Entrada 14. | 27/11/2023

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Le ofrecí a Ridgewell pasar el rato junto conmigo en mi oficina mientras firmaba los últimos documentos del día, quizá así podría comenzar a formar el vínculo de lealtad que tanto he estado buscando con él. Como siempre, aceptó y en silencio se posicionó a un lado del escritorio, manteniendo sus modales militares a toda costa.

De poco a poco, fui entablando una conversación aparentemente casual con él, dando de vez en cuando uno que otro estímulo al pasado con el fin de que me hablase un poco de lo que había sucedido con ellos después de mi partida, pero no arriesgándome tanto como para que se escuchase forzado, siempre manteniendo mi atención en las firmas, como si esa conversación tan banal no fuese de mi genuino interés.

Lo único útil que llegó a decir fue que le alegraba haberme encontrado, y agradecía el lugar que había adquirido en la Armada Roja.

Red Army; the beginning of the chaos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora