Capitulo 4 • La Despedida

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Ya había pasado un año desde que los dos jóvenes llegaron al orfanato Winstone ,ellos veían ir y venir a niños de diferentes edades ,ellos se preguntaban si alguna vez tendrían la oportunidad de tener una familia y ser felices, pero luego se daban cuenta de que se tenían el uno al otro. En el tiempo que habían pasado allí, los dos jóvenes se conocieron mejor y poco a poco empezaron a considerarse hermanos, se la pasaban juntos todo el tiempo y se contaban todo, no había secretos entre ellos, por lo cual Dan le confesó a María que él ántes tenía una sola habilidad que era la de controlar la naturaleza, también le contó que fue víctima de la cápsula electromagnética y que gracias a esa cosa fue que obtuvo la habilidad de leer las mentes. María quedó atónita ¿Acaso aquella cápsula otorgaba habilidades?

En fin, ella tomó el valor y se atrevió a hacer algo que juró nunca hacer, decirle su pasado, obviamente habían cosas que no recordaba pero le dijo lo necesario, Dan se sorprendió al principio pero después lo asimiló, ya que él también había causado un desastre ántes que lo capturaran, en pocas palabras los dos no eran tan diferentes como creían,ellos se encontraban en el cementerio tratando de descifrar que otras cosas podrían hacer con su habilidades y también si podrían fortalecerlos.

- Te lo digo María, se que puedo lograrlo- dijo Dan.

-Pues yo te digo que es imposible ,no puedes crear una flor combinando dos de distintas especies- decía María mientras trataba de hacer levitar una roca enorme.

-¿Crees que algún día tendremos vidas normales? - preguntó de repente y María dejó lo que estaba haciendo para irse a sentarse en el césped junto a su amigo.

-No lo sé, tal vez las tengamos pero no serán del todo normales, mírame a mí, tendré que usar lentes de contacto toda mi vida- dijo María señalando sus ojos los cuales tenían lentes de contacto color verde hazel que ella había robado unos días después que se instalaron en el orfanato- Pero tú, solo tendrías que tratar de esconder tus habilidades y listo, no tienes nada que te delate a simple vista.

- Si pero llegará un momento en el que pueda explotar y... No estoy seguro de poder contenerme y siendo sincero no quiero causar otro desastre- dijo Dan algo triste y María recargo su cabeza en sus hombro ,si alguien sabía de desastres era ella y sabía exactamente como se sentía.

-Tranquilo, por ahora solo debemos pensar en qué tomar de la cocina, recuerda que hoy es día de buffet y si no nos damos prisa, tomarán los panes de canela y tendremos que comer las de pasas- dijo María haciendo mueca de desagrado y Dan rió.

-Bueno, vámonos - Dan se levantó y María imitó su acción ,ambos caminaron hasta llegar al orfanato.

Al entrar vieron a los niños del orfanato robándose todo tipo de comida, al lo lejos vieron como unos se estaban llevando los panes de canela que estaban en un estante y los dos jóvenes inmediatamente fueron hacia allá y tomaron los panes que pudieron ,corrieron a la habitación de Dan y cerraron la puerta.

-¿Cuántos tienes? -preguntó Dan.

-Tengo... Unos nueve ¿Y tú?

-Aver... Tengo ocho- dijo Dan y María sonrió.

-Te gané ésta vez, pero como soy bondadosa partiré a la mitad uno de mis panes y lo compartiré contigo, mi buen amigo- dijo María con una vez graciosa y Dan rió.

Los jóvenes se dispusieron a tragar gustosamente los panes de canela, pero de pronto oyeron que alguien tocó la puerta.

-Soy yo la señorita Perkins- dijo una voz femenina y María le abrió la puerta- Oh hola María, no sabía que estuvieras aquí- dijo y María le sonrió dejándole ver los panes masticados y Sandy rió.

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