Tal Vez.

Parte 2

Sonó mi alarma y desperté de golpe, sabía que no era una mañana cualquiera, sino que era "la Mañana", estaba a punto de emprender la aventura más emocionante de mi vida y yo eso lo sabía.

Tomé mi maleta y emprendí mi viaje hacia el aeropuerto junto con mis padres.

-Esperamos que te vaya de lo mejor y que disfrutes demasiado tu estadía allá, sabemos que estas cumpliendo una de las metas mas grandes de tu vida y si tienes éxito o no, sabes que te apoyaremos hasta el final. – dice mi madre con una sonrisa enorme y lagrimas en sus ojos, mientras mi padre la abraza por el hombro y tiene la misma sonrisa.

- te amamos y pase o que pase estaremos para ti, mi pequeña. – dice mi padre mientras nos abrazamos.

Estaba feliz y nerviosa, entre la semana había tenido una vídeo reunión con Ovy y otras personas más, quienes me explicaban un poco del proyecto, mencionaban que no darían quienes eran los artistas con el que íbamos a trabajar, ya que querían que fuese sorpresa.

HORAS DESPUÉS

Al llegar al aeropuerto me dejaron saber que ellos mismos pasarían por mí al aeropuerto, para después dejarme en un pequeño apartamento, donde temporalmente me quedaría. Al llegar a la salida del aeropuerto tomo mi celular y me dispongo de llamar a Ovy.

-Hola, buenas tardes, solo llamo para avisar que acabo de aterrizar, y la verdad es que estoy algo perdida. - suelto una risita mientras miro a todos lados tratando de ver a alguien conocido.

- Oh, perfecto, nosotros estamos justo en la entrada del aeropuerto, aquí hay taxis y demás, acá te esperamos. - ¿Dijo que me estaban esperando? ¿él y quien más? Tuve una micro emoción, pero me contuve ya que no me debía hacer ilusiones, vengo profesionalmente como para comportarme como una fan loca en estos momentos.

Al llegar a la entrada escucha que alguien hizo sonar el claxon y veo una suburban grande, gris, en la cual veo a Ovy salir junto con otro chico que no tenía ni idea de quien era. Es verdad que me desilusione un poco, ya que en lo profundo de mi corazón esperaba ver a Paulo.

- ¡Hola! – Me saluda Ovy como si nos consideramos de años, y me da un pequeño abrazo. Me sentí cómoda, ya que hizo que esto no fuese tan formal.

- Hola, espero no haberlos hecho esperar tanto tiempo, mi nombre es ____. - dije algo nerviosa y penosa, mientras miraba a los dos grandes chicos, vestidos lo más informal posible, lo cual me dio un pequeño aire de confianza.

- ¡Un gusto bella dama! Vayamos al departamento, ahí nos presentamos mejor, sube. – Me ayudaron a subir mis grandes maletas, mientras abría la puerta trasera del auto.

- Espero que te sientas cómoda, nuestro equipo de trabajo es pequeño pero profesional, aunque es verdad que nos tomamos todo con seriedad y en los momentos libres tratamos de ser lo más unidos, somos como una familia todos. – Dice Ovy con una sonrisa mientras me mira por el espejo retrovisor.

Estaba admirando la ciudad por la ventana, era lo más maravilloso y eso que solo es una ciudad, aquellos edificios enormes, me sentía en otro país, pero a la vez me sentía tan cómoda. Al llegar a los departamentos, el cual era un edificio lo bastante grande, los chicos me ayudan con mis maletas mientras se siguen presentando y me siguen hablando un poco del proyecto.

- ...Se que es demasiada información la que te estoy dando, pero pronto agradecerás todo eso. – Suelto una pequeña risita mientras caminamos por el pasillo que daba hacia el próximo departamento temporal.

- Me parece excelente, espero acoplarme muy bien con ustedes. – miro a los dos chicos.

- Casi lo olvido, yo soy el más conocido como The Kristo Man, tratamos de mantener mi identidad secreta por cosas personales, así que, si deseas subir alguna historia a Instagram o cualquier red social, espero que respetes mi decisión. - me lo dice de manera severa, pero después sonríe un poco.