Katastropheia. © 💀🌸

Borron y muerte nueva.

14 de agosto de 2004

— ¿Vas a matarme? — El morbo y la curiosidad eran tan les evidentes que no podían pasar desapercibidos.

— ¿Y tus crees? ¿Que quiero jugar a policías y ladrones? — Respondió con sarcasmo mordaz mientras le apuntaba con el arma en el pecho. Se escucho una ruidosa en toda sala.

A pesar de tener a el verdugo frente a sus ojos, este hombre era totalmente incapaz de dar su brazo a torcer y dejarse someter, miraba con superioridad a la persona que le apuntaba, y es que, hablando de semejante ser vivo, era casi imposible infringirle miedo, y es que con mas de un metro ochenta de altura, Atticus Katastropheia no tenia a que temerle precisamente, era bastante apuesto, si, tenia alguna canas que le dan un aire maduro y aún mas atractivo, pero la oscura realidad de ese hombre, es que detrás de ese rostro encantador se escondía un vil psicópata
Un monstruo sanguinario que infligía terror y torturaba a cualquier persona que no estuviera de acuerdo con el en general, el y solo el poseía la verdad absoluta en lo que decía.

— Deja de jugar con esa arma, y devuelvela de donde la robaste.

— Tu en serio no crees que lo vaya a hacer, ¿No es asi? Piensas que solo quien asustarte.
El solo se encogió de hombros sin despegarle la mirada.

— No creo ni siquiera que seas capaz de dispararla.

Se escucho ruido proveniente de las escaleras, ambos miraron hacia aquella dirección. Un chico de aproximadamente 17 años se encontraba de pie justo cerca del umbral de la puerta, inexpresivo, cuando noto lo que ocurrió ahí, su expresión cambio a una de asombro.

— Hijo, que bueno es verte salir de tu cuarto por primera vez después de tiempo. — El joven ni se inmuto tras escucharlo, seguía viendo la escena, en total silencio.— Damian, dile por favor lo ridícula y patética que se ve apuntando hacia mi.

— Ridícula y patética — Repitió en un susurro para si mismo, empezó a decir cosas inaudibles para los demás, como si fueran solo para el.

— Si, hijo, ¿acaso no lo parece? Aunque, bueno, pensándolo mucho mejor, son dos palabras que la describen a la perfección.

La chica alzo la comisura de su labio en una leve sonrisa.

— No hagas que me aburra demasiado rápido de ti, por favor.

— Dejate de niñerías de telenovela barata y baja esa arma, antes de que me canse de tu actitud y acabes lastimada.

La lluvia golpeaba las ventanas violentamente, como si desde antes presagiaran lo que sucedería.

— Disparale. — Damian tenia los ojos puestos si su padre.-Disparale, hermanita.

— Damian. ¿Que dices? — La mirada de incredulidad de los ojos de Atticus era sorprendente. — Por favor, ¿como puedes decir eso?

— Disparale. — Hizo caso omiso a las palabras de su padre y siguió diciendo: — Vamos, disparale, por todo lo que nos hizo.

Al escucharlo, ella sonrió ampliamente y empezó a reír a carcajadas, como si todo lo que estuviera pasando fuera parte de una comedia bastante divertida y el semblante serio e inexpresivo del chico se oscureció, mostrándose lleno de curiosidad y de diversión por la situación.

— Juguemos un poco y disparale, Blake. Matemos a ese bastardo.