ᴅᴀʏ ғɪᴠᴇ

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Soulmate

La primera vez que lo vio fue fuera de su casa, con un traje negro, ojos rojos más allá de su color natural de ojos, eran rojos de dolor, llanto, desesperación, era como si había perdido toda esperanza sobre la tierra, fue tan extraña la visión que se quedó de pie mirándolo, observando en silencio, también por precaución por si le atacaba, y aún así, estando en guardia no pudo evitar ese abrazo sorpresivo que recibió.

ー ... ¿¡Qué carajos crees que haces, imbécil!? ー

Un puñetazo se llevó y desapareció de su vida, por dos putos días, porque al tercero se dio cuenta que estaban estudiando en la misma universidad.

Vaya suerte, se había ganado un acosador.

Lo primero que pensó es que ese tipo estaba loco, a pesar que sentía su mirada todo el tiempo en él no se le acercaba para nada en todo el día, era extraño, se veía bastante social, asquerosamente atractivo con su cabello rojo alzado pareciendo picos, también estaba su asquerosa y simpática sonrisa, le frustraba demasiado.

¿Le había hecho algo? ¿Le conocía de algún lado y no se acuerda? ¿Acaso le había pateado el culo antes y lo borró de su mente?

Era jodidamente difícil saberlo.

Pero no avanzaba, ese chico solo le miraba, y sinceramente era menos molesto ignorarlo que enfrentarlo, porque si seguía así se terminaría cansando.

Además había algo más importante para él en esos momentos, algo que robaba su alma cada vez que lo sentía en su cuerpo.

El ritmo de la música.

Su pasión partió con unas inocentes clases de ballet para terminar en una fuerte y salvaje presentación a nivel nacional de danza contemporánea. Poseía el "don", su cuerpo cobraba vida cada vez que escuchaba la música, flexibilidad, gracia, poder, fuerza, fortaleza, y sin embargo no quitaba lo delicado de sus principios, ese don se le había otorgado desde el nacimiento, pero él con los años lo había pulido al punto que todos los que le miraban bailar quedaban tan encantados con su danza que no le ponían puntajes.

Era demasiado parte de su vida, casi siempre sus oídos estaban tapados por la música, por un par de auriculares que le entregaban vida a su cuerpo, que le hacían ignorar la mierda que era el mundo para llenarlo de vida y colores, le encanta esa sensación, le encanta sentir como sus pasos van creando luz a través del ritmo que sigue por la música.

Música que fue abruptamente detenida por un jalón de brazo cuando cruzó la calle.

O intentó cruzar, porque cayó al suelo viendo como un auto frente a él pasaba a gran velocidad.

Su respiración dejó de funcionar en el momento. Solo podía sentir como un par de brazos le sostenían con fuerza desde su espalda.

Su nariz actuó más rápido, y la sensación ayudó, ese era su acosador.

Por una vez, no le empujó.

ー¿¡Estás bien!? ¿No te hiciste daño? ー

Le ayudaron a ponerse de pie, revisando su rostro con ambas manos, molesto, pero no pudo decirle nada malo al ver el dolor y la preocupación pintada en sus rasgos.

Pudo ver algo lejos de la lujuria que muchas personas poseían al mirarlo.

ーEstoy bien ー

Simple, calmo, por primera vez fue una respuesta simple y sincera que le permitió respirar de nuevo, le ayudó que el motor de su cuerpo comenzara a ventilar de nuevo sus pulmones para poder sentirse vivo de nuevo.

Carajos, necesita bajar esa adrenalina inmediatamente.

ー...Gracias ー

Apenas dijo esas palabras se sintió condenado, porque de la misma forma que ese pelirrojo le había estado observando, él también le miraba y esa era la primera vez que veía una sonrisa ... Una expresión tan linda en su rostro.

Repite, necesita bajar su adrenalina.

El chico insistió, no, ahora ya sabía su nombre, Kirishima insistió en acompañarlo parte del camino, y aunque se extrañó, por una vez aceptó, después de todo le había salvado la vida, ¿No?

Y así comenzó, con unos pasos junto a él, luego un café que extrañamente estaba preparado a su gusto, películas de su gusto, librerías, espectáculos, música, ese chico debía hacer bien su trabajo de acosador porque demonios sí que le conocía, y aunque al comienzo sintió una sensación de desagrado, ya no lo fue.

ーDime, ¿De verdad tienes que presentarte? ー

Había algo extraño, algo que no entendía, a pesar que Kirishima le apoyaba con todo, seguía insistiendo que no debía ir a esa prueba, que no debía presentarse.

ーSíー

ー¿Ni una forma de reconsiderarlo? ー

ーNo ー

ー¿Ni un poquito? ー

ー¡Ya te dije que no! ¿¡Por qué carajos quieres tanto detenerme!? ¡Sabes que es lo más importante para mí vida! ー

No pudo evitar explotar, golpeando la mesa que hasta segundos antes contenían tazas con café pues estaban en una cita, le gustaba Kirishima, había calado en su alma, pero no iba a permitir que le ocultara algo que debe saber, menos si eso causaba conflictos entre ellos, eso simplemente no iba a llegar a ningún lado.

ー¿Sabes qué?, andate a la mierda ー

Tomó su chaqueta y dejó dinero sobre la mesa, caminando a la salida, estaba harto, solo quedaba ese día, en la noche era la presentación y realmente no tenía tiempo para estar allí.

ー¡Solo no vayas! ¡Te lo pido! ー

Escuchó sus gritos pero lo ignoró, debía ir a buscar unas cosas al estudio y luego caminar a la presentación, por suerte no quedaba tan lejos, no quería ir en taxi o metro, un autobús era suficiente.

Volvió a su rutina, con los audífonos puestos caminando por la ciudad con el atardecer de acompañante, el velo le cubría causando una calma que solo tenía cuando Kirishima le abrazaba.

Se estaba llenando de impotencia, ¿Por qué le quería detener tanto? ¿Por qué no le apoyaba? ¡Era su sueño! ¡Lo más importante de su vida!

La luz cambió y decidió dejar todos sus pensamientos atrás, solo debía mostrar quién era.

Un empujón y un sonido tan horrible que logró traspasar el sonido de sus auriculares.

Se volteó casi en automático, sintiendo que el alma abandonaba su cuerpo.

Corrió sin llegar a pensar dejando que sus rodillas tocaran el suelo, que su ropa se manchara de sangre mientras intentaba no temblar para tocar su rostro.

ーEstá vez... si pude... ー

Y justo allí el amor de su vida, de sus vidas, se desvanecía entre sus brazos, Kirishima le había salvado de ser atropellado.

Pero le había destrozado.

Lovers 『KiriBakuShima Week2019』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora