Tú, el recuerdo del olvido- Joel Pimentel

7. Peligroso destino

Es tan emocionante retomar una historia que amabas, pero que dejaste en espera!! Ojalá les guste :) 

Bienvenidas de vuelta al mundo de nuestros olvidados jajaja. 

Capitulo dedicado a: @DelossantoRuthesther (Hola linda, espero te guste el cap que te dedico. Gracias por haber estado pendiente de la novela de Joel y Jen. Te mando una abrazo y un besito :))

Eran las 12 del día y yo me encontraba sentada en un restaurante cerca a la terminal de buses, lista para mi viaje a Los Ángeles. Planeaba estar allí unos días vacacionando sola, y de paso visitando a un buen amigo de mi papá. Mi querido padre, me pidió de favor que fuera a verlo para una pequeña entrevista en una universidad. Su amigo era un profesor muy influyente en una prestigiosa universidad, y mi padre insistió en que lo conociera, para ver si él me podría ayudar a entrar allí.

Sinceramente yo quería estudiar en Ecuador, simplemente quería ir a la misma universidad a la que fui en un futuro alterno. Quería encontrar a las mismas personas que se supone conocería allá. Y de todas formas, así fuera a esa entrevista e hiciera mi mejor esfuerzo, mi destino no podría desviarse de mi universidad del futuro escrito en mi país. De todas maneras, yo quería ese destino.

En fin, como no perdía nada dándole el gusto a mi padre al ir, decidí pasar

Mientras bebía un capuchino mi celular empezó a sonar, por lo que no esperé para contestar. Era junto mi lindo padre que me llamaba.

—¿Hola?—contesté sonriente.

—Hijita mía, ¿Cómo estás? ¿Todo bien en tu viaje?—me preguntó mi papá, con preocupación en su voz.

Él era un padre muy protector y adicto a consentirme en todo lo que le pidiera. Simplemente lo amaba.

—Hola papito—solté con alegría, dando un último sorbo de mi bebida—. Te cuento que tu niña está sana y salva, comiendo un pie de manzana y a punto de partir a Los Ángeles.

—Me alegra, linda. ¿Y a que hotel piensas ir?

—Cualquiera que se aparezca en el camino

—Jen, tú sabes que solo en Ecuador te dejo a tu libre albedrío, después de todo allí te conoces cada rincón... o la mayoría. Pero esta vez, no confío mucho en que elijas por allí cualquier hotel. Y como sabía que era tu primera vez en Los Ángeles, decidí echarte una ayudita para que no tengas problemas en el viaje.

—¿Qué tipo de ayuda?—yo enarqué una ceja extrañada

—Hoy en la mañana mi asistente te reservó una habitación en el Four Seasons.

—Es un hotel cinco estrellas, ¿verdad?—yo rodé los ojos, sintiendo aquel nudo de culpa ante tal despilfarro de dinero—. Pero papá...

—Pero nada, hija. Para mi primero es tu seguridad, así que solo acepta mi ayuda.

Estaba por replicar, pero al hallarme más que cansada, y sabiendo que mi padre me ahorró tiempo mejor me callé.

Siendo sincera, a mí no me gustaba tener una vida glamurosa o extravagante. Eso no era lo mío. Y si de alguna manera estuve en un hotel normal durante mi estadía en Hesperia fue porque mi padre no sabía que fui allá, y porque pensaba que me estaba quedando con Aby en new Yersey.