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Una niña rubia corría junto a otro niño rubio. Jugaban y reían en un bosque, hasta que se un momento a otro la menor ya no estaba, desapareció, no estaba en ese bosque.

El menor buscaba sin parar a la pequeña, buscando y llamando a su nombre. Las lágrimas no tardaron en aparecer en sus ojos verdes, buscando la sin parar hasta el anochecer.

--- ¡Hermanita! ¡¿Dónde estas?!. ¡Hermanita!. -- gritaba mientras corrí buscando a la rubia.

<meliodas~. Vete del bosque, corre y no vuelvas aquí. Corre. >

El niño ahora con nombre meliodas quedó sorprendido que quedó inmóvil, pero un grito casi ensordecedor hizo que saliera de aquel trance.

<¡CORRE!>

Empezó a corre hasta que se perdió entre la oscuridad de los árboles, un grito se escucho. Era desgarrador, donde aquella pequeña rubia sufría un horrible dolor en su pecho, viendo con odio a aquel ser que llamaba como padre.

--- Tranquila pequeña, en unos cuantos años lo volverás a ver. Pero no ahora, desde ahora entenderás, y te harás fuerte. Todo cambiará para ti. -- decía mientras la niña empezaba a caer de rodillas, perdiendo la conciencia -- soportados un largo tiempo, eso demuestra que si eres su gemela, y te encarnación de ella.

El joven al llegar a su casa o Castillo corrió a una habitación en concreto, donde vio a su padre sentado leyendo un libro.

--- ¡Papá! ¡Papá, mi hermana! ¡Desapareció! -- Decía desesperado con pocas lágrimas en sus ojos.

--- ¡¿Qué?! ¡Se suponía que la cuidarias meliodas! ¡Esto es tu culpa!. -- decía enojado, el menor sólo bajo la mirada mientras se reprimia a si mismo. -- ¡¿Cómo es que es posible que la descuidada?!.

--- Yo... Yo no lo se. Desapareció sin más de mi vista. -- decía mientras miraba el suelo, su mirada se oscurecio. -- Yo... Me voy.

Salio corriendo de aquella habitación a la suya mientras sentía que sus lágrimas no paraban de brotar.

Mientras que aquel padre de los gemelos devolvía su cabello.

--- ¿Qué paso?, ¿Porque ella?. -- decía con lágrimas en sus ojos sin saberlo -- mi pequeña,mi pequeña Ángel negro. Mi pecado del dolor, de la furia de un dragón, ¿qué paso contigo?.

Ambos estaban dolidos sin saber que había sido de aquella joven. Los años pasaron y aquella rubia apareció cambiada, su cuerpo estaba desarrollado ya era más alta que su hermano, al llegar a ese castillo lastimada, herida y llena de tierra.

Que al entrar sostenía su brazo derecho mientras su mirada estaba baja, había logrado escapar después de muchos años. Callo al suelo y todos los presentes corrieron a ella, al verla con detenimiento supieron que era aquella niña que por años buscaron.

--- Mi pequeño ángel negro del dolor y furia de un dragón. Mi retoño más poderoso. Mi pequeña hija. --la abraza sin importarle nada, sus lágrimas amenazaban con salir. -- ¡Llamen a meliodas! ¡Ahora!.

Algunos corrieron por aquel nombrado que al habisarle el abrió sus ojos más grandemente por la sorpresa que corrió sin pensarlo dos veces, al llegar a una habitación y verla recostada en una cama con su cabello rubio alborotado, ropa rasgada y sucia, sus lágrimas empezaron a brotar y corrió a abrazarla.

--- ¡Mi hermana! ¡Mi hermosa hermana! -- lloraba mientras la abrasaba, pero al hacerlo sintió algo en su pecho, era blando, suave y acolchable -- Valla que si has crecido...

--- Lo dice un enano pervertido. -- se escucho una voz dulce pero burlona -- Si que has cambiado hermano.

Una hermosa sonrisa blanquecina y sincera apareció en el rotro de aquella chica, cosa que hizo que el sintiera también.

--- ¡¿Dónde estuviste este tiempo?! -- sonrió un pequeño golpe en su cabeza -- ¡Oye!.

--- ¡No me grites enano! -- dijo la rubia con un puchero. Seguía Siendo aquella niña tierna, adorable cariñosa pero ruda y atrevida. -- Me secuestraron hace unos años, se habían hecho pasar por nuestro padre pero no era él. Lo descubrí... -- pauso de un momento a otro su semblante que antes era de dolor, tristeza y reconoce cambio a una alegre energética y muy sonriente. -- ¿Cómo te a ido?.

Eso se le había hecho extraño a él, cosa que lo confundió pero lo dejó pasar.

Paso el resto de años con su hermano, conociendo así al final el amor de la vida de aquel chico. Pero aquellos días divertidos llenos de alegría, cambiaron derepente después de que Elizabeth muriera.

Ambos hermanos sufrieron después deucho tiempo, ellos se habían enamorado pero la vida no los quería ver así. Llegaron a hacer unos pecados capitales.

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Explicación breve.

Primero que todo no recuerdo demaciado los capítulos a nanatsu no taiza. Así que tendré que ver unos para así saber y hacer los capítulos pero cambiados y diferentes así como para centrarse en la historia.

En fin. Después de esto no hablaré más.

Sentimientos Confusos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora