°•.Seven

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–¿Sabes que es lo que Joel realmente siente por Erick?– le pregunta Chris a Zabdiel.

–No, él se niega a contarme sobre eso.

–Espero que no este jugando con él, porque Erick está muy ilusionado.

—Joel no es una mala persona. Te aseguro que no va a lastimar a tu amigo.

–Eso espero.

–Por cierto Chris, ¿vamos al cine mañana?

Chris se muerde el labio un poco apenado –¿Quieres salir conmigo?

Zabdiel asiente con la cabeza –Me gusta verte aquí por las noches pero he estado pensando que podríamos convivir más porque tú me interesas demasiado, Chris.

–Tú también me interesas para algo serio.

°•.•°•.•°•.•°

Erick acaricia la espalda del rizado mientras este besa sus labios suavemente.

Está sentado sobre él y ya puede sentir la erección de Joel cerca a su trasero.

Suelta un jadeo inevitablemente por lo caliente que se torna el ambiente cada vez.

No ha tomado lo suficiente para simplemente perderse y dejarse llevar, aún es consciente de sus actos.

Se separa de los labios del rizado por falta de aire y aprovecha para mirarlo a los ojos y preguntarle algo que ha estado rondando en su cabeza desde que lo conoce.

–¿Me quieres?– suelta casi en un susurro.

Joel desvía la mirada y se pone tenso —Parece que no estas tan ebrio, pequeño tramposo.

–¿Por qué no puedes hablarme cuando estoy sobrio?– pregunta con la voz entrecortada.

–Erick... solo nos besamos, ni siquiera tenemos sexo como para que sienta algo por ti.

Erick quiere llorar pero se niega a mostrarse débil, las pocas palabras que Joel le dirige no le muestran ni el más mínimo cariño así que no debería sorprenderlo su actitud, pero igual le lastima.

–¿Y si lo hacemos? ¿y si te enamoras?

Joel lo mira con pena, Erick no se merece lo que le está haciendo. Se siente una porquería porque sabe que ese lindo chico jamás obtendrá nada más que algo físico de él.

—¿De verdad quieres hacerlo?

Erick asiente sonriendo. Entonces Joel lo carga hacia los grandes cajones que están al rincón.

–No gimas tan fuerte porque aunque hay música afuera, esta bodega tiene mucho eco.

El ojiverde comienza desabotonando la camisa de Joel sin separar sus labios de los del rizado.

Joel acaricia los muslos de Erick. No quiere hacer esto porque siente que también va a dolerle, otra vez.

Pero la idea de romperle el corazón al ojiverde para que deje de buscarlo no suena mal en su cabeza.

Es la única manera.

–¡Hermoso!– se escucha un grito afuera.

–Maldita sea– murmura Joel y se separa del cuerpo de Erick. Vuelve a abotonar su camisa y el ojiverde lo mira desconcertado está por preguntar algo pero la puerta abriéndose lo detiene.

–¡Hermoso!– grita el chico apenas entra y corre hacia Joel, sujeta su rostro con ambas manos y deja un beso en su mejilla –Zab me dijo que estabas aquí.

–¿Qué haces aquí?– pregunta el rizado un poco molesto.

–¿No te da gusto verme?– habla haciendo un puchero –¡Oh! ¿quien es él?– pregunta cuando ve a Erick.

Erick mira a Joel aún sin entender nada. Ruega internamente que ese chico no signifique lo que está pensando.

–No... no es nadie– suspira –es un chico ebrio al que estaba ayudando.

El castaño examina a Erick mientras habla –¿Seguro que no es un chico fácil que busca tener algo contigo? ¡Es esto lo que me ocultabas!– exclama –¡¿Como puedes engañar a tu...?!

–¡Callate!– lo interrumpe Joel ya fastidiado –¿qué estas diciendo? Yo nunca te he engañado.

Erick lo mira con dolor reflejado en sus ojos verdes, se pone de pie y camina hacia la salida lentamente, como queriendo que el rizado lo detenga.

Y por más que Joel tenga ganas de detenerlo, no lo hace.

Es lo mejor.

Sober °•.Joerick.•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora