3. Lunes

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K A T E

—Arriba —sentí un leve susurro — Vamos a llegar tarde bella durmiente — ésta vez sentí a Rosie mover mi hombro una y otra vez.

Gruñí por lo bajo y llevé mi mano a la cabeza, en donde aún sigue ardiendo — Me gustaría que la noche dure más.

—Ya somos dos — sentí su risa a lo lejos —Pero así es la vida, cansadora con momentos cansadores —un silencio de su parte me hizo imaginar su rostro totalmente confuso —Bueno, no creo que sea tan cansadora.

—Si lo es — dije sonriendo mientras me pongo de pie con sumo cuidado —Sólo que en vez de momentos cansadores, son momentos únicos — suspiré profundo mientras busco mi ropa, la cual la noche anterior la había dejado acomodada en la punta de mi cama.

—Si, puede ser. Cambiando de tema, hoy volvemos a la rutina — dijo mientras me sigue por detrás —¿Sabes lo que significa?

—Mmm — me quedé en silencio antes de cerrar la puerta del baño para cambiarme — ¿Volver al estrés del estudio?  —dije mientras la cierro a mis espaldas y busco mis jeans.

—Si también, pero quizás que nos encontremos con alguno de los Alpha Xi —sentí el chillido de Rosie detrás de la puerta — Específicamente Noah, para ti. Me olvidé de decírtelo amiga, pero nunca sacó su mirada de ti.

Terminé de poner mi camiseta mientras la escuchaba atentamente —Si, claro. Yo me sentí que fui una molestia para él, recuerdo que me pidió varias veces que no le dijera a ningún superior lo que me había ocurrido. Por el tono de su voz, no creo que haya sido la primera vez que les pasaba algo así. Y encima mi discapacidad sumó aún más en su preocupación.

—No creo, para mí fue todo lo contrario a eso — suspiró en una risa —¿Tú crees que nos encontremos con Tyler?

Subí mis cejas y abrí la puerta lentamente, mientras alargo una sonrisa juguetona — ¿Tyler he? — estoy segura de que se acababa de sonrojar.

—Chist — dijo rápidamente mientras me toma del brazo — Ya estamos llegando tarde, otra vez.

—Ajam —dije riendo por lo bajo mientras soy arrastrada por los pasillos de la residencia.

Hoy lunes compartimos juntas la materia "Pedagogía" así que Rosie toma notas por mí.
No me gusta llevar mi máquina para escribir, prefiero pasarlo en limpio tranquila en mi habitación, mientras Rosie me dicta los resúmenes, sólo en las materias que compartimos, en el resto no me queda otra opción que llevarla.
Sin embargo tengo muy buena memoria y no me cuesta concentrarme en la charla del profesor, por lo que a la hora de estudiar es sólo repasar y estudiar sólo algunas que otras partes.
Por suerte la clase de hoy se pasó bastante rápida, y ya nos estábamos dirigiendo al comedor y almorzar. Estoy muerta de hambre, como no suelo desayunar, porque por alguna extraña razón me cae mal, al mediodía termino hambrienta.

—Hoy hay pollo con lentejas —dijo Rosie en susurro —Y de postre una manzana, ¿te parece bien?

—Si — dije con una sonrisa mientras ajusto mi agarre en ella, ya que puedo sentir el acumulo de gente intentando hacer fila.

—Allí vienen los chicos — dijo en tono de emoción — ¿Tú crees que nos saludarán?

—No Rosie —dije avanzando junto a ella y tomando una bandeja con cuidado — No creo.

—Tienes razón —dijo luego de un silencio —Acaban de pasar al lado nuestro y nos ignoraron por completo — pude sentir cierta decepción en su voz, lo cual no le veo ningún sentido, ya que no son y nunca fueron nuestros amigos —Se lo que piensas, ¿era muy bueno para ser cierto?

—¿Y por qué sería algo bueno? — dije mientras espero a que me entreguen mi comida —No cambiaría nada un saludo de ellos.

—No, pero... ah nose —dijo en una leve queja

Fuimos hacia una de las mesas y nos sentamos algo sorprendidas por haber encontrado lugar tan fácilmente. Algo bueno para ser un lunes.
Rosie se puso hablar de los próximos exámenes, y de que ya faltaba poco para las vacaciones de invierno, lo cual significaba volver a nuestras casas para pasar las fiestas en familia.
No voy a mentir, pero me estresa mi familia. Desde que tuve el accidente creen que necesito ayuda con todo, en cambio con Rosie me siento un poco más independiente y eso me relaja mucho.
Yo sé que no lo hacen para perjudicarme, es más, puedo sentir sus buenas intenciones al querer ayudarme, pero no puedo evitar sentirme un poco ahogada por momentos.

—Voy al baño — dije sacando el bastón  de mi bolso —Ya vuelvo.

—Okey, recuerda que estamos en la...

—Quinta mesa al lado de la ventana — dije rápidamente, no sólo percibí la mesa en donde estábamos, sino que sentí el ruido de las ramas de un árbol rozar un vidrio, o sea la ventana. Hay veces en donde yo misma me sorprendo por mi noción a la hora de ubicarme en los lugares.

Sentí su risa a lo lejos, y emprendí mi camino a los baños. Y según el mapa que tengo en mi mente, luego de cruzar la puerta del comedor debo girar a la izquierda.
Hay veces en la que me marea sentir el murmullo de tantas personas, pero me acostumbre al punto en que puedo ignorarlas, eso no quiere decir que no esté atenta.
Muy rara vez golpeé a alguien por equivocación, siempre trato de ir por los bordes y la gente me da el paso fácilmente. Recuerdo que mis primeras veces fueron aterradoras, y no solo eso, no me animaba a ir sola Rosie siempre me acompañaba.

—Oh, lo siento —dije cuando choqué con los pies de alguien, me extrañó no recibir respuesta de su parte y en éstos momentos me pregunto si me choqué con alguien o con algo, aunque no creo que un casillero sobresalga de los otros.

—Fue mi culpa, no te preocupes —dijo una voz conocida.

—Noah — alcé una ceja y sonreí de costado —No te disculpes, gracias —dije al sentir que acababa de cederme el paso.

—¿Tan melodiosa es mi voz que me reconociste? — dijo mientras me seguía a un costado.

—No —me encogí de hombros —Tu tono de vibración es particular, como la de todos — en cuanto llegué a la puerta de los baños, me giré hacia donde supuse él me estaba mirando.

—Claro, ¿te gustaría hacer algo después de clases? ¿Kate? — su pregunta me llevó por sorpresa, y no se porque no me sentí muy segura que digamos.

—Lo siento pero con mi amiga, las ignoradas, tenemos unos trabajos que hacer. Se vienen las épocas exámenes — dije intentado remarcar la palabra ignoradas.

—¿Qué... —no lo dejé terminar su oración y entré rápidamente al baño. Está loco si piensa que iré a algún lado con él. Soy valiente, sí. Soy fuerte, sí. Pero mi autoestima sigue baja después de todo.

—Kate — su voz me sobresaltó por completo.

—¿Qué haces en el baño de chicas? — abrí mis ojos como plato, demostrado mi incredulidad.

—No, me parece que te confundiste — dijo en un susurro.

Que lindo empezar un lunes de ésta manera.

TOTALMENTE TUYO©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora