Metáforas Fugaces

001: Canino.

Amor, quizás suene gracioso, pero lo sabes, eres un cachorro.

Concretamente, ese can que te enamora apenas lo ves aparecer en tu mirar, esos seres que no hacen nada especial, sólo están ahí existiendo delante de ti, desprendiendo ternura por donde se mire. ¿Sabes cuándo se vuelve peor? Cuando el cachorro también se comienza a encariñar por ti. ¿Cómo si quiera se puede contra un corazón tan puro? Su atención es la más sincera, sus mimos son los más amorosos, inquieto de aquí allá feliz de tenerte en su vida.

Tu esencia es así, la de un fiel y protector sabueso.

Te ríes, porque un gato suele ser mi titular principal, desconfiados en primera presentación, y se reservan mucho más sus muestras de afecto, autosuficientes para valerse por su cuenta, pensando en su mejor comodidad, sin embargo, llegan siempre a ese momento de debilidad en donde se acercan a dejar un ronroneo y permitirse el ser mimado y atendido, porque en el fondo, le alegra que seas parte de su existencia.

Porque mi esencia es así, la de un escéptico pero tranquilo felino.