27.

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Su cuerpo estaba muy golpeado, sentía el dolor infinito en cada parte de su cuerpo, al abrir sus ojos, se encontró con algo que hizo que su corazón casi le saliera por la boca, era horrible, Jaehyun estaba amarrado en la pared, su torso estaba desnudo, solo lo tapaba su bóxer, estaba muy golpeado, su cara y brazos llenos de moretones y cortadas que parecían profundas, su espalda llena de golpes que parecían ser hechos con látigos, esa imagen era tan horrible y hacía que a Youra se le rompiera el alma.

Lágrimas comenzaron a derramarse por su cara, las punzadas en su estómago cada vez se hacían más fuertes y dolorosas, nunca se sintió así, pero sentía que debía protegerlo de cualquier persona, él era como un niño que quería proteger y no lo había logrado.

Cuando trató de zafarse sus manos estaban bien atadas, ella trató de hacer lo posible de romper la cuerda con sus dedos, pero no podía, tampoco con sus pies porque estaban bien atados.

–Debo salvarte Jae. – dijo en un hilo de voz, tratando una y otra vez.

–Aceptemos que no hay salvación. – tosió, de la boca del chico salió mucha sangre, la cabeza de Youra iba a estallar de la furia, necesitaba salvarlo. La puerta se abrió agresivamente sorprendiendo a Jaehyun quien ni siquiera podía moverse.

– Es tu hora Jaehyun, los demás están muertos. – habló un hombre vestido elegantemente, con un demonio en su sonrisa y otro demonio en su arma. – Luego sigues tú, agente Youra. – el apretó el gatillo y  ella logró desatarse, trató de desviar la bala pero era demasiado tarde había impactado en el cuerpo del chico, ella corrió hacia él y miró como la sangre del chico no paraba, trataba con sus manos de pararla, pero no, esta no dejaba de correr, como las lágrimas de la chica, ella revisó su pulso y es que, el castaño había muerto. Todo el rencor hacia ese hombre, estaba subiendo más, cuando giró su cabeza el hombre había presionado el gatillo, toda su vida paso por sus ojos en ese momento y la bala impacto en su cabeza, en ese momento todo se volvió oscuro.

Youra abrió los ojos de inmediato, sentía como su corazón latía y latía cada vez más, pusó sus manos en su rostro y estaban llenos de lágrimas, trató de limpiarse un poco, también sentía su cuerpo lleno de sudor.

Se levantó de la cama con mucho cuidado, y entró al baño para darse de inmediato una ducha con agua tibia. Luego de media hora, sentía que no podía volver a conciliar el sueño, así que, decidió bajar a la cocina y preparar un poco de té. Llegó a la cocina y su olfato reconoció el olor de chocolate caliente, miró a la mayor quien tenía una taza en la mano y se veía muy perdida en sus pensamientos.

– ¿Qué haces aquí Youra? – preguntó Iseul, mientras llevaba a su boca la taza, Youra pestañeó un par de veces.

– Tuve una pesadilla, no he podido volver a dormir. – Iseul se levantó, tomó una taza y vertió del chocolate que había preparado anteriormente en la taza, luego la tomó y se la pasó a Youra quien se sentó en una silla, al igual que la mayor. – ¿Y tú?  – llevó la taza a sus labios y degusto el rico sabor del chocolate.

– Bueno, solo que hay muchas veces donde no puedo dormir. – ella puso la taza un lado. – Últimamente no estoy durmiendo bien... ¿Qué soñaste Youra? – dijo de inmediato para no seguir hablando de su falta de sueño, que en esos momentos era causado por toda la situación que estaba viviendo.

–Bueno...– empezó a jugar con sus dedos. – Yo tuve un sueño bastante intenso... Soñé que ha  Jaehyun lo habían matado y después a mí, ahora a toda costa debo hacer lo posible para evitarlo. – Iseul la miró seria, eso significaba problemas, no porque era una pesadilla de mal gusto, sino porque eso significaba el miedo que tenía ella de que la misión fallará y el miedo es el mayor enemigo de todos, juega con los sentimientos  y pensamientos de las personas y también le hacía recordar el miedo que tenía en su corazón.

–Eso no pasará, nosotras vamos a poder superar esto, no mataran a los chicos, nosotras los cuidaremos. – trató de ser positiva y que esa positividad se le contagiara a su compañera, pero parecía que todos sus esfuerzos eran en vano. – Somos fuertes, necesitamos seguir siendo fuertes por nosotras y ellos ¿sí? – la chica asintió tratando de sonreír.

Iseul se encontraba de nuevo en ese prostíbulo, sabía que era demasiado arriesgado, pero era realmente el único lugar cercano a los negocios sucios de Song que conocía, olor a drogas, a bebidas, y a todo lo asqueroso y fraudulento que existía, sentía como el asco removía sus entrañas.

Vestida casi igual como la última vez, con ropa bastante larga y con su rostro cubierto, mientras veía como había varias bailarinas en el tubo, de inmediato aparto la cara , se acercó a ella una mujer con poca ropa, ella hizo una pequeña mueca.

–Tome. – le pasó un tipo de catálogo, la chica lo abrió y vio una foto de un hombre desnudo, eso no le gustaba para nada. – Espero que encuentre algo que realmente le guste, excepto que les guste las mujeres ahí puede llamarme a mí, estaré totalmente dispuesta a complacerla. – ahí casi vomita, por el descaro de la mujer, no le gustaba para nada.

–No gracias, creo que quizás encuentre lo que busco en estos catálogos.  – la mujer ladeo su cabeza y se fue, Iseul  soltó un suspiro, este lugar era ciertamente aterrador, un lugar tan horrible, empezó a hojear alguna de las fotos, veía en varios los ojos llenos de dolor, de sufrimiento, sabía que muchos no querían estar en ese lugar, vendiendo su cuerpo, que varias de esas personas eran obligadas o quizás necesitaban muchísimo el dinero.

Era una pena, que muchos de ellos tuvieran un destino tan feo, que tengan que aguantar tantos maltratos, no era algo bueno.

Eso despertaba el deseo por apresar al señor Song, así muchas personas serían libres, muchas personas podrían estar tranquilas y hacer una vida tranquila. Después de ver una pequeña parte, decidió marcharse de ese lugar, y sin querer chocó con Hendery.

–Lo siento. – se disculpó tranquila, ese chico no le daba miedo, ya que todo el "prestigio" que consiguió fue gracias a su familia y era un tonto , también era increíble la manera en que se obsesionaba, al grado de matar.

–No hay problema... Por sí acaso yo te he visto ¿verdad? – como sí hubiese sido Sunhee que se lo hubiera topado, se sentía nerviosa.

–Nos vimos el día de la exhibición. –  él chico la moró de arriba abajo, y la recordó. – Bueno adiós. – ella empezó a caminar, dejando un poco sorprendido al menor, que ni la conocía.

Editado el 3/7/2020

Protect Me ➳ Lee Taeyong [RESUBIDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora