4. Hola de nuevo

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Rosie largó otra carcajada, y yo no hice más que cruzarme de brazos algo molesta.

—No es gracioso, pasé mucha vergüenza —arrugué mi frente.

—Lo siento — dijo tomando aire tratando de calmarse — Lo siento, es sólo que no me esperaba todo ésto.

—¡Yo tampoco! —subí mis brazos indignada —Y no sólo eso, quería hacer algo después de clases —un silencio de su parte, me dio a entender que quería mi respuesta a eso — ¡Y le dije que no obvio!

—¡Oh! —dijo en tono de burla— ¿Por qué?

Me encogí de hombros —Porque no.

Rosie tosió por lo bajo— Siempre hay un porque, no me mientas.

Suspiré profundo —En éste caso, no.

Hace media hora que estamos hablando de lo mismo, encerradas en nuestra habitación.
Recuerdo las oleadas de calor en mi rostro, cuando Noah me dijo que estaba en el baño de hombres.
Nunca pensé que me fuera a pasar eso, o sea, era algo probable pero a la vez no. Porque yo si se donde está el baño de mujeres, voy todos los días allí.
Estoy segura que me equivoqué culpa de su oportuna distracción. Y no sólo eso me hizo avergonzar, sino las risas de otros chicos que se reproducen una y otra vez en mi cabeza.

—¿Y a ti no te pasó nada interesante mientras yo moría de la vergüenza? — dije intentando cambiar de tema, ya que desde que llegamos, pude sentir una misteriosa emoción en su voz.

—¿No? — dijo en tono divertido— Bueno sí.

Sonreí de costado ante su reacción - pues dime.

—Tyler me dijo hola — chilló por lo bajo— ¡Se percató de mi existencia!

Largué una risa por lo bajo — ¿Solamente hola? juro que puedo imaginar tu cara toda babosa cuando te dijo eso.

Sentí su mano empujar mi hombro— No seas mala, es un avance de nuestra relación.

Asentí lentamente— Si tú lo dices...

Rosie se unió a mi pequeña risa, y cambiamos de tema para hablar sobre los últimos exámenes antes de las fiestas.
Me deprime pensar que no estaré con ella por unas semanas, pero supongo que ambas necesitamos un descanso.
Yo se que Rosie nunca lo dice, pero estoy segura que en cierto punto debo de ser una carga para ella. Y no me carcome la cabeza sentir que soy una responsabilidad para ella.
Obvio que si lo digo, Rosie lo negaría mil veces, pero eso no quita el hecho de que me sienta de ésta forma.
Me pregunto si Noah aún estará preocupado por qué yo no hable de lo que pasó con algún superior.
Tendría sentido, ya que por algo intentó invitarme para hacer algo luego de clases. ¿Sino por qué más va a ser?

—¡Kate! —gritó Rosie en total emoción — Acaban de subir las notas de pedagogía.

—¡Habla! ¡Por favor di que aprobé casi muero estudiando por esa materia! — dije cerrando mis puños tratando de liberar un poco de tensión.

—Okey okey —dijo en un silencio, el cual me asustó — Kate...

Bajé mis hombros en total decepción - ¿no aprobé cierto?

—Acá dice que no apareces en la lista ¿cómo puede ser posible? —dijo suavemente.

—Iré a hablar con el profesor, maldita sea, odio que suban mal los datos —dije mientras me pongo de pie con mi bastón — Quédate aquí, no hace falta que vengas — dije luego de sentir como se levantaba de la cama.

—No Kate, yo te acompaño...

—Rosie, sólo tardaré unos minutos —dije sonriendo mientras abro la puerta de la habitación —No me tardo.

Cerré la puerta a mis espaldas y comencé a caminar por los amplios pasillos del campus.
Las horas de clase habían acabado por lo que no hay tanta gente dando vueltas, eso es un punto de ventaja para mí.
Lo molesto es que la sala de profesores queda bastante lejos, eso y sumado con mi discapacidad, hace que junte mucho enojo de mi parte.
Los errores pueden pasar, pero da cierto malestar que con una universidad tan grande como esta, el sistema operativo falle o calpse. Tendrían que mejorarlo.

—Hola de nuevo — la voz de Noah se sintió a lo lejos, aún así no detuve mi paso — ¿A dónde vas?

—A la dirección de asuntos estudiantiles— dije bajando lentamente unas escaleras.

Su silencio me dio a entender su gran inquietud —¿Se puede saber porqué?

—Necesito reclamar algo muy injusto — dije sonriendo de costado, tengo ganas de hacerle pasar un mal momento. Y además me molesta el hecho de que me esté vigilando, como si no confiara en mi palabra.

—Injusto... ¿Injusto cómo? —dijo está vez caminando al lado mío.

—Injusto de injusticia, no puedo tolerar lo que me pasó y necesito hablarles — dije fingiendo indignación.

—Kate, espera —dijo intentando tomarme del brazo — Lo siento, ¿si? Yo no quería que te pasara nada de eso ¿podemos hablarlo?

Acabas de pisarte tú sólito —Noah, iré a hablar con un profesor por una nota, ¿en serio creías que les iba a decir lo que me pasó en la fraternidad? — me encogí de hombros sin mostrar ningún resentimiento —Igual no es tu culpa que pienses eso de mí, es claro que no me conoces — elevé mi brazo con su mano en el —¿Ahora puedes dejarme ir tranquila? Gracias —dije librandome de su agarre mientras sigo mi camino.

Sentí que se quejó por lo bajo y me sorprendió escuchar sus pasos detrás mío —Lo siento Kate, no quise que malinterpretar las cosas. Yo en serio confío en que no dirás nada — rio por lo bajo — Debo admitir que hiciste un juego de palabras bastante tramposo.

Hice oído sordo a lo que dijo, y seguí caminando esta vez un poco más lento ya que estoy más cerca de la sala — Como digas, adiós Noah.

Al parecer mi saludo no fue suficiente, ya que seguía sintiendo sus pasos pesados y torpes detrás mío, por lo que decidí quedarme quieta.

—Dije adiós Noah —me crucé de brazos esperando a se vaya.

—No te enojes conmigo por favor. Hagamos algo, hablas con el profesor y después me acompañas a dar una vuelta por el campus. Tienes razón no te conozco, déjame hacerlo — sorprendentemente pude sentir un poco de sinceridad en lo que acababa de decirme, por lo que me crucé de brazos algo dudosa.

—Está bien, pero espera aquí —dije firme y cortante, mientras toco la puerta de la sala.

Tardé tan sólo unos minutos.
Me alivié cuando el profesor me comprendió y trató amablemente, se disculpó por el fallo y no sólo eso, resulta ser que había aprobado (por poco) pero aprobé.
Y eso hizo que me alegre por completo. Salí de la sala con una enorme sonrisa, y con un peso menos en mis hombros.

—¿Noah? —dije en cuento pisé el pasillo —Noah ¿Dónde estás? —dije aún con mi sonrisa de oreja a oreja —Estaba pensando que podríamos ir a la fuente, allí suelo leer o hacer barquitos de papel. Yo...

—Disculpa —dijo una voz femenina totalmente desconocida —Cariño, lo siento pero ¿estás bien?

Fruncí mi frente algo confundida — ¿qué? ¿Por qué?

—Es que estás hablando sola, ¿necesitas que te ayude con algo? — dijo en tono amigable.

—No — tosi por lo bajo mientras acomodo mi postura —Lo siento, creí que había alguien más aquí. Gracias igual — sonreí de costado tímidamente.

Bajé mi cabeza algo avergonzada, y con ayuda de mi bastón regresé a mi habitación.
Nunca me había pasado ésto, y se siente horrible. No sé ni porqué me dieron ganas de llorar, pero no por Noah, sino por mí.
Es la primera vez que experimento ésta sensación.
En cuento entré a la habitación intenté sonreír, y no fue tan difícil ya que Rosie chilló cuando le dije que aprobé y eso hizo que me sintiera un poco mejor.
No le conté lo que pasó, ya que no le veía el sentido.
¿Le habrá pasado algo? ¿Me habrá jugado una broma pesada? Sea cual sea la respuesta, ya no me interesa.

Buenas limoncitos🍋 ¿como andan? Disculpen la GRAN tardanza, jejeje estuve tendiendo algunos problemillas, pero he aquí el capítulo ❤️

TOTALMENTE TUYO©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora