Capítulo 2

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DOS

10 de Marzo del 2008

-¡Felicidades, Nicky!-Mia grita y se tira sobre mí. Me río y abro los ojos, abrazando de inmediato su cuerpo, como ella está haciendo conmigo desde que se me tiró encima.-Eres ya toda una anciana.-Bromea y yo me río con más fuerza.

-Muchas gracias, Mia.-Después de muchos abrazos corremos al baño a lavarnos los dientes.

Después de lavarnos los dientes y la cara volvemos a abrazarnos y ella me canta la canción de cumpleaños. Está riendo mientras lo hace, por lo tanto la canción suena un poco rara, pero es genial.

-Mamá me envió esto ayer.-Ella camina hasta su armario y saca una caja de bombones.-Así que la guardé para hoy. Para celebrar tu cumpleaños, ya que aquí no hay una mierda.

-Oh, te amo con todo mi corazón, Mia.-Ella se ríe y vuelve abrazarme, después abre la caja.

-Tú primero.-Extiende la caja hacia mí y yo cojo uno llevándomelo a la boca al mismo tiempo que Mia.-Tengo otra cosa para ti.-Dice ella y yo abro los ojos sorprendida. Se pone de pie y nuevamente va hacia su armario.-Feliz cumple, Nicky.

Rompo el papel de regalo rápidamente. Abro el pequeño estuche alargado. Mi boca se abre ligeramente cuando veo una pulsera de plata, con el nombre de Mia grabado en la pequeña chapa.

-¿Te gusta?-Pregunta llevándose otro bombón a la boca.

-Me encanta, Mia. Muchas gracias.-Entonces vuelvo a tirarme sobre ella, dándole un abrazo.

-Mira, yo tengo otra.-Me enseña su muñeca, dejándome ver la misma pulsera, pero con mi nombre escrito.-Es una especie de pulsera de la amistad.-Sonríe y yo imito su gesto.
Mia, al igual que yo, en su colegio era una auténtica marginada. Siempre estaba ella sola junto a su primo Matt, hasta que él tuvo que ir al instituto.

-Eres genial, Mia.-Murmuro.

Definitivamente Mia es mi mejor amiga y la quiero mucho, igual que a Terrence.

Estoy bastante contenta por pasar mi cumpleaños con Mia, pero en cierto modo me hace falta Terrence. He pasado con él todos mis cumpleaños, así que le echo de menos.

-Me encanta el chocolate.-Dice Mia, chupando sus dedos.

-A mí también. Creo que podría pasarme mi vida entera comiendo chocolate.-Ella ríe asintiendo.

Después de terminar las dos plantas de bombones que tiene la caja, bajamos a desayunar. Obviamente antes hemos pasado por la ducha y nos hemos vestido con el uniforme.

Mia hace una mueca de desagrado cuando ve el desayuno. A mí al contrario que a ella, me encanta el desayuno. Es yogur y granola.

En casa normalmente desayunaba más. Mucho más.

Echo en falta las comidas y desayunos de Rita. La granola no estaba nunca en su menú, y aunque en este tiempo me he acostumbrado a comerla, prefiero mil veces los muffins de chocolate y todo lo qur hacia Rita para desayunar.

-Puedes comerte mi desayuno si quieres.-Dice Mia empujando su bandeja hacia mí.-Yo lo odio.

Dudo por un momento. Me gusta el desayuno y me encanta comer, pero las palabras que Anabelle ha repetido tantas veces hacia mí llegan de inmediato a mi cabeza. Niego y dejo mi cuchara sobre la bandeja. De repente ya no tengo hambre.

-Deja de hacer eso.-Mia me regaña. Sus ojos están entrecerrados y su ceño fruncido.

(...)

Cierro la puerta de la habitación con fuerza. Tiro mi mochila al suelo con enfado. Mia deja el libro que está leyendo en la cama y levanta su cabeza hacia mí y me mira con asombro. Rápidamente se levanta de la cama y viene a mí.

𝕿𝖍𝖊 𝖇𝖔𝖆𝖗𝖉𝖎𝖓𝖌 𝖘𝖈𝖍𝖔𝖔𝖑 [𝕱𝖎𝖓𝖆𝖑𝖎𝖟𝖆𝖉𝖆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora