PLEASE, DON'T LEAVE...

23 - Princesa

•Alex•

Piper es bellísima, no le hace falta maquillaje, vestidos caros o cualquier otra cosa, simplemente es perfecta.
Jamás me cansaba de mirarla, y sonreía para mis adentros pensando lo afortunada que era por tenerla...
Me gustaba demasiado verla dormir, los gestos y suspiros que hacía al descansar, sus movimientos y a veces algunas palabras eran realmente magníficos de admirar.
No había una sola noche en que no la admirara antes de dormir, o siempre que despertaba a mitad de la noche, encendía la lámpara de noche para poder verla... Estaba tan jodidamente enamorada de ella que no podía esperar para poner el mundo a sus pies...

Una de esas tantas noches en que la admiraba y pensaba en lo mucho que habíamos cambiado, recordé que hacía tiempo no le escribía, y se me hizo un detalle apropiado, ya que saldría temprano por la mañana, necesitaba ir a la revisión de mi discurso, los directivos querían asegurarse de que no dijera cosas muy intensas, de alguna forma confiaban en mí, pero no tanto... Así que, cuando despertara quería que encontrara una nota de mi parte...

Comencé a garabatear en los bordes de la hoja sin pensar nada en concreto, sonreía como tonta solamente de verla ahí descansando a mi lado, era tan tierna, y vaya que había cambiado desde que nos conocimos... Ya no había rastros de su personalidad engreída, ya no era la típica niña rica y presumida, o al menos a mí ya no me lo parecía...
Era una princesa para todos, usando ese término de una manera no muy en forma de halago, pero ahora, era mi princesa... Así que, movida por eso, comencé a escribir...

PRINCESA

Mi princesa tiene unos ojos azules y preciosos,
Los más dulces del mundo, pero también se transforman cuando un brillo perverso los invade al mirarme...

Mi princesa no necesita vestidos o tiaras, mi princesa usa jeans, lee libros, dice groserías al vibrar en mis brazos y duerme con mi camiseta puesta como si fuera pijama...

Ella no necesita de principes que la rescaten, puede hacer todo por ella misma, es fuerte aunque también muy vulnerable de vez en cuando...

Al mirarla dormir me es imposible apartar los ojos de ella, es tan preciosa...

Se levanta sin bragas, a veces cubierta por mi camiseta holgada, otras veces como Dios la trajo al mundo...
Se sube a horcajadas sobre mis piernas y me dice con voz adormilada:
"Estuviste increíble anoche amor, ¿te apetece tomar una ducha?"

Y enciende todo en mí otra vez, me provoca con malicia y me lleva de nuevo a ver las estrellas, me folla como una diosa y me calma haciéndome sentir amada...

Mi princesa no es una princesa común, es rara como el infierno, pero es más que eso, es amor, pasión, compañía, fuego y agua...

Mi princesa no es de esas princesas que temen ensuciarse, ella hace el desayuno, lava los platos, y tiene un lenguaje bastante sucio...
Pero es perfecta, perfecta para ser amada, para ser mía, para darle todo lo que merece y sobre todo, para ser tratada como una princesa.

Justo al terminar de escribir le eché un vistazo y me dió risa ver cómo me expresé de ella... No pude dejar fuera mis pensamientos sexuales, y no es que Piper se resuma solo a eso, pero a penas aparece en mi campo visual, es imposible desechar la idea de hacerle el amor... Más aún después de lo que logró en mí, si cualquiera de las chicas con las que estuve antes me viera así, tan pasiva con ella, seguramente creerían que me he dado un golpe en la cabeza o que me han borrado la memoria... Pero lo que pasa es, simplemente que me he enamorado por fin, y aunque me resulta un sentimiento bastante confuso, es lo mejor que me he sentido en toda mi jodida vida...