Trabajo, trabajo y más trabajo uff alguien diria que un chico de 15 años deberia dibertirse ¿no?.
Me llamo Red, soy un chico muy conocido en Japón, mi país natal, desde que soy pequeño. Bueno, después de todo soy el primogénito del propietario de una gran empresa especializada en videojuegos, mi padre murió cuando yo tenía 8 años y mi hermana 4 años, yo me hice cargo de la empresa. Además soy un agente especial de la policía, detective de la brigada de homicidios, empezé a trabajar allí por mi madre, ella fue asesinada cuando Aiko, mi hermana, tenía 2 años.
Pero basta de hablar del trabajo, es lo que más odio.
Fue hace algunos días que recibí una llamada proveniente del jefe de otra compañía muy importante, al parecer quería que su empreza y la mía crearan una nueva consola, una que superará a las actuales, me interesaba la idea, pero lo que me desagradaba era el hecho de que ese grandisimo idiota dijo, "Reunamonos en un par de días en mi compañia, bye-bye" y colgó, si me iba a ofrecer trabajar con él, pues pudo por lo menos él venir hacia acá, para peor, su compañía queda en el sector norte de la ciudad de Tokio y para no encontrarme con las calles repletas no tenía más opción que ir en tren... uff debería descanzar un poco.
Me vestí con mi típico traje, pantalon, zapatos, corbata y chaqueta de terno negros y la camisa roja, además me puse mis lentillas de color negro igual que mi pelo, no me gusta el color real de mis ojos.
Fuí directo a la estación, a pesar de no haber tomado un tren en mucho tiempo recordaba a la perfección, tome el tren y estube un buen rato hundido en mis pensamientos hasta que llegué a la estación y me diriguí a la salida, al mirar la hora noté que ¡solo me quedaban 10 minutos para la reunión y estaba a veinte cuadras del edificio!, me sequé la chaqueta y piernas para que las quiero.
Llegué a tiempo, bueno un par de minutos tarde pero no era tanto ¿cierto?:
-Lamento llegar tarde señor Fushima -dije entrando a la sala de conferencias-
-No te preocupes joven Red, debe haber un gran tráfico ¿no?
-Etto hai -dije sonriendo-
Empezo una larga y aburrida reunión de la que no valdría la pena hablar, solo que:
-Tendras que donarme todos los bienes de tu empresa y... -lo interrumpí-
-¡ESTA LOCO GORDO DECRÉPITO! NO LO ACEPTO -me marche insultandolo-
La verdad no estoy feliz de haberlo insultado, pero no podia hacer eso, la compañia era el sustento de muchas familias y además era el recuerdo de mi padre.
Ya era de noche cuando salí del edificio, decidí pasar por un pequeño parque que había en las cercanias antes de ir a la estación e ir a casa.
El parque era iluminado por hermosos faroles con un diseño antiguo y además tenía un lago; caminando mientras miraba el cielo tropezé con algo grande, el impacto de la caída fue tal que se me cayeron las lentillas, mientras las buscaba ese algo que estaba en el suelo se levantó, era un chico de ojos verdes y cabellos castaños, era muy raro:
-P-Perdón -dijo el castaño- estaba durmiendo plácidamente cuando sentí que algo cayó encima mío jajaja -empezo a reirse-
-No tiene porque preocuparse -me voltee para mirarlo fijamente y de una forma fría-
-Tus... ojos -dijo mirandome sorprendido- son hermosos... ese color... rojo carmesí
-... -me disponía a marcharme cuando me detuvo tomando mi mano haciendo que mis mejillas se ruboriasaran levemente-
-¿P-Podrías decirme tu nombre?
-Red... en honor a mis ojos.
-Ya veo, gracias. Etto... yo me llamo Edward.
Me fui sin decir nada más, llegue a casa, mi hermanita estaba muy preocupada, todos estaban preocupados.
Al día siguiente me enteré de que habían contratado a alguien sin mi permiso, un mayordomo especial para mi, el chico de la otra noche Edward... con el trabajo y esto todo va de mal en peor.
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Rojo Carmesí *Yaoi*
FanfictionHistoria yaoi, si no les gusta este género hacer el favor de no leer, y si les gusta o causa curiosidad ¡Disfrutenlo! Red es un joven famoso y adinerado, en una extraña sircunstancia conoce a Edward ¿Habrá sido obra del destino? ¿Podrá nacer un amor...