Le ofrecí a Ridgewell pasar el rato junto conmigo en mi oficina mientras firmaba los últimos documentos del día, quizá así podría comenzar a formar el vínculo de lealtad que tanto he estado buscando con él. Como siempre, aceptó y en silencio se posicionó a un lado del escritorio, manteniendo sus modales militares a toda costa.
De poco a poco, fui entablando una conversación aparentemente casual con él, dando de vez en cuando uno que otro estímulo al pasado con el fin de que me hablase un poco de lo que había sucedido con ellos después de mi partida, pero no arriesgándome tanto como para que se escuchase forzado, siempre manteniendo mi atención en las firmas, como si esa conversación tan banal no fuese de mi genuino interés.
Lo único útil que llegó a decir fue que le alegraba haberme encontrado, y agradecía el lugar que había adquirido en la Armada Roja.
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Red Army; the beginning of the chaos.
Fanfiction» Bitácora de actividad del Red Leader a.k.a Tord Larsson. ❝ ¿𝚄𝚗 𝚖𝚘𝚝𝚒𝚟𝚘? ¿𝚄𝚗𝚊 𝚛𝚊𝚣𝚘𝚗? 𝙽𝚞𝚗𝚌𝚊 𝚕𝚊 𝚟𝚒 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚒𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚊𝚛𝚒𝚊. ¿𝙳𝚎𝚋𝚎 𝚎𝚡𝚒𝚜𝚝𝚒𝚛 𝚞𝚗 '𝚙𝚘𝚛 𝚚𝚞𝚎' 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚎𝚕 𝚍𝚎𝚜𝚎𝚘 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗�...