Harry estaba en una cita con Snape. Más concretamente, su décima cita desde que convenció al hombre de que no intentaba espiarlo, arrestarlo o vengarse de él y que solo quería conocerlo mejor. La quinta cita desde que había logrado un beso del hombre y la cuarta luego de que pasaron una hora en su sofá besándose hasta necesitar aire. La tercera desde que Snape le había mostrado lo maravilloso de la masturbación conjunta, y la segunda luego de que Harry había probado las mieles del sexo oral en su primer 69.
No era la cita más espectacular. Una sencilla cena en la sombría casa de un hombre sombrío. Pero si sabías mirar, podías ver destellos de luz en todas partes. Un poco como la bóveda celeste. Un mar de terciopelo negro que sin estrellas se veía ominoso, pero con ellas, el cielo era una fuente inagotable de sueños y esperanzas.
Así es como Harry veía a Severus. Un monto de luciérnagas danzando en medio de un mar de oscuridad.
Por alguna extraña razón, Snape que odiaba la melaza, había cocinado una tarta de ella. Harry no dijo nada y se comió el postre gustoso, luego de una comida bastante saludable con proteínas magras y vegetales.
Ambos hombres se movieron a la sala y Snape le tendió a Harry un vaso de whiskey, apenas un dedo con un par de hielos. Bebieron en un cómodo silencio y Harry lo rompió, agradeciendo la cena a su anfitrión.
Snape asintió en reconocimiento y volvieron a su silencio. Una vez terminado el whiskey, Harry se levantó y dijo que le enviaría una lechuza para otra cita, y esperaba aceptara. Ya se había movido un paso hacía la chimenea cuando Snape desterró los vasos hacia la cocina y jaló a Harry de su camisa, dejándolo caer sobre el sillón.
La fría mirada distante en eses ojos negros había desaparecido y Harry observó algo indefinido en ellos. Como si hubiera fuego detrás de los oscuros orbes. El rostro de Snape parecía más el de un animal hambriento y Harry trago saliva duramente. Se sentía como si fuera una presa de caza y Snape era el cazador.
El beso demandante que siguió a esa mirada, despertó los instintos de Harry, que se aferró con ambas manos a la espalda del hombre mientras este lo tendía a lo largo de aquel sillón, haciéndolo rechinar mientras las llamas de la chimenea crepitaban.
Snape paró sus caricias y cerró con un sencillo movimiento de varita la red flu, también desvaneció la ropa de ambos, dejándolos desnudos. Harry sentía que estaba ruborizado en todo su cuerpo, pero Snape ahora estaba observándolo detenidamente, como si quisiera grabar la imagen de Harry así en su memoria.
Los labios del hombre entonces pasaron a posarse en el cuello del joven y succionaron hasta que Harry gimió, el hombre estaba lamiendo y chupando el mismo punto hasta que una marca morada, casi negra, apareció en el cuello de Harry. Fue entonces que esos labios movieron su recorrido hacia su pecho, dejando sus pezones sensibles y doloridos por esos chupeteos.
El camino de chupetones fue marcado hasta su ingle, donde Harry estaba seguro de que pararía, pero para su sorpresa, Snape continuo sus ministraciones hasta las piernas y luego procedió a chupar los dedos de sus pies, enviando corrientes de placer a su ingle.
Harry estaba sentado en el sofá, cubierto de marcas de amor en todo el cuerpo y con las piernas abiertas, expuesto completamente a merced de Snape y su boca pecaminosa. Cuando Harry empezó a respirar entrecortadamente, Snape movió su boca hacía el miembro erecto de Harry que se encontraba dirigido hacia él, invitándole a probarlo.
Snape aceptó la invitación y engulló la bulbosa y goteante cabeza entre sus labios, salivando y sorbiendo los jugos del joven que estaba gimiendo mientras acariciaba los sedosos cabellos de ébano en la cabeza de su amante.
Harry apenas registro cuando las manos de Snape se movieron hacia sus piernas y las elevaban, colocando una almohada debajo suyo y luego, colocando en un Angulo, aún más expuesto ante el hombre.
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Ma Beauté
FanfictionHarry Potter lleva dos años de relación con Severus, y todos sus amigos y familiares le instan a que lo dejé. Luego de una noche en que se da cuenta que ha dado más de lo que ha recibido, decide irse de la vida de Severus, y termina yéndose de la vi...