Shipp: Finn y _____
Canción: Don't Cry
Cantante/Grupo: Guns N' Roses
No podía creer lo que realmente había pasado, lo único que me quedaba se había ido.
- ¿¡Por qué, joder!?
Mi hermana había muerto. Era la única en la sala de esperar, y estaba llorando desconsoladamente. Mis padres también habían muerto hacía diez años en un accidente en su luna de miel, mi hermana mayor Liz se había encargado de mí hasta ese día, cuando un estúpido borracho chocó su coche contra el de ella, provocando la muerte inmediata de ambos.
Tenía mi cabeza enterrada en mis rodillas. Entonces una mano tocó mi hombro.
- ¿Finn? -dije secándome las lágrimas.
- Ey peque, lo siento mucho.
Eso fue lo único que dijo antes de abrazarme. La verdad es que Finn era lo más parecido a un amigo que tenía.
De hecho, su hermano Nick había salido un par de años con Liz.
Me percaté de que en realidad toda la familia Wolfhard había llegado.
- Lo siento mucho, _____ -dijo Nick-. Era una gran persona, no se merecía esto.
Suspiré asintiendo. Mary, su madre, se acercó a mí.
- Cariño cuenta con nosotros para lo que quieras. ¿Ya sabes dónde te quedarás?
- No, la verdad es que no tengo más familia...
- Entonces ven con nosotros, si quieres puedes quedarte hasta que encuentres algún sitio.
La miré fijamente. ¿Hablaba en serio?
- _____, Liz salió con Nick, por ello la conocíamos muy bien y a ti también, sabemos lo buenas personas que sois. Por eso cuenta con nosotros para lo que sea -continuó Mary.
- Pues g-gracias...
Miré a Finn y me di cuenta de que había entrelazado nuestras manos.
- No llores, nena -me susurró al oído-. ¿Podéis dejarnos un momento a solas?
Nick y sus padres asintieron y salieron fuera del hospital durante unos minutos.
- No te mereces esto, lo sé -dijo acariciando mis mejillas-. ¿Recuerdas cuando nos besamos cuando teníamos cinco años? Fuiste mi primer amor, y realmente sigo amándote.
Empecé a llorar al recordar esos momentos, cuando aún era feliz.
- No llores esta noche, recuerda que yo jamás te mentí. Recuerda cuando nos besamos cómo nos sentimos por dentro. Hay un cielo sobre ti, nena...
Por primera vez en doce años volví a tener ese sentimiento, esa necesidad de besarle. Besarle como hacía tiempo había hecho.
Así que lo besé. Junté nuestros labios buscando en ellos el consuelo que me había faltado durante mucho tiempo, y me sentí llena.
- Por favor, nunca llores... Estoy contigo, siempre lo he estado -dijo susurrando sin separar del todo nuestros labios.
- Te amo, Finn.
