Protect Me ➳ Lee Taeyong [RESUBIDO]

34.

Días después...

Youra y Jaehyun, estaban en la mesa, según Jae quería celebrar una cena especial para ambos, así que les había pedido a las cocineras que hiciera algo especial para ambos.

La mesa  estaba muy bonita, decorada con flores azule, y con un mantel de colores muy sofisticados. Jaehyun había planeado eso durante días y hasta les pidió que nadie se atreviera a entrar por la habitación.

– Entonces Han Youra. – la chica le dio un fuerte manotazo al chico quien soltó un gemido de dolor.

–Aún sigo siendo Park Youra... idiota. – dijo tratando de sonar realmente molesta, pero últimamente no podía hacerlo, el chico se estaba comportando muy adorable y atento con ella, debía admitir que le fascinaba esa actitud de él hacia ella. 

– Lo siento, se me había olvidado. – sonrió a medias, porque estaba soportando el gran dolor que tenía en su mano, Youra ciertamente tenía una fuerza increíble, sus golpes dolían.  – Esto será increíble porque estaremos ambos. – ella sonrió.

– Sí, lo creo. – ambos se miraron a los ojos, sintiéndose nerviosos y ansiosos. – Entonces Jae...  ¿Qué hiciste en la mañana? – fue la primera vez en meses, que pasaban tanto tiempo alejados, aunque tuvo que ser llevado por Johnny quien fue con él a todas partes, sin dejarlo en ningún segundo.

– Fui de compras, pensé que te aburrirías así que... ya sabes. – no mentía, pero tampoco decía la verdad de todo, solo buscaba un anillo para ella, no era de matrimonio, ni de compromiso, era de promesa, una promesa de siempre quererse a pesar de donde estuvieran. 

–Oh, sabes que tengo que cuidarte, iría a cualquier parte que tú quieras, aunque no quisiera. – ella se encogió un poco de hombros.

– Por primera vez, no deseaba ser una molestia. – dijo con la mirada puesta en la mesa, la rubia se sintió muy mal por el chico y tomó la mano del chico, quien de inmediato la miro.

–Nunca lo has sido. – él sonrió. – Bueno, al principio sí lo eras. – solo hizo un puchero. – Siempre demostrabas ser un fanfarrón, manipulador y odioso, pero en realidad eres todo un meloso, tierno y adorable.

– Gracias... – dijo con voz chillona, una de las coccineras llevó dos copas de vino.

– ¿Tomar? – preguntó, no creía que en esa "cena" iba a haber bebidas alcohólicas.

–No tiene nada de malo un poquito de vino... Por nuestra relación. – él levantó la copa.

–Por nuestra relación. – ella levantó la copa y ambos la dirigieron a su boca y le dieron un buen trago.

En el transcurso de la cena, ambos empezaron a sentirse mareados y de un momento a otro, todo comenzó a verse oscuro para ambos.

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Doyoung había invitado a Sunhee a una pista de patinaje, ella aceptó ya que le dejarían la casa a el primo menor de él para que pasará un buen momento con su novia.

–Doyoung no sé patinar. – dijo aferrándose a su cintura fuerte para no caerse. Doyoung soltó una carcajada, ella era muy tierna. – No me dejes caer.

–Hee me estas matando con tu agarre. – ella se soltó, pero empezó a perder el balance de inmediato el pelinegro la tomó de su brazo para que no se cayera. – Te ayudaré para que en unas horas sepas a la perfección.

– Que Dios te escuche. – él solo se rió y entraron por completo a la pista. Doyoung tomó ambas manos con fuerza y empezó a desplazarse lento, no quería que se diera muchos golpes. La chica torpemente lo seguía y a veces sentía que se iba a caer.