Crystals Of Love

Capítulo 8

Minho tomó en sus brazos a Taemin y se acurrucó a su lado, curvando su cuerpo en el hueco del hombro. Arregló la manta a su alrededor y metió los extremos a través de su cuerpo.

Cuándo hubo terminado, le besó la parte superior de la cabeza y sabía que era el momento. Era hora de desnudar su alma.

Decirle todos sus secretos vergonzosos, las cosas que lo perseguían en sueños y de día.

Hervía de impaciencia, durante toda la noche y sin embargo, había mostrado notable moderación. Minho probablemente estaba dispuesto a estrangularlo, pero esto no era fácil para él y tal vez Minho lo sabía.

-Durante el tiempo que puedo recordar, siempre hemos sido Kai y yo-, dijo en voz baja.

Minho se tensó en su contra -¿Quién diablos es Kai?-

-Mi hermano-, dijo con sinceridad. No era una mentira, porque él era su hermano. No importaba que no compartan los padres, Kai era su ángel de la guarda.

El agarre de Minho alrededor de él se aflojó un poquito y él volvió a suavizar su palma hacia arriba y hacia debajo de su brazo.

-Nadie nos quería cuando éramos jóvenes y así estábamos dentro y fuera de hogares de acogida. A veces nos separamos, otras veces nos quedamos juntos, sobre todo en los hogares de grupos de algún tipo. A medida que fuimos creciendo, nos rebelamos, sobre todo si nos iban a colocar separados. Nos metimos en problemas, muchos-.

Minho le dio un beso en la sien y dejó sus labios ahí un largo momento, ofreciendo su apoyo silencioso.

Taemin reflexionó un momento, en la mejor manera de obtener los elementos básicos de su pasado sin tener que gastar mucho tiempo en los detalles.

La historia no era mucha, definitivamente no era todo corazones y flores. Lo último que quería era que Minho sintiera lástima por él, pero tenía que saber lo suficiente como para entender en lo que se estaba metiendo.

Taemin sabía que no lo querría después de descubrir el desastre que era, pero al menos tenía una noche más en la que podía fingir que las cosas eran muy diferentes.

La tristeza se apoderó de él y sabía que se notaba en su expresión. Minho rozó los nudillos hacia abajo en su mejilla y él pudo ver su ceño fruncido por el rabillo del ojo.

-Dime, Taemin. No va a hacer la más mínima diferencia-.

Pero él sabía que lo haría, siempre fue así, siempre lo haría. Taemin respiró hondo y se lanzó hacia adelante. Es mejor acabar con esto rápidamente, al igual que rasgas fuera un vendaje en lugar de pelar lentamente.

-Cuando yo tenía dieciocho años, tuve un grave accidente de coche. Estuve en el hospital durante meses, me rompí las dos piernas, realmente era malísimo. Tuve que aprender a caminar de nuevo, básicamente, muchas horas de terapia, el dolor era insoportable. Me enganché a los analgésicos, al principio, usarlos era absolutamente una necesidad médica legítima. Cuando me los tomaba, todo era mejor, no había dolor. Me hicieron confiado, capaz de enfrentarme al mundo, ellos hicieron que todo no pareciera tan malo y sin esperanza. Empecé a necesitarlos, no por el dolor físico, sino también para el bienestar emocional, cuando traté de dejarlos, fue horrible-.

Un gruñido escapó de la garganta de Minho y él parpadeó para contener las lágrimas.

Por supuesto que lo había desaprobado. Estaba probablemente hastiado de su debilidad.

Minho no lucia como una persona que alguna vez necesito de algo o alguien. Era fuerte, él no lo era, nunca lo había sido.

-Por eso fue el cargo de posesión de drogas-, murmuró. -Yo ya no era capaz de obtener la prescripción de mi médico y el dolor y los efectos psicológicos fueron tan horribles, simplemente no pude hacer frente, así que hice algo estúpido y yo los compré. . . ilegalmente. Lo malo es que ni siquiera los utilice, me quedé atrapado en una redada, no tenía una receta. Fui arrestado por tener tres tipos de sustancias controladas, salí con un tirón de orejas, pero fue una lección difícil de aprender. A pesar de que fue bastante ligero, jodio mucho para mí. Es difícil conseguir un trabajo cuando se tiene una detención en tu record. Nadie quiere contratar a un adicto-.