Ma Beauté

05.- Vive la résistance! Vive la révolution!

La navidad iba a llegar ese año con muchas sorpresas para los amigos y familia de Harry, incluso los Dursley. Harry había evitado pensar en ellos la mayor parte del tiempo luego de salir de Privet Drive. Primero, por la tarea de cazar y destruir los horrocruxes y entre las muertes de Dobby y Hedwig, la casi muerte de Sirius durante la batalla, y lo poco que estuvieron a punto de morir Tonks y Remus... había poco espacio para más pensamientos horribles en la cabeza de Harry.

Pero estas últimas semanas de viaje, Harry había pasado por muchas partes, y en Canadá conoció a un chamán inuit, que vivía bastante moderno por algún motivo. El chamán se encogió de hombros cuando Harry señalo este hecho y le dijo que no había necesidad de sufrir cuando ya existían cosas como los microondas. Harry sonrió en acuerdo.

Como fuera, este chamán fue un parteaguas en los pensamientos salvajes de Harry.

El chamán le aconsejo que revisara su propia alma y Harry le contestó que eso estaba haciendo. El anciano hombre le sonrió con esa mirada que le recordaba fuertemente a Dumbledore y le dijo sin rodeos—¿Incluso los pensamientos oscuros y dolorosos? —Harry se encogió—Mi querido muchacho, todos somos luz y oscuridad. Tuve un amigo budista que vino aquí una ocasión a buscar la iluminación. Decía que todo se trataba de equilibrio y cuando regresó a su peregrinación, empezó a enviarme a sus estudiantes—.

—Debieron ser tan sabios como su maestro, supongo—Ofreció Harry.

—Ja, ja, claro que no. Él los enviaba por que necesitaban "enfriarse", tomarse las cosas con calma. Todos ellos empezaron a hacer cambios, buenas obras por aquí y allá, pero dejaron de lado la parte oscura de sí mismos. Así que les hacía siempre el mismo experimento, les daba una bolsa de cuero y les decía que la rellenaran con pólvora. Solo no les decía que la bolsa tenía un químico que haría reacción con la misma. Si la pólvora era poca, no estallaría la bolsa, pero si rebasaba cierto límite, la bolsa estallaría—.

—¡Eso es horrible! ¡Pudieron herirse! —.

—Nada más alejado de la realidad, había colocado ciertos elementos para minimizar el daño. Solo tendrían un montón de cuero y grasa líquida en sus manos. Como fuera, la instrucción final es que debían pensar en todos sus pensamientos oscuros, pecados, y errores del pasado y agregar una cucharada de pólvora por cada pensamiento—.

—No lo entiendo, todos tenemos pensamientos oscuros, a todos les estallaría la bolsa—.

—La solución está entre líneas. Jamás dije que no podían sacar la pólvora que depositaron antes. Interpretaron erróneamente que debían conservar la pólvora en la bolsa, pero jamás dije que estuviera prohibido sacarla y meter una nueva cucharada—.

—No creo entender—.

—Harry, todos ellos estaban guardando sus pensamientos, sus deseos oscuros, y un día, pasaría con ellos lo mismo que la bolsa. Cuando guardas algo así de grande en tu alma, un día te explotara en la cara, y no siempre habrá alguien o algo que contenga la explosión. Puedes hacer mucho daño al tomar una decisión precipitada en un estallido de furia. Las personas que se reprimen, con frecuencia dañan sin saberlo a quienes de verdad aman. Otras veces, no saben expresar sus emociones y usan solo aquellas con las que están familiarizados—.

—Creo que entiendo, pero ¿Cómo usar esto? No simplemente da uno rienda suelta a sus emociones—.

—Y nadie dijo que tuvieras, simplemente aprende a dejar la ilusión de que puedes controlar lo que pasa—El chamán le dio un abrazo a Harry—Eres un joven maravilloso, tienes un alma hermosa pero hay tantas heridas en tu corazón que piensas que todo será para siempre, pero no es así. Todo cambia y se transforma, fluye. Tú mismo fluye Harry y deja que la vida te sorprenda. Perdona a los que no pueden perdonarse y deja atrás a aquellos que han querido cortar tus alas—.