6. Última vez

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Han pasado 84 años :V  

Bue... como recompensa a la espera les dejo un capitulo largo :)






Oficialmente me había despedido de mi novio luego de haber pasado la noche en un bar. Ahí nuevamente, el dinero para sobornar y sus contactos lograron meterme sin problema, pues aun era menor de edad.

Afortunadamente si logré olvidar mi obsesión por Joel. Ya no pensaba en que se estaban desperdiciando horas, en las cuales podríamos estar viviendo una historia tipo "Chris y Aby", ni tampoco pensé en que ya no lo vería más, pues en dos días me iría de Hesperia para hacer mi ultima parada de Estados Unidos en New Yersey. Luego solo volvería a Ecuador.

—Te voy a extrañar mucho—Steve; mi guapo novio me dijo, a la vez que me envolvía con sus brazos.

La mejor despedida que se nos ocurrió fue pasar la noche juntos.

—Volveré en un mes tal vez— solté mientras sostenía sus manos contra las mías—. Arreglaré unos asuntos en Ecuador, y luego volveré para estar unas cuantas semanas contigo antes de entrar a la universidad.

Steve se fue colocando encima mio, y empezó a besarme. No puedo mentir, pero él besaba demasiado bien, creo que por eso es que lograba hacer que me olvide de mis absurdos pensamientos sobre cierto Joel. Además, cuando estaba con Steve, me sentía muy consentida. Él me daba absolutamente todo lo que le pedía y me hacia reír con sus chistes baratos.

—O yo te iré a visitar a Ecuador—él empezó a descender sus manos por mi cuerpo, y juro que se me empezó a nublar la vista.

El chico sabía lo que hacia.

—Te amo con todo mi corazón—sonreí en sus labios.

Todo estaba absolutamente tranquilo en su departamento. Las luces mañaneras entraban por la ventana, los pajaritos cantaban e intensificaban el ambiente romántico de despedida, Steve estaba mas sexy que nunca, la puerta era abierta por alguien... ¡Esperen!

—¡Steve!—oí una voz femenina gritar, y Steve pegó un salto.

En cosa de nada él se había alejado de mi tan despavorido, que hasta por poco me deja descubierta sin pizca de sábanas.

—¡Debby!—soltó con pánico Steve.

En medio del alboroto, alcé la vista hacia donde una chica empezaba a llorar. La rubia, se veía furiosa y dolida. Abrazaba una funda de lo que parecían ser compras.

Algo me estaba dando muy mala espina, y mi corazón empezando a crujir estaban empezando a darme pistas. 

—¡Eres un maldito infeliz!—Debby dijo entre llantos ahogados, mientras me lanzaba la funda de compras.

Obviamente me dolió pues creo que traía muchas latas gigantes de algo.

—¡¿Qué está pasando?!—logré decir con la voz temblorosa, mientras me escondía más entre las sabanas.

—¡Pasa que eres una perra maldita!—la chica me apuntó con el dedo, dando pasos acelerados hasta mi.

Me senté de un respingo, arrimándome a la pared. La tipa venía hacia mi con tanta furia que la creía capaz de arrastrarme.

—¡Steve, dime lo que ocurre!—hablé con lágrimas queriendo salirse de mis ojos.

No podía ser que nuevamente haya caído con un idiota que solo me quería por mi cara y cuerpo. Un idiota que para colmo creo que tenía novia.

Tú, el recuerdo del olvido- Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora