Rojo Carmesí *Yaoi*

Capitulo 6.

-¡¿Cómo que a quien prefiero?! -grite- obviamente a Sakura, ella es tierna y linda, tú eres un manipulador y engreido.

-... entiendo -dijo con una mirada sombría- supongo que este es el adios.

-¿Qué?

-... Adios Red-kun -me dio un cálido beso con sus tiernos labios... y se marchó-

Desde ese día Sakura se convirtió en mi novia, somos la pareja más popular de la preparatoria aunque, por alguna extraña razón no me siento feliz.

No hay rastro de Ed, estoy preocupado.

Por otra parte las ganancias de la empresa han subido considerablemente.

Aiko esta mejorando en el colegio.

Todas son buenas noticias exepto por lo de Ed.

¿Por qué me siento así? será posible que me alla enamorado de Ed...

Lo he pensado muchas veces, la cuerda esta guardada en un rincón de mi armario, tengo múltiples cicatrices en los brazos y piernas por los cortes que me he hecho, ya no quiero vivir, no tengo razón para vivir.

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Aquel día sábado, tendría que presentarme a los padres de Sakura y así nos comprometeríamos en matrimonio. Me diriguía a su casa, era primavera y los petalos de las flores de cerezos caían de una forma muy hermosa y singular.

Eran las 8 PM. cuando estaba pasando por aquel parque... en donde todo empezo. Dos abundantes lágrimas recorrieron mis mejillas y fueron aumentando cada vez que me adentraba más al bosque.

Miré el edificio de la compañía Fushima, algún día tendré que disculparme.

Me quedé en una banca mirando un hermoso lago que reflejaba los últimos rayos de sol. Quebré en llanto.

Apareció Sakura, estaba preocupada:

-¿Qué pasa amor? -dijo en un tono dulce mientras me abrazaba-

-Muerete -dije fríamente, la odio, no la quería ver más-

-¿Q-Qué dices? -sus ojos se veían cristalinos, iba a llorar-

-Fui un tonto al elegirte, terminamos -la empuje para que me soltara y me marché-

-¡No podras librarte de mí facilmente! -no le preste atención-

Rodeé el lago, aun estaba llorando, los faroles iluminaban el camino por el cual iba, no podían sacarmelo de la cabeza, su hermosa voz, su olor, sus ojos verdes y su cabello castaño, su caracter, su sonrisa, todo de él me encantaba, puede que me alla utilizado pero yo... lo aprecio.

Ya eran las 11 PM. cuando lo ví, estaba durmiendo en el mismo lugar en el que lo encontre la primera vez, me acerqué, se veía tan tranquilo aunque tenía las marcas en sus mejillas de que había llorado, me acerque y le di un pequeño beso, estaba feliz, lo había vuelto a ver después de 3 meses, nunca más volvería a cometer el mismo error. En eso se despertó:

-¿Qué haces aquí? -dijo frío y adormilado-

-Buscaba a mi mayordomo -dije de una forma nerviosa intentando ocultar mi felicidad-

-Yo renuncié.

-Pues no lo acepté -estaba siendo sincero-

-No te quiero ver -se volteó-

-Pero yo te necesito -lo abrazé por la espalda- lo siento -empezé a llorar-

-Red-kun... te extrañé -el también estaba llorando- siento haberte utilizado.

-Eso tendras que pagarmelo -dije riendome- tendras que recordarle a mi cuerpo que es solo tuyo.

-Yes, my lord -dijo imitando a Sebastian-

Sería imposible describir lo que Ed me hizo esa noche.