Capítulo 13

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Realmente muy hermosas las nenas. Entonces mientras regresabamos a casa me contaban todas las cosas que hacían en clases, me enseñaban dibujos, sus tareas y aveces cantábamos en todo el camino.
Al entrar, ellas se iban a sus habitaciones a cambiarse de ropa. Mientras yo les preparaba merienda (porque en el comedor les daban el almuerzo), les daba sandwiches de jamón y queso, junto con un vaso de leche tibia para después empezar a realizar las tareas escolares que yo misma revisaba después.
En una ocasión en que preparaba el café, no sentí llegar a Will tan temprano, cuando las niñas sin fijarse que estaba ahí me decían.
-Mami, ya terminamos las tareas, podemos jugar un ratito?
-Vayan, en un momento se los reviso.
-Pueden salir. Ella y yo vamos hablar en este instante.-entonces, en ese segundo me dí la vuelta y lo ví, estaba muy enojado, decepcionado, desconsertado y las niñas que aún no se habían ido me miraban asustadas y salieron corriendo a sus habitaciones.
-Podemos hablar?-me preguntó más calmado y yo solo asentí.
En los 10 minutos que quedamos callados lo miré a los ojos. Esos ojos grisáceos que me hipnotizaban tanto y a cada minuto, su boca tan deliciosa y sin querer humedecí mis labios hasta que él me dijo derretido.
-No me mires así-y yo sonreí-el asunto es que nunca había visto a las niñas tan felices desde el día en que se me murió mi Beatriz. La amaba con el corazón y el alma, las hacía bailar, cantar y reir. El doctor nos dijo que no podíamos tener más hijos ya que Beatriz estaba enferma y podría perder la vida hasta que concibimos a Alicia. Ya sabíamos las probabilidades de que mi mujer sobreviviera y eso a ella no le importó, se cuidó mucho, hacía lo que el ginecólogo le pedía hasta que nació la bebé. Beatriz estaba muy cansada pero estaba feliz, duró una semana en el hospital y murió. Quedé muy dolido y satisfecho también porque conoció a la pequeña, la bendijo, la acurrucaba y le cantaba hasta que murió teniéndola en sus brazos.
Camila le conmovió mucho la historia. Lo que tuvo que pasar para estar ahí donde está ahora.
-Entonces-prosiguió él- lo que te quiero decir es que ninguna otra mujer se ha ganado el corazón de mis niñas como lo has hecho tú. Desde que te ví he visto el trato, el cariño, el amor y sé que las quieres un montón y tengo que decirte algo. Si no te lo digo ahora no tendré otra oportunidad. Quiero decirte que te amo con las fuerzas de mi corazón, estoy enamorado de tí como un loco y cada vez que te siento cerca...
-...Siento maripositas en el estómago, al tocarme esa corriente eléctrica pasa por mi cuerpo, empiezo a temblar cada vez que te miro y al ver tus ojos grisáceos me hipnotizan tanto hasta perderme en ellos y esa boca tan deliciciosa y sabrosa que me muero por besar una vez más, me gustas mucho, estoy muy enamorada de tí y te amo como nunca amé a nadie.-Finalizó Camila

Mi viaje al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora