COPYCAT ◻Adrinette◻

°Celos°

Adrien Agreste era sumamente celoso y posesivo. Aunque no siempre fue así.

Su relación con la preciosa azabache comenzó a los 15 años y a los 17 sufrió una ruptura de seis meses por una serpiente entrometida.

Luka había sido lo suficientemente fuerte y valiente como para enfrentarse a todo lo que Adrien Agreste representaba.

Todo por una mujer.

Una mujer que ya tenía dueño.

Adrien jamás imaginó llegar a reclamar a Marinette como un objeto o ser posesivo con ella.

Pero los hechos se dieron de una forma un tanto agresiva a los ojos de Adrien que de alguna manera lograron hacer que Adrien Agreste llegara a ser todo un gatito celoso.

Todo había comenzado por un estúpido juego de niños y Adrien lo recordaba a la perfección.

La fiesta en la casa de Alya se estaba cayendo abajo por estar todos tomados. Incluido Adrien y su novia.

—¡YA se! — gritó Alya riendo por nada en realidad. — ¡Jeguemosssss al rey manda! — volvió a reír.

—¡NO! ¡No no nononono! ¡Es un juego para niños. — replicó divertido por la ocurrencia de la morena. Él sólo quería llegar a casa y tener una candente noche de sexo con Marinette. Si es que llegaban despiertos.

Alya se burló de él. — ¿O es que tienes miedo? — preguntó, Adrien sólo negó con la cabeza. — Uuuuuuiiii ¡Señoras y señores! ¡Adrien Agreste tiene miedo! ¡JA JA JA JA JA!

—¡Está bien, está bien! ¡Juguemos! —

Entre rondas y más rondas y muchas copas, los retos que cada vez habían que cumplir subían de nivel.

Hasta que pasó.

A máx le tocó ser el rey esta vez y ordenó. —¡Yo soy el rey señores y lesss ordenó al As de picas y al 6 de trébol que tengan sexo delante de nosotros! ¡Así es! ¡No importa si son dos mujeres y dos hombres! — gritó emocionado con una botella de vodka en mano.

Adrien alentó eso sin saber que su novia en ésa jugada...era el As.

Mostraron sus cartas y en efecto, Marinette era el As y Luka el 6.

Marinette no se mostró muy convencida en su hacerlo o no, por lo que lo consultó con Adrien. Este de tan tomado que estaba no pensó con claridad.

—¡Hazlo bichita! ¡Muestrale como la aprietas! — gritó efusivamente siendo acompañado por todos.

El menos alcohólico del lugar era precisamente Luka. Quien aprovechando ese permiso hizo lo requerido.

Luka penetró a Marinette sin piedad siendo alentado por los demás en el centro del círculo. La había puesto en cuatro sobre el piso y él detrás de ella abrazando posesivamente su cintura mientras mordia su hombro.

No hubo amor.
Adrien lo sabía.

Pero el solo hecho de la mañana siguiente encontrar a Marinette desnuda siendo abrazada por el guitarrista lo había enfurecido. Mucho más el hecho de él mismo haber dado el permiso.

Desde ésa vez Adrien Agreste nunca más tomó alcohol o asistió a fiestas.

Estaba dolido por no haber podido cuidar a su chica. También por la traición de aquel que en ese entonces creyó un amigo.

Por eso cortaron. Porque Luka no dejaba de refregar en su cara que la había hecho suya. Porque no podía quitar ese horrible recuerdo de su cabeza.

Pero él amaba a Marinette. Amaba a su bichita. Ella era y siempre sería suya en cuerpo y alma. Tal como él le pertenecía a ella.

Así que después de retomar su relación, ambos siguieron los concejos de Gabriel Agreste y se deshicieron de ese  mal recuerdo.

Sin embargo, todo dejó secuelas: Adrien Agreste se encargaría de mostrar quien era el dueño de esa princesa. Sin importar quien fuera.

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Capítulo corto que tendrá mucho sentido al final. Ya lo verán.

Al parecer Luka metió la mano hasta el fondo e hizo sentir mal consigo mismo a Adrien.

¿Ustedes qué arían en una situación igual? ¿Perdonarian a Luka aún sabiendo que él sí estaba consiente?