Aquaman y Namor son dos hermanos los cuales, en el momento de su heredacion , pelearán entre sí por el trono de Atlantis.
Uno quiere mantener la paz con la superficie y otro quiere declararle la guerra.
La pelea por el Trono comienza.
Mera llegó al palacio, donde pasando en discreción fue hacia su habitación, pero alguien la esperaba. Ella entró y lo pudo percibir en la oscuridad.
-Hola Mera- le hablo Namor parado en la oscuridad y saliendo a deslumbrar.
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Namor estaba adelante de ella y se mostraba imponente.
-¿Puedo saber dónde estabas?- pregunto en tono reclamatorio el príncipe.
-Yo, yo...-
- ¡Calla!- bramó Namor y golpeó con su tridente el agua, creando una pequeña onda expansiva que afectó Mera y la hizo retroceder.- No me importa si no me quieres, pero como Futura Reina serás un ejemplo aunque sea adoctrinada. No saldrás hasta dentro de 5 días-
-y Porque dentro de 5 días?- pregunto Temerosa Mera.
- Acelere la boda- le dijo Namor.
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Al día siguiente Vulko se reunió con Arthur en el barco hundido.
- ¿Por qué me citastes?- le pregunto Aquaman sentándose en uno de esas sillas mohosas del barco.
- La Boda se acelero- le dijo Vulko.
-¿¡Qué!?- exclamó Arthur.
- Mera no podrá venir, Namor a decidido acelerar su casamiento para atacar de una vez a la superficie- explicó Vulko.
- ¿Qué hacemos?- pregunto Arthur.
- El plan era sencillo, que le quitarás el tridente en la boda. Pero ahora será más difícil, la cambiaron de sitio, un barranco donde varios tiburones pasan nadando.- le dijo Vulko.- pusieron más seguridad, temo que sospechen algo más que adulterio de parte de la princesa-
-¿Adulterio?¿Conmigo?- pregunto extrañado Arthur.
- No lo saben, pero en fin, se me ocurrio algo para que entres. Los tiburones son grandes, tú tienes la capacidad de darles órdenes, aprovecha eso y métete dentro de uno- le dijo Vulko.
- ¡Eso es absurdo !- le reclamo Arthur.
- Lo se, lo se! Pero no se me ocurre algo más...- le dijo.
Arthur se quedó callado unos segundos.
- Atacare frontalmente- le confesó Arthur a Vulko, a lo que él cambio de expresión.
-¿¡Estás loco!?¡No podrás entrar!- le recriminó Vulko por la simple idea.
- No lo entiendes, con robarle el tridente no es suficiente, debo enfrentarlo personalmente- le dijo Aquaman.- Los atlanteanos lo ven como un dios, como su héroe, si lo derrotó no tardarán en rebelarse y eso no sería una Atlantis que quiero-
- El es muy fuerte- le dijo Vulko.
-Yo también, solo ganará quién este más decidido, Su deseo de destruir o mi deseo de preservar- le dijo Arthur.
Aunque suene absurdo la idea de enfrentarle frontalmente, era la mejor opción.
Los atlanteanos tenían que ver que Arthur era capaz de derrotar a Namor sin el tridente. Tenían que ver su fuerza, y la verían.
