–¡Hey!– grita lo más fuerte que puede para que lo escuche –¿puedes atenderme?– pronuncia apenas formando la frase cuando el bartender voltea a mirarlo.
–Mi compañero lo atenderá– dice el rizado dándole una palmada al rubio y vuelve a girar para atender a un delgado chico que bebe trago tras trago sin parar.
Zabdiel, como se llama el bartender rubio y Christopher ríen al ver la cara roja de Erick después de ser ignorado.
–¡Oye, exijo que me atiendas!– grita volviendo a captar la atención del rizado.
El chico solo gira los ojos molesto y sigue en lo suyo.
–¡Te estoy hablando idiota! ¡Voy a hablar con el gerente del lugar, no mejor aún con el dueño!
–Calmate, Erick, ¿quieres que nos boten?– habla Chris.
–Puedo atenderte yo– dice Zabdiel sonriendo.
–¡No!, quiero que ese idiota me atienda.
–Voy a decírselo de una manera más amable joven– habla finalmente el rizado –no puedo atenderlo porque mi compañero es quien sirve a esa mitad de la barra, yo sirvo en esta mitad– explica y vuelve a darle la espalda a Erick.
Chris ríe fuertemente, jamás había visto a su amigo tan embobado con alguien y mucho menos que ese alguien lo tratara de esta manera.
Las mejillas de Erick arden, se levanta de su asiento y camina al otro lado de la barra donde para su mala suerte no hay ningún asiento vacío.
De todos modos insiste –Ya estoy de este lado puedes atenderme– guiña un ojo al terminar de hablar.
Joel ríe un poco porque le parece tierno pero no cede –No tienes un lugar– niega con la cabeza y se aleja hasta otro cliente.
Erick tiene ganas de gritar, ¿porque es tan difícil que lo atienda?
Observa a sus lados y ve al delgado chico ebrio que vio antes, tambalea de un lado a otro, parece que no está del todo consciente. Erick aprovecha eso y lo empuja no tan fuerte, el chico cae al suelo.
Erick siente miedo de haber dañado al pobre ebrio, pero se relaja cuando ve que unos chicos al parecer sus amigos, que estaban bebiendo parados cerca, lo levantan y caminan con él hacia la salida.
Erick sonríe triunfal de ganar un lugar sin haber matado a nadie, toma asiento tranquilo. –¿Puedes servirme un trago ahora rizitos?– habla en un tono seductor cuando el bantender lo mira.
Joel esboza una sonrisa encantadora y camina a pasos lentos hacia Erick, apoya sus brazos en la barra y mira fijamente al ojiverde haciendo que este se sonroje por la cercanía.
Erick baja la mirada inevitablemente a los labios del rizado, se ven tan deseables.
–Aún no puedo– murmura Joel cerca de sus labios, casi rozandolos.
Erick se levanta molesto de su asiento maldiciendo al rizado y vuelve a su antiguo lugar, junto a Chris.
Él esperaba algo más.
Su amigo parece entretenido bebiendo y a la vez conversando con Zabdiel.
–¿Por qué tu compañero no puede simplemente servirme un trago y conversar conmigo como tú lo haces con mi amigo?– suelta frustrado.
–¿Te refieres a Joel?– dice Zab –es imposible, él solo atiende a personas ebrias.
–¿Qué?– pregunta Chris porque no comprende.
–Tenemos una estricta política de cuidar a nuestros clientes, es decir el bartender principal y yo solo servimos tragos a clientes no tan ebrios, Joel se encarga de los más ebrios, incluso muchas veces los lleva hasta sus casas por su seguridad.
–¿Quieres decir que si no tomo, él no va a atenderme?
Zab asiente.
Erick cubre su rostro con las palmas de sus manos, a él no le gusta beber y si no lo hace no podrá ligar con el lindo bartender.
Se llama Joel, y su nombre le parece tan lindo como él.
Vuelve a mirarlo. Joel sirve licor en un vaso y se lo da a un chico peliazul que le coquetea notablemente.
Tal vez beber un poco no sea tan malo y definitivamente va a valer la pena.
°•...•°
Estoy tratando de terminar de escribir en mis demás historias, si lo logro hoy mismo actualizo.
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Sober °•.Joerick.•°
KurzgeschichtenDime tus sentimientos, ahora que no estoy sobrio. No copias, adaptaciones u homofóbicos.