Crystals Of Love

Capítulo 19

Taemin esperó sin aliento con anticipación, nerviosismo, su estómago estaba lleno de mariposas.

Minho estaría en casa en cualquier momento, le envió un mensaje para hacerle saber que ya había salido de la oficina, ninguna otra cosa, sin instrucciones, nada acerca de sus planes para la noche y a la luz de su discusión de corazón a corazón de la noche anterior, tenía una muy buena idea de cómo quería que esperara por él cuando llegue.

Una señal de su aceptación, su obediencia, su voluntad y deseo de someterse a él. Forjar el tipo de relación que ambos querían, Minho estaba dispuesto a suprimir sus propios deseos y necesidades sin cualquier vacilación, por los parámetros de la relación que había descrito y tal vez esa fue la gran razón por la cual estaba tan dispuesto a aceptar sin reservas las cosas

Porque él no había pedido, no le había dado un ultimátum, él le había dicho cómo quería las cosas pero con la misma rapidez le hizo saber que si no era capaz a comprometerse a su estilo de vida, él se comprometería a tomar lo que fuera con lo que él se sintiera cómodo, todo, le daría todo.

Taemin quería hacerlo feliz porque es lo que lo haría feliz, se quitó la ropa y la arregló en una pila ordenada en uno de los cajones que había asignado para su uso, todavía mantenían residencias separadas, aunque cada vez más de sus pertenencias se habían colado en su apartamento. El miró la hora y sabía que podía estar llegando en el ascensor ahora, apresuro su camino hacia sala de estar y con mucho cuidado se arrodilló en la alfombra de felpa en una posición que le proporcionó una visión de las puertas del ascensor. Minho lo vería tan pronto como saliera, pero lo más importante, lo primero que vería al entrar al apartamento sería a él esperando, sumiso, dándole lo que más quiere de él.

Los minutos pasaban con lentitud agonizante, silencio descendió el apartamento y sólo su suave respiración se oía y a continuación el sonido del ascensor que llegaba. Su pulso se aceleró cuando las puertas se abrieron y el miró al frente, ansioso por ver su cara, su reacción al verlo.

Minho entró maletín en mano enfocándose en el inmediatamente y el maletín se deslizó de sus manos, golpeando el suelo con un golpe suave.

-Bebé- susurró.

Sólo una palabra, pero transmitía una gran riqueza de significado, sorpresa, alegría, alivio. El calor inundó sus ojos y de inmediato se oscurecieron de deseo, todo su rostro se suavizó cuando antes había habido líneas grabadas en la frente y la mandíbula había estado tensa. Parecía distraído, como si hubiera tenido un día agitado en el trabajo, todo eso se desvaneció mientras caminaba hacia él, su atención exclusivamente en él, su mirada ni una vez dejándolo, se detuvo justo delante de él, con la mano profundizando en su pelo, acariciando a través, luego ahuecando su mejilla y acariciando la línea de su mandíbula.

-¿Cuánto tiempo has esperado así- le preguntó en voz baja.

Taemin sonrió, inclinándose ante su toque como un gatito. Estaba hambriento de él, todo un día de espera y deseo, dolorido por la necesidad, queriendo reafirmar lo que ya habían decidido la noche anterior. Taemin quería tranquilizarlo, pero quizás el necesitaba esa seguridad, aún más.

-No mucho, escribiste cuando saliste de la oficina, esperé un poco y luego entré en la sala de estar para verte cuando te bajaras del ascensor así tú me podías ver - terminó en silencio.

-Nunca he visto un espectáculo más hermoso cuando llego a casa desde el trabajo, cariño, nunca pensé en llegar a mi hogar para esto para ti, justo como estas, tan suave y dulce. Tú haces que me olvide de todo lo demás excepto tú y yo y el mundo que hemos creado-

-Bueno- dijo con voz ronca - Yo quiero eso para ti, tú haces tanto por mí, quiero hacer lo mismo por ti-

Minho le sonrió, sus dedos frotando ligeramente sobre sus labios - Lo haces, me has hecho el día, verte así. Ni siquiera puedo recordar mi mal día o lo que pasó en el trabajo, no, incluso no me importa un comino, porque ahora estoy aquí contigo y nada más importa-