y doblas la dote- ella contestó de forma cínica devorando el último bocado de la galleta y besando su padre en la mejilla- como yo lo veo querido padre lo mejor será que no me casé-

El hombre mayor estaba a punto de protestar Pero uno de los criados le informó que los invitados estaban entrando.

- ya hablaremos de ese tema después, ahora prepárate los invitados están a instancias de entrar por las puertas del salón- casi inmediatamente las puertas principales del salón abren majestuosamente dejando pasar a un hombre adulto de cabello oscuro con destellos canosos en su cabeza, el hombre adulto debía tener aproximadamente la misma edad que el dueño de la casa, su aspecto era ligeramente más robusto, con facciones duras y una cicatriz en el pómulo derecho contrastando enormemente con una mirada amable, junto a él un joven alto de cabello oscuro y ojos azules como el cielo, piel Clara, atractivo y muy buen mozo, pero siendo un poco opacados por su mirada seria, se podía apreciar una espalda ancha y unos brazos fuertes, sus vestimentas eran de negro con hilos plateados en su mano derecha se podía distinguir un anillo grueso con el emblema de un halcón.

Los recién llegados se acercaban rápidamente al dueño de la casa y su hermosa hija, a su vez él también se acercaba con los brazos extendidos, ambos se abrazaron y se miraron con solemnidad

- Bienvenido seas Grey señor de las tierras del Norte- saludo afectuosamente a su querido amigo para luego desviar la mirada a su acompañante más joven- bienvenido tú también Dorian heredero de este vejestorio- dijo el hombre mayor extendiendo le la mano al más joven, quién inclino la cabeza para saludar respetuosamente

- Es un placer para nosotros estar aquí Rothan señor de las tierras del este-

- Estás es Frida mi hija- dijo Rothan haciéndole una seña a Frida para que se acercara, al estar frente a los invitados ella se inclino gentilmente haciendo una reverencia

En Otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora