El amor es un alma que habita en dos cuerpos.- Aristóteles.
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Los dos habían perdido el tiempo desde la vez que encontraron esa cosa en común, ser diferente.
Habían compartido viertas historias de su pasado y algunas no tan antiguas, los dos estaban cómodos con eso, los dos pensaban que era bueno estar con alguien que los viera al hablar.
-¿Tu madre no va a regresar?-preguntó dándole otra calada a su segundo cigarro de la tarde.
-No, fue a una entrevista de trabajo y después de eso dijo que iba a regresar por unas cosas a la otra casa.
-¿Por qué te cambiaste de casa?-preguntó sin soltar la mirada de él, no quería perderse ningún contacto con él.
Joaquín se sorprendió a su pregunta, era una pregunta que era común cuando conocías a alguien, pero para él era algo que no sabía si era capaz de contar así de fácil a alguien extraño.
-Porque queríamos empezar de cero, pero creo que a mi hermana no le cayó nada bien-respondió haciendo una mueca de desagrado ante esto último. Su hermana había sido muy comprensiva en el camino a su nueva casa pero sentía que en cualquier momento la lastimaría pero lo que él no sabía es que ella sabía exactamente qué había pasado.
-Oh, eso es bueno.
No, no era nada bueno para Joaquín, era sentir una constante culpa por su padre. El mismo hombre que le dio la vida estaba haciendo que ésta fuera cada día más miserable.
- y tú, ¿Alguien a quién preocupar por la hora en la que llegues a tu casa?
-No, lo más seguro es que mi padre no regrese hasta mañana.
A Emilio le causaba un vacío en el estomago al decir esas palabras, pues pensaba que eso era la casa más horrible que a una familia le pudiera pasar, el estar destruida, rota.
-¿Quieres ver una película?-preguntó Joaquín con un hilo de voz, que a Emilio le pareció tierno de su parte.
-Claro, me gusta estar contigo.
Algo en Joaquín brinco al saber eso, a él también le gustaba estar con él y más que ahora lo conocía y podía estar casi seguro de que era igual a él, que era gay.
-A mí también, eres un chavo lindo.
Ninguno de los dos se podía creer lo que el chico había dicho casi instantáneamente después del otro comentario pero no les causaba conflicto, hasta les causaba una cierta confianza entre ellos.
-Tú...también...eres...lindo.-dijo atropellando sus palabras, estaba demasiado nerviosos y eso hacía que Joaquín sintiera aún más esa señal de que entre los dos había algo en común, más que vivir en el mismo edificio.
Después de un tiempo de estar viendo películas, el sueño empezó a hacerse presente y Emilio sabía que igual tendría que irse, eran alrededor de las tres de la mañana y la hermana de Joaquín no regresaba y no podía dejarlo solo.
-¿Tú hermana no es una especie de vampiro?-preguntó acomodando el agarre que habían adoptado los chicos hace unos minutos. Emilio abrazaba a Joaquín por los hombros y Joaquín lo abrazaba por la cintura. Ninguno de los dos se oponía a esa posición, pues la encontraban cómoda.
-Aveces también me preguntó por eso-soltó una risa recordando que él también lo pensaba por la tolerancia que le tenía al no dormir cuando estaba en fiestas.
-Joaquín, tengo algo muy gracioso que contarte-el chico tomó posición enfrente de Emilio desasiendo el abrazo que tenían sintiendo un frío por parte de los dos-¿Recuerdas que te conté cómo mi madre amenazó a una señora por decirme qué parecía niña?-el chico que tenía su camisa con tres botones sueltos asintió recordando esa anécdota- Joaquín, la señora tenía razón, pues me encanta hablar con las niñas-los dos soltaron una risa ligera y el de pelo rizado volvió a hablar- y me gustan las cosas que le gustan a las niñas, me gusta vestir bien, ver telenovelas y...me gustan lo niños.
Eso bastó para que Joaquín se le llenarán los ojos de lagrimas y abrazara al chico de pelo rizado enfrente de él.
En un principio Emilio no supo qué pasaba hasta que el chico que da abalanzó sobre él habló despegándose de él.
-Yo una vez peleé con Renata por un chico, a los dos nos gustaba pero terminó con Renata.
Los dos sonreían como dos tontos, los dos se habían confesado y eso hacía sentir que podían confiar aún más en el otro.
Emilio tomó a Joaquín entre sus brazos y se acercó a él con intención de besarlo y así lo hizo, lo besó con una pasión inimaginable.
Los dos ya habían besado a alguien antes pero nadie se comparaba con el chico que cada uno tenía enfrente, con el que cada uno saboreaba de forma diferente.
No quería que se acabara pero se acabó por la falta de aire que necesitaban sus cuerpos.
Los dos volvieron a tener esa risa tonta en la cara y eso bastó para que se dieran un abrazo y tomarán asiento en la sala, juntos y con el corazón latiendo a mil por hora.
Después de un tiempo de cariños por parte de los dos, el sueño tomó lugar entre ellos y empezaron a dormirse.
-Algún día te contaré cuando hice reír a todos en un funeral, Joaquín.
Y con esa risa tonta en su rostro, durmieron, sin importar lo que eso causaría en su vida o en la vida de los demás.::::::::::::::::::::::::
La chica que caminaba con torpeza, llegó a su departamento con dificultad porque su orientación era casi nula por todo el alcohol que había bebido.
Recodó a Valentina por un instante, su vieja amiga que había conocido cuando estuvo un tiempo estudiando un curso en la zona, la conocía tambo que podría jurar que ahora mismo estaría llamándola para saber dónde estaba. Y así fue, en cuanto pasó el arco de la puerta principal su celular sonó indicando que una llamada estaba entrando.
-Hola-contestó casi al instante sin revisar quien la llamaba, mala idea. Pensaba que era su amiga preocupada pero no.
-¿Sigues los pasos de tu padre?
Sabía quién era, su padre la había llamado y la verdad no sabía cómo contestar.
-Papá...
-Sí, mi niña, soy yo pero sólo quiero saber cómo están, no quiero que le digas a tu madre ni mucho menos a ese error.
Error, esa era la forma en que llamaba a su mellizo después de lo sucedido aquella noche que nunca olvidaría. Eso no era lo importante, lo importante era que Renata quería gritarle en la cara que Joaquín no era el error y que el error había sido el decirle que era un mierda y que el nunca iba a amar de verdad.
Sólo colgó y tiró su bolso a un lado de la puerta ya cerrada atrás de ella. Entró a la casa por completo encontrándose con una escena demasiado tierna para ella.
Su hermano estaba siendo abrazado por Emilio, los dos se abrazaban como si su vida dependiera de ello aún estando dormidos los dos.
Fue a su cuarto y de la caja al lado de su cama sacó una cobija rosa y la llevó a la sala. Tapó a los chicos que sólo se removieron por un segundo y volvieron a dormir, tomó el control de la tele y la apagó.
Estaba en su cama apuntó de dormir cuando recordó algo, las cosas que había dicho su padre esa noche fueron fuertes pero le daban miedo, miedo a que fueran a ser reales. Que su hermano nunca sea capaz de amar con la libertad que ella tenía, solo quería que Joaquín pudieran experimentar lo mismo que ella con sus novios sin tener que esconderse. Sabía que sería difícil y que se tendría que luchar por ello.Pero el amor es valiente, es mirarse con ojos llenos de amor y decirle a la otra persona, te amo.
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Hola, hasta aquí el cap, prometo subir otro en estos días.
Voten y comenten que les pareció y qué les gustaría que pasara entre estos dos.
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Take me to church
FanficNo sé que pasó cuando lo vi entrar por la puerta de mi edificio, sólo lo vi cargando una caja que decía: "caja de películas", acompañado de su hermana gritándole que se apurara en subir todas las cajas. Ese día fue mi condena. Para: Joaquín Bondoni...