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Pov Makoto Naegi

—Estas fuera del caso, agradezco tus servicios pero contratare a otra persona.

Sus palabras resonaron por toda la sala, mire a Kyouko, lucia más molesta que de costumbre. La entiendo, yo también estoy molesto, no pueden despedirla, ella es la mejor detective que se pudiera contratar.

—¡¿Qué?! ¡No puedes despedirme ahora, ya casi lo resuelvo!

—Si puedo y lo hare. Entiendo que consideres esto injusto, así que te pagare por los meses trabajados, no te preocupes por ello.

—¡Eso no me importa! ¡Ya estoy cerca de resolver todo esto, no voy a dejar-!

—No es una discusión detective, estas fuera del caso, te guste o no.

Las palabras del director Kirigiri eran frías, duras, era como si aquellas palabras nos golpearan a todos trayéndonos a la realidad. Kyouko por su parte lo miraba furiosa, aunque trataba de mantener su semblante neutro.

El director le devolvía una mirada tranquila, seria, una mirada que encontrarías en un adulto antes de regañarte.

Koichi y yo solo estábamos de adorno aquí. Yo permanecía al lado de Kyouko sujetando su mano para que no perdiese el control, y Koichi estaba sentado en el sofá con su petaca en mano.

—S-Señor, si me permite hablar, creo que si nos da un poco más de tiemp-

—No —me interrumpió— En primer lugar tú no deberías ni siquiera saber de esto. Esto es una prueba de la incompetitividad de la detective, pensé que ella podría resolverlo, pero es obvio que me equivoque.

—¡Se lo dije porque es alguien de confianza! ¡Él es capaz de ayudarm-!

—¡Se nota lo útil que fue su ayuda! ¡Tiene un agujero en su costado por tu culpa y yo voy a tener a la prensa encima por eso!

—¡Sayaka Maizono fue la que disparo!

—¡No voy a dejar que sigas entrometiéndote en esto, es muy peligroso!

—¡Es mi caso, no puedes simplemen-!

—¡Deja de actuar como una niña mimada y entiéndelo de una vez! —le grito— Estas despedida.

Sin decir nada más Kyouko prácticamente salió corriendo de allí. Me quede sorprendido ¿De verdad le había gritado así a su hija? Le dedique unas miradas a los dos, Jin solo miraba serio a la salida, mientras que Koichi quien había permanecido en silencio desde que entramos se encontraba cubriendo su frente con su sombrero, no necesito ser un genio para saber que él tampoco estaba feliz con esto.

Salí de ahí dispuesto en encontrar a Kyouko. Después de unos segundos la encontré, estaba apoyada en una de las paredes cubriendo su cabeza entre sus piernas.

—¿Kyouko?

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—¿Kyouko?

—...Es mi culpa...perdón.

Su voz sonaba quebrada, podía notar como las pequeñas gotas caían al piso ¿ella estaba...? Preocupado me acerque a ella e hice que levantara la cara. Su mirada era triste, sus lágrimas estaban cayendo por su cara formando una fina línea de agua.

Yo la Protegeré  (Naegiri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora