Parte 5: Esperanza

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Después de pasarlo bien y de haber estudiado más a fondo a los Oricorios, los chicos se quedaron en la isla esa noche

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Después de pasarlo bien y de haber estudiado más a fondo a los Oricorios, los chicos se quedaron en la isla esa noche. Todos acamparon, se quedaron ahí esa noche. Después de pasar la noche en la misma isla, a la mañana siguiente, regresaron a la isla Melemele. Salieron de las 11 AM. Serena estaba feliz por su nueva compañera, Oricorio. Todos estaban en el yate, Sophocles, Mallow y Lillie aún seguían con sueño, por lo que siguieron durmiendo durante el viaje. Ash, Kukui, Serena, Lana, Kiawe y el capitán, junto con sus pokémon seguían despiertos. Aunque no durarían mucho el estar despiertos, Lana apenas se mantenía despierta, entre cerraba los ojos a cada rato. Kiawe está bien, porque él esta acostumbrado a ser tempranero. Kukui descansaba leyendo un libro. Ash estaba a punto de quedarse dormido, pero luego mira a Serena, que seguía despierta. Pensó que tal vez no quería dormirse, Ash creía que seguía feliz por su nueva atrapada. Él se sonroja, por ella.

Sin embargo, no todo era como Ash creía. Serena si estaba feliz por su nueva compañera, pero en realidad estaba triste: sabe que cumplió con su objetivo y que ahora debe marcharse a Hoenn. Vio su bolso, lo abre para sacar un papel que dice qué día y hora debe irse. Lo que leyó la dejó en shock. Quería llorar. ¿Tan poco tiempo estuvo en Alola? ¿Y ahora se tiene que despedir de sus nuevo amigos y de Ash? ¿Ahora? No lo podía creer. Según la información, Serena debe tomar un barco con dirección a Hoenn y la fecha es la misma que el día en el que estaban regresando a Melemele, debía partir a 6:55 pm.

Serena le salió una lágrima, pero no se permitió el dejarse ver a los demás que le pasaba, ni siquiera Ash. Tenía miedo de herirlo. Pero sabe lo que tiene que hacer, y es despedirse. El día de hoy, es el día de las despedidas. Serena debe seguir sonriendo y confiando que volverá a ver a Ash, algún día. Mientras observaba el mar sujetándose del pasamanos, baja la cabeza y derrama unas lágrimas, tal vez así se desahogue. Estuvo poco tiempo en Alola. Es cierto que Ash ha cambiado y dejó su sueño por un tiempo para dedicarse a estudiar y mejorar, pero él es Ash, solo Ash; Serena lo reconocía como tal. Es del quien se enamoró y le mostró sus verdaderos sentimientos. Por fin terminó de llorar sin que nadie la notará.

-"Ahora que lo pienso..."-pensaba Serena.-"Desde que me encontré con Ash de nuevo, no me ha dado una respuesta desde el día en que nos separamos en Kalos. Ash, ¿sientes lo mismo, o no?"

Ash estaba despierto, pero esta con la cabeza en las nubes. Ash mira el techo del yate, pensaba. Con la cara sonrojada, piensa en Serena.

-"Ahh..."-pensaba Ash.-"Hasta el momento, no le he dicho nada a Serena...¿Cómo explicarle lo que sentí ese día? Me quedé aturdido por ese momento, y me gustó, pero... Ahora querrá que le diga algo, pero no sé que palabras decir. Y cada vez que quiero tocar el tema, me avergüenzo o nos interrumpen. En verdad me he vuelto más idiota que antes."

Kukui miró a Ash por un momento. Kukui se veía preocupado por la situación que pasaba Ash. Una vez que lleguen a Melemele, las cosas iban a cambiar.

Después de unas horas, llegaron a Melemele. Todos querían regresar a sus casas para descansar, pero Serena los detiene y les da un aviso a todos.

-Chicos.-decía Serena.
-¿Qué sucede?-pregunta Kukui.
-Verán...esto es difícil de explicar pero,...
-¿Serena...?-pregunta Ash.
-¿Te sientes bien?-pregunta Lillie.
-Chicos...el día de hoy...regreso a Hoenn.

Al escuchar la noticia, sus amigos quedaron petrificados. Estaban muy sorprendidos.

-¡¿QUÉ?!-Mallow estaba muy sorprendida.
-¡¿Tan pronto te vas?!-Lana tenía ojos como platos.
-Pero si acabas de llegar a Alola.-decía Lillie apenada.
-Todavía hay cosas que quiero preguntarte...-decía Sophocles.
-Y yo quería otra lucha con tu Braixen.-decía Kiawe apenado.

Todos se veían tristes. Pero Ash era el más sorprendido, seguía en shock. Se quedó sin habla, no sabía qué decir. Kukui lo nota, tenía que hacer algo para que Ash no se ponga peor. Decidió hablar también.

-Es una lástima...-decía mientras se acercaba a su alumno reboltoso.
-Sí...-Serena saca del bolso los documentos en donde decía la información de su partida a Hoenn.-La verdad es que, me entretuve tanto con ustedes en Alola que se me olvidó por completo el día en que debo partir. Ese día es hoy en la tarde. Lo lamento mucho. Pero la he pasado muy bien aquí en Alola con ustedes.

Serena se veía triste, sus amigos lo notaron y quedaron igual. Ash seguía sin decir nada, pero se movió, bajo su cabeza. Kukui lo notaba.

-Es una pena, pero tengo que irme. Ash, también me disculpo contigo.
-No...-Ash habla bajo.-Está bien. Después de todo, es tu responsabilidad.

Serena ve atentamente a Ash. Estaba frustrado. Para no hacerlo sentir mal decidió no hablar con él.

-Bueno, es una pena, pero antes debes prepararte y comer algo antes de irte.
-Sí, profesor.

Los chicos se despidieron, se fueron a casa tristes.

Al regresar a la casa del profesor Kukui, Serena, Rotom y Pikachu decidieron entrar, pero Ash era el único que estaba afuera.

-Profesor.
-¿Qué pasa, Ash?
-Disculpe pero,...tengo que hacer una cosa, vuelvo en un rato.-se voltea y se va corriendo.

Serena preocupada quiere detenerlo.

-Espera Serena.-Kukui la detiene.
-Profesor...
-Deja que se vaya, creo que debe estar solo por ahora.
-Yo...
-Serena, sé que lo amas.

Serena se sorprendió por lo que ha dicho.

-Ash me lo contó. Me lo contó a mi, como si yo fuera su padre.
-Profesor...
-Y sé que él debe tener también esos sentimientos, y ahora que sabe que te vas, lo devastó. Ni siquiera te ha dicho lo que él siente por ti.
-Yo...
-Creo que ahora, solo puede despedirse.

Serena baja la cabeza triste. Ya no volverá ver a Ash, quizá dentro de mucho tiempo.

Ash seguía corriendo con la cabeza baja, solo corría, a donde sea. Va a donde lo lleve la tristeza. Ash llorá.

-"Serena..."-pensaba Ash.-"Serena...Serena...¡SERENA!"

Por cosas del destino, todo terminó en un triste final. Ash al final no consiguió decirle a ella lo que sentía por ella. Serena quería una respuesta clara de Ash, pero él no lo hizo. No lo hizo antes.
El destino se burlaba del joven entrenador, poniéndole una roca a mitad de camino, haciendo que el joven se tropiece y ruede por el suelo.
Ash no quedó tan herido, solo unos rasguños y suciedad en la ropa fueron los que se impregnaron en él por su ser incompetente. Ash se queda en el suelo.

-Yo...yo...la amo...Soy Ash del Pueblo Paleta, y soy un incompetente...-llora.-Serena, no hice caso el hecho de que te vas ir, tu estancia en Alola fue lo más maravilloso que me ha ocurrido. Si te lo hubiese dicho antes- No. Habría sido lo mismo, soy un tonto. Quiero en verdad decirte lo que siento. Por lo menos, solo quiero decirte eso antes de que te vayas. Yo...

Ash lo meditaba a cada rato. No podía...no. No debía seguir así. Tiene que decirle lo que siente antes de que ella se marche.
Se levanta del suelo, mira a su alrededor. ¿Hasta dónde lo llevó ese deseo de correr? Se dio cuenta de donde estaba, ya había estado en ese lugar antes, estaba en las afueras de las Ruinas de la Guerra, donde reside la deidad guardiana de la isla Melemele.
¿Por qué estaba allí? No lo sabe. No sabe el por qué, pero de algo estaba seguro, está decidido. Tal vez Ash llegó hasta allí por mero deseo. ¿Acaso Ash necesitaba ayuda? ¿Tapu Koko es el que le levantaría las fuerzas a nuestro héroe? No puede ser posible, solo fue una coincidencia, o al menos es lo que creía el joven entrenador.

Sin pensarlo dos veces, el joven Ash se levanta, se limpia, seca sus lágrimas y regresa a la casa del profesor Kukui. Pero se dijo algo así mismo antes de regresar: "me despediré primero de la manera correcta, y una vez que esté con ella hasta el final, se lo voy a decir"-pensaba el joven Ash.

Mientras iba de regreso, por otra parte, Serena ya tenía todo listo para irse. Aún era temprano, así que decidió ir a explorar los alrededores, se despediría de los nuevos amigos que ha hecho y de Ash.

-¿Segura que no quieres quedarte un poco más en la casa?-pregunta Kukui.-Ash puede regresar en cualquier momento.
-Creo que es mejor que no. No todavía. Aún es temprano, así que quiero salir un rato.
-Está bien, pero no pierdas la noción del tiempo. Así podremos despedirnos.
-No se preocupe. Hasta luego.

Serena se va a la ciudad. Kukui la observa, pero luego se voltea y entra de nuevo a la casa. Serena se pasea por el centro comercial de la ciudad, ve algunas prendas de moda, accesorios e incluso compró malasadas para ella y sus pokémon, pero no podía evitar el estar triste. Pensaba en Ash. Si en verdad sentía lo mismo que ella por él, entonces no debería estar triste. Sin embargo, quiere una respuesta clara del chico. Si repasamos los momentos que han vivido en Kalos, el Ash de ese entonces, no parecía mostrar señales de interés amoroso hacía Serena; sin embargo, si se notaba que tenía cierto aprecio el uno por el otro. Ash es un despistado, así ha sido hasta el día en que ambos se despidieron en Kalos. En un principio Ash creyó que ella le diría algo, pero no fue TAN así. Ese momento fue el más impactante para nuestro héroe Ash. Un cambio bastante radical ocurrió en él después de haber recibido el beso. Cuando Ash llegó a Kanto esa noche, no paraba de pensar en todos los momentos que pasó junto a ella.

*Flash Back*

Ash y Serena en AlolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora