TOTALMENTE TUYO©

5. Barquitos de Papel

La semana de exámenes pasó demasiado rápido para mi gusto, y sinceramente no tengo ganas de volver a casa.
Me mantuve alejada de Noah y su "pandilla", le conté a Rosie lo que había pasado y pude sentir su enojo brotar de su voz. No sé quién está más dolida, y eso me sirvió para mantenerme alejada de él lo más posible.
No negaré que intentó un par de veces acercarse, pero Rosie no lo dejó, de todas formas yo tampoco quería escucharlo.
Tal vez esté siendo inmadura, quizás realmente no fue su culpa el haberse ido aquel día. Pero eso no quita el hecho de que me sentí avergonzada, y no sólo eso, me hizo sentir lástima por mí misma.
Lástima por creer de que realmente estaba interesado en pasar un tiempo conmigo.
*Aceptemos que un chico tan popular no se iba a fijar en alguien como yo*
Hay veces en donde hay que aceptar que los cuentos no son siempre como la realidad. Digo no siempre, porque en la vida siempre vamos a encontrar cosas mágicas, cosas que nos derriten por dentro, pero eso no quiere decir que hay que acostumbrarnos.
La magia con el tiempo desaparece, como tantas otras cosas.

—¿Segura que ya empacaste todo lo necesario? —dijo Rosie cerrando mi valija lentamente— No entiendo como es que eres tan ordenada, yo llevo una semana sin encontrar mi blusa preferida —hizo una pausa— Ni mis aretes...

Reí por lo bajo mientras niego lentamente, no puede ver la habitación, pero ya presiento que el lado de Rosie debe de ser un desastre total.
Somos tan distintas, supongo que por algo somos amigas.

—Si, estoy segura que eso es todo —acaricié el borde de mi cama mientras me siento con cuidado en ella— ¿Cómo van las cosas con Tyler? —dije finalmente. No soy ingenua, se muy bien que por las noches Rosie se queda despierta con su celular, ya que lo siento vibrar cada dos minutos. Y con quien más hablaría tanto, sino es como el chico que ella más adora.

—¿Cómo es que... —dijo en tono de asombro— Si sigues adivinando cosas, te empezaré a llamar bruja.

—No intentes evadir mi pregunta —dije sonriendo ante sus palabras— Anda dime, tu amiga bruja quiere saber cosas de Tyler. ¿Sabes? Es triste que me lo hayas ocultado.

—Ya sí, lo siento. Pero como te he visto tan mal por lo de Noah, no quería agobiarte con temas míos —sentí que se acercaba al lado mío— No te enfades.

Se sentó junto a mí, y tomó mis manos. Sonreí de costado al sentirlas frías, típico de ella— No estoy enojada, pero me hubieras alegrado el día sentirte feliz por algo Rosie. ¿Me vas a contar?

Dicho eso, sentí un chillido de emoción de su parte, mientras se movía de un lado a otro— Como explicarlo, es muy dulce. Y todavía no puedo creer que me haya hablado, creí que ni me conocía. Ayer me invitó a tomar un helado, y no paró de hablarme sobre su carrera y las cosas que le gusta. Me sentí especial por un momento —dijo sin pausas entre medio, y me generó mucha alegría sentirla tan exaltada.

—Que tierno Rosie, no veo la hora que me lo presentes —bajé un poco mi cabeza— Mientras que no tengamos que ir hasta la fraternidad, mejor. Aún no tengo ganas de cruzar palabras con Noah.

—Si, obvio entiendo. Al parecer Tyler quizo hablarme acerca de eso, pero yo lo evité. Al fin y al cabo es algo tuyo y de él —hizo una leve pausa— aunque yo te ayudé a evitarlo, pero a petición tuya claramente. Creo que lo mejor será que en algún momento hablen. Es feo lo que te hizo pasar, tal vez si aclaran las cosas tu puedas sentirte mejor Kate.

—Si lo sé, me siento una nena de cinco años haciendo todo ésto —reí por lo bajo y me encogí de hombros— Veremos que pasará cuando intente hablarme, si es que no se cansó, lo cual es entendible —fruncí mis labios y elevé mis cejas— ¿Quién no se cansaría? Además quizás se haya olvidado, quien sabe.