Pasaron los días y ya se había llegado la hora de conocer al artista, ya que al parecer se había tomado unas merecidas vacaciones de tanto trabajar. Me encontraba en mi oficina, la cual no era completamente mía, la compartía con Kristo.
- ¿Aló? – Ese era Ovy contestando su celular, supongo que es el artista, ya que iban a ir por él al aeropuerto. – Listo, hermano. En un momentico te vemos.
- ¿Era él? – le cuestiona Kristo.
- ¡Ay basta, chicos! El hombre ya esta aquí, digan ya quien es. – en todos estos días no quisieron decirme nada acerca del artista, en una ocasión estuve a punto de sacarle toda la información a Ovy, pero Kristo lo paro en seco y comenzamos una pequeña discusión.
- Sorpresa. – dice Ovy mientras agita sus manos de un lado a otro. - ¿nos acompañas al aeropuerto?
- No, gracias. Tengo un par de cosas por hacer, ya es viernes y quiero tener libre todo mi fin de semana. – les doy una sonrisita de ángel. Siempre se burlan ya que trabajo hasta al cansancio los viernes para poder tener libres los fines de semana, dicen que soy la niña ñoña. Además, con estos chicos la fiesta no para nunca.
- ¡En un rato nos vemos, ñoña! – grita Kristo mientras ambos salen de la oficina riendo.
- Con cuidado. – Seguí haciendo mis cosas y lo hice más para distraerme, no quería que mi mente se hiciera ilusiones de que el artista era paulo, aunque si lo es debo comportarme como una persona seriamente profesional.
Al cabo de un par de horas ya había terminado todo mi trabajo y había decidido tomar una ducha. Me encontraba en la sala hablando con mi mama por mensajes de texto, cuando escuche varias voces, era un escándalo.
- _________, baja! – Esa era la voz de Ovy, se escuchaban risas, calculaba que eran unas cinco personas allá abajo.
Comencé a bajar por las escaleras y mi corazón se paro en seco cuando vi una cabellera rubia. Hubo un momento en que todos, absolutamente todos me voltearon a ver.
- Ho—hola. – les regalé una pequeña sonrisa a todos mientras agitaba mi mano en forma de saludo.
- Chicos, ella es _____. – Kristo me hace una seña para que me acerque más a ellos.
- Hola yo soy Alan. – Era un chico con barba y algo llenito.
- Mi nombre es Edu, un gusto. – me extiende su mano. Este era un chico bastante guapo, con su cabellera oscura.
- Yo soy Nahuel. – me regala una pequeña sonrisa y también extiende su mano el rubio.
Mientras todos ellos me estaban saludando, note que paulo estaba platicando con Kristo, cuando al fin noto que solo faltaba él de presentarse se acercó.
- Y yo soy Paulo. – Ya lo sabía, hermoso. Pienso y le sonrió mientras nos estrechamos las manos. Era hermoso ¡Ay esos ojos!
- Un gusto conocerlo a todos y espero que nos llevemos muy bien todos. – todos sonrieron y asintieron con sus cabezas tratando de dejar en claro que estaban de acuerdo.
- Bueno, vayan a dejar sus maletas y prepárense que en la noche se viene una ¡buenísima! – Ordena Ovy y mientras mencionaba lo ultimo rozaba sus manos de manera malévola. – La armaremos como nunca.
Todos obedecieron y se fueron a la planta alta, donde se encontraban las habitaciones, yo iba detrás de ellos, pero yo solo iba a mi habitación. Ay no. Los primeros tres chicos dieron vuelta en el pasillo de la derecha y Paulo y yo dimos vuelta a la izquierda. Se detuvo en seco y volteo conmigo.
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Tal Vez.
FanfictionMi nombre es _____, mi sueño al parecer se había convertido en realidad, pero no sabía que esa realidad se iba a enfocar en un par de ojos azules.