Protect Me ➳ Lee Taeyong [RESUBIDO]

33.

Ten estaba esperando un poco ansioso a quien formaría parte del asesinato de esas personas, no estaba seguro de que él aceptara ya que Hendery era muy complicado, pero esperaba eso.

Se abrió la puerta, dejando ver a un Hendery vestido por completo  de negro, haciéndose ver más rudo de lo normal, se sentó enfrente del mayor mientras lo miraba tranquilo.

–¿Para qué me citaste Ten? – preguntó sin siquiera saludar, no era una persona que le gustaba dar rodeos.

– Necesitamos el señor Song y yo tu ayuda. – él menor se cruzó de brazos. – Verás, desde hace un par de meses estamos planeando el secuestro y el asesinato del hijo y los sobrinos del señor Lee. – el menor abrió un poco la boca.

– ¿El señor Lee? ¿El empresario famosísimo que tiene una gran línea hotelera? – el tailandés asintió con fastidio – ¿Qué tiene que ver ese hombre con Song?

–Que son conocidos y que... el señor Song odia mucho a Lee, por eso quiere matarlos para hacerlo sufrir tanto como él lo hizo. – Hendery solo cruzó sus piernas. – Y hay algo a lo que esos chicos son muy débiles.

– ¿A qué? – preguntó mientras pasaba saliva por sus labios.

– A sus novias... – dijo simple. –  A veces el amor los vuelve tontos. – el chino lo miró con el ceño fruncido, aún no encontraba a la chica que quería y se estaba volviendo loco.  – Aquí hay unas fotos de ellos. – él le mostro la foto en la tablet, le hizo zoom en las caras de cada uno, se veían como personas demasiado buenas.  – ahora pasa la siguiente, para que veas a sus noviecitas. – Hendery miró la foto y sus ojos se abrieron más de lo normal, toda esa calma que tenía se esfumó en segundos, le hizo zoom a uno de los rostros de las chicas y era Sunhee, su chica a quien tanto la había buscado. – ¿Qué te pasa?

–Los quiero matar. – susurró mientras miraba la foto y se fijaba de que Sunhee tenía el cabello negro, Ten sacudió su cabeza sin entender nada. – Sabían dónde diablos estaba mi chica y no tuvieron el valor de decirme, me dan ganas de matarlos a todos ustedes. – bramó muy molesto, estaba todo rojo y furioso.

– ¿De qué o quién hablas? – preguntó el mayor sin comprender aun.

– Que está chica. – le mostró la foto, señalando a la pelinegra. – Es de la chica que he buscado durante meses, para que sea mi esposa, he matado a tantas personas que no me quisieron dar información y ustedes lo sabían. – Ten estaba muy sorprendido por eso.

– ¿Park Sunhee es la chica que buscas? ¿Cómo? – habló todavía aturdido, solo flexionó las piernas mientras trataba de controlarse, para no estallar.

– ¿Park Sunhee?, ella se llama Kang Sunhee. – el tailandés tiró un brinco, dándose cuenta de que había sido un ciego, tuvo las cosas en sus ojos y no se dio cuenta, era un puto idiota, un verdadero idiota. – La conocí antes de que apresaran a gran parte de mi familia y a la otra la mataran. – ella era Kang Sunhee, hija de unos grandes agentes y las otras también lo eran, por eso se les había parecido, se sentía torpe, estúpido. Y de inmediato se recordó de Iseul, Shin Iseul, ella estaba dentro y sentía que algo bueno pasaría dentro de todo, que la mataría.

–Oh mierda. – dijo mientras tiraba su cabello hacia atrás. – Me abriste los putos ojos Hendery. – el chino pestañeó varias veces, estaba molesto, pero no más que Ten. – Esas tres son agentes de una organización que buscan atrapar a redes de los delincuentes muy peligrosos en Asia, y tu amorcito fue quien ayudó a que tu dinastía cayera, además está de novia con uno de esos riquillos. – el chino sentía su sangre arder, tan solo imaginarse que uno de ellos, abrazados y besándose le daba tanto asco.

–Iré por ella. – él trató de levantarse, pero Ten lo impidió, tomándolo del brazo y haciéndolo sentarse, Hendery tenía el ceño fruncido.

–No te desesperes Hendery, después que los secuestremos y matemos al chico, ella será toda tuya y podrás hacer lo que quieras con ella... Pero escúchame sí mandas gente ahora puede ser que te atrapen, no se sabe cuánta gente hay vigilándolos, tenemos que atacar en un momento exacto, no hacerlo porque tu obsesión es tan fuerte que no te puedes controlar.

– No estoy obsesionado, la amo... Cuenten conmigo, pero sí los ayudo no podrán hacerle nada a ella y luego que maten al que me está quitando la chica, me la llevo. – a Ten no le quedaba de otra, Hendery tenía mucha gente de su lado, además el idiota era inteligente, esperaba que su debilidad por la chica no le jugara en contra.

– Está bien. – ambos sellaron el trato dándose un apretón de manos. Hendery solo se retiró.

➳

Ten entró en la oficina del señor Song, estaba tan avergonzado de no haberse dado cuenta de la verdad, y sabía muy bien, que cuando se lo informara a su jefe este iba a estallar, quizás lo mataría por idiota.

– ¿Qué pasó Ten? – estaba con un cigarrillo entre su boca, se lo sacó y expulsó todo el humo de este.

–Tengo que darle una información, esto podría dañar todos los planes. – el mayor muy interesado lo único que hizo fue apagar el famoso cigarrillo.

– Ten, sólo dilo. – habló calmado, según él nada podía ser tan malo.

– Resulta que las novias de los tres escuincles, son en realidad agentes encubiertos de EIOGS. – esto sí era malo, Song lo miró con molestia, esto era la gota que derramaba su paciencia.

–¡¿Qué mierda?! – bramó muy molesto. –¡¿Cómo diablos no te diste cuenta?!  – el tailandes tiró su cabeza un poco detrás y luego cruzo sus brazos.

–Sí le soy sincero no me lo imaginé, investigamos mucho y fueron muy buenos con las pruebas, nos despistaron a todos... Lo supe por Hendery. – confesó al fin. – Resultó que una de ellas era la chica que tanto buscaba él y resultó ser agente... deberíamos adelantar todo.

–Es lo mejor Ten.

۵

Creo que era obvio.

Editada el 7/7/2020