Tire mis cosas en el sofá y comencé a dar pasos para subir a mi cuarto y poder dormir un rato sin embargo mis planes se vieron interrumpidos por un golpe, miré hacia atrás y me di cuenta que se encontraban golpeando mi puerta, pensé en ignorar pero algo dentro de mi dijo que abriera así que eso hice y...
—¿Alexander?—.
Al abrir la puerta me di cuenta que era el, de tanto pensarlo lo había invocado en mi casa... ¿qué diablos estoy diciendo? Él aún me miraba esperando a que le dejase pasar pero mi cuerpo no reaccionaba, estaba inmóvil.
—Entonces... ¿te vas a quedar parado como tonto viéndome o qué?—. Preguntó sin dejarme contestar ya que él ya había entrado. Observó la casa y sus alrededores dando unos pequeños pasos...
—¿Estás solo?—. Se giró para preguntarme.
—Si, lo estoy. ¿Por qué estás aquí?—. Contesté a lo que él frunció el ceño y dijo.
—No puedo visitar a mi amigo?—.
¿Amigo? ¿Acaso lo éramos?
—Por supuesto que puedes solo que... no sabía que éramos amigos—. Respondí.
—Oír eso me rompe el corazón—. Se tocó el pecho y fingió una cara de dolor.
Me encontraba nervioso, demasiado nervioso. No sabía cuales eran sus intenciones para venir pero para ver cómo estaba desde luego que no lo era.
—Tú amigo, Wall-e. Él mencionó a un tal "Kevin" en la llamada, ¿lo conoces?—. Cuestionó.
—En realidad Wall fue el único que habló con el, bueno... entre él e Irna pero no...—. Fui interrumpido con una cara de molestia de su parte.
—Si, si, no me interesa. El caso es que hará una fiesta en la playa como la de la otra noche y los está invitando a tu amigo, y a ustedes—. Lo mire confundido.
—Oh, supongo que gracias. ¿Solo para eso ve...—. Me interrumpió de nuevo.
—No niño, vine para mencionarte que a esa fiesta a partir de las 2:30 de la mañana empezarán a llegar patrullas y se llevarán a cada persona que se encuentre ahí—.
¿Patrullas? ¿Qué le sucede a este loco?
—Entonces no iremos...—. Contesté a lo que él soltó una risa burlona.
—Tus amigos desde luego que querrán ir... Kevin sabe persuadir a las personas que son como tus amigos—.
—¿Por qué debería creerte?—. Mencioné.
—¿Por qué me importaría que no asistieras a una estúpida fiesta?—.
Tenía razón... pero, ¿por qué me lo decía? ¿Qué mas daba lo que pasase?
—Mira, es tu decisión ayudar a tus amigos a no caer bajo... Me imagino que te importan, ¿no?—.
—Claro que me importan... pero, ¿como podría impedir que ellos fueran?—. Contesté.
—Tú los conoces, averígualo. Yo ya cumplí con decírtelo así que me voy—. Dijo para comenzar a caminar hacia la puerta.
—¡Oye, oye! ¿Como les dire que no asistan a una fiesta a la cual les invito el chico por el cual Wall se muere?—. Pregunté a lo qué Alexander respondió sutilmente.
—No lo sé, son tus amigos después de todo. ¿No?—. Y salió mientras yo cerraba la puerta observando como poco a poco se alejaba.
¡AHHHHHHHHH! ¿Qué demonios? Ni siquiera me dijo cuándo va a ser la fiesta.
Saqué mi teléfono e inmediatamente busqué el nombre de Wall y marqué.
—Holi—. Respondió.
—¿Dónde están?
—En Marte, ¿pues tú dónde crees tonto? Obvio que en mi casa—. Dijo sarcásticamente.
—No bromees tonto, tenemos que hablar los tres inmediatamente.
—¿Estas ebrio? Relájate.
—Wall, en serio los necesito...
—Ash, ya vamos histérica—. Contestó y me colgó sin dejarme decirle algo más...
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P E C A D O R E S | BOYXBOY
RomanceDos historias totalmente diferentes, igualmente trágicas. En este mundo hay personas de todo tipo, desde las que tienen corazones tan puros que nunca deberían ser rotos, hasta quienes merecen que les rompan no solo el corazón sino la cara; personas...