POV'S ALBA
Era una tarde de tantas en mi escuela, tomando clases en un viernes como cualquier otro. Me moví incómodamente en mi asiento, intentando encontrar un lugar en el escritorio que no causara que mi culo se adormeciera. Solo cinco minutos. Cinco minutos más y luego mi fin de semana podría comenzar. Odiaba estar en clases pero mas los viernes.
Siempre parecían interminables, y este día no era diferente. Y para empeorar las cosas, hacia un calor insoportable y sentía como el sudor resbalaba por la rajada de mi culo. Sentía los vellos de mi vagina empapados, pegajosos. Puse mi bolígrafo hacia abajo, apretando y desenganchando mis dedos cansados mientras continuaba escuchando la clase del profesor Quintanilla.
Mi mente empezó a divagar, pensando en todas las cosas que pensaba hacer el fin de semana. Mi plan mas inmediato era poder verme de nuevo con mi amigo Franki. La escapada que nos dimos en el antro hace unos días antes, me había dejado con ganas de mas. Teníamos pendiente el plan de vernos en el gym, y obviamente escaparme con el a su departamento para terminar lo que empezamos en el antro.
Mi mente empezaba a formar toda clase de escenas sexuales con Franki, cada una mas sucia que la anterior, cuando un estornudo de uno de mis compañeros de clase me volvió a la realidad. Mirando alrededor del salón, noté que el resto de la clase estaba tan aburrido como yo. Cayendo en mi asiento, crucé mi los brazos y comencé a esperar los últimos minutos agonizantes.
PROFESOR -Creo que terminaremos un poco temprano hoy -dijo Quintanilla, colocando su papeles en el escritorio frente a él.
Tan pronto como esas palabras salieron de su boca, la habitación se llenó de el susurro de los papeles y el chasquido de los anillos de las carpetas como los estudiantes alegremente empacaron sus pertenencias.
PROFESOR -Oh, una cosa más -gritó por encima del ruido. -Si se perdieron la última clase, necesito hablar con ustedes sobre el proyecto
A-Jodeeeer -murmuré para mí. Supongo que el fin de semana tendrá que esperar unos minutos más.
Cuando el resto de los estudiantes salió fuera del salón, pasé al frente. Esperaba que más personas se quedaran atrás, pero para mi sorpresa solo éramos yo y otra estudiante. Aunque yo no sabía su nombre, reconocí a la chica de algunas de mis clases.Aunque era muy atractiva, siempre parecía estar muy seria, entregada a sí misma. Encontré esto un poco extraño ya que las chicas como ella normalmente tenían multitud de amigos y seguidores.
Ella era tan tranquila, que mucha gente, incluida yo misma, a menudo habíamos confundido su seriedad pensando que era algo nerd o que era el tipo de chica que se siente superior, ya sea por su belleza o por tener mejor posición económica. La verdad no era alguien que yo considerara que pudiera ser mi amiga pues éramos muy diferentes.
Tenía un aire de madurez que muchos de nosotras no teníamos. Sabía que muchos de los chicos de la escuela la deseaban, pero no sabia que alguno hubiera conseguido algo con ella en absoluto. Incluso hubo quienes la acusaban de ser lesbiana, seguramente después de haber sido rechazados por ella.
Me caía bien la chica, aunque nunca había cruzado palabra con ella. Era mas alta que yo, cosa que no era difícil pues yo era casi tamaño minion. Su cabello era negro al parecer natural, y ella lo mantenía algo largo con un estilo simple. Su cara era preciosa, y con una nariz que me hacia morir de envidia. Odiaba mi estúpida nariz.Sus ojos tenían cierto elemento de timidez que me intrigó. Y aunque sus facciones eran impecables, era su cuerpo el centro de atención de todos los hombres heterosexuales de la escuela. Y decir todos no solo me refería a los chicos , si no también a uno que otro maestro que llegué a atrapar mirándola morbosamente.