Después de haber llamado a Wall esperé unos minutos a que llegaran ya que la casa de Wall no estaba muy lejos de la mía. No les mentiré paso una hora, UNA MALDITA HORA y ellos aún no se aparecían.
Me encontraba en total desesperación hasta que empecé a escuchar voces acercándose a la puerta así que corriendo fui a abrir para meterlos de un jalón.
—¡Ay Ryu! Sabes que no me gusta que me jalen—. Exclamó Irna.
—Lo siento, ¿por qué tardaron tanto?—. Dije con una ligera molestia.
—Wall pasó a comprar donas de chocolate y fresa...—. Respondió mirando a Wall con cierto odio.
—No me veas así, amo las donas. Pero como sea, ¿qué era tan importante? Que nosotros también tenemos que decirte algo—. Mencionó Wall a lo que le respondí
—Es más importante mi asunto, ¿de acuerdo? Ni siquiera se por donde empezar...—.
Me troné los dedos mientras nos dirigíamos al sofá para sentarnos, bueno, para que ellos se sentasen.
—Escúpelo, ¿qué es?—. Dijo Irna.
—Bien, lo qué pasa es que vino Alexander...—. Al oír de quien se trataba Wall cambió su postura mostrándose más interesado.
—El mencionó una fiesta la cual es organizada por Kevin y me advirtió que no fuéramos—. Wall abrió los ojos como platos e Irna se mostró confundida.
—QUÉ?—. Gritó Wall.
—Se que ustedes aman ir a fiestas pero en verdad siento que no debemos asistir, solo por esta vez—. Añadí.
—Por mí está bien, es decir, habrá más fiestas—. Contestó Irna comprensible.
—¿QUÉ?—. Volvió a gritar Wall —Ustedes no entienden lo que dicen, KEVIN nos invitó a una fiesta, KEVIN me gusta, y YO no voy a desaprovechar la situación así que iremos. Además, ¿por qué confías en Alexander? ¿por qué confiaríamos en el?—.
—Entonces confía en MI—. Contesté.
—Ehm... creo que Wall tiene razón, es decir, no confío en Kevin pero tampoco en Alexander. ¿Qué mas puede pasar Ryu? Confía en nosotros, nosotros siempre confiamos en ti—. Dijo Irna.
En verdad no me podía creer lo que estaba pasando, esos dos no entendían a los riesgos a los que se estaban enfrentando y ni yo tampoco.
Al final... no pude convencer que fueran, Wall me termino diciendo que el día de la fiesta era 26 de noviembre. Así que ese día me encontraba solo esperando a que diesen las 9:00 pm para pedirle a todos los santos que existiesen que por nada del mundo les pasase algo pero no me podía quedar sin hacer nada así que tome las primeras prendas que encontré y salí por la puerta de mi casa dirigiéndome hacia esa fiesta que ni sabía dónde rayos era pero de algo estaba seguro... la iba a encontrar.
—Diablos, ya me perdí...—. Dije para mi mismo. Me giré en varias direcciones hasta que pude empezar a escuchar música, me fui acercando cada vez más aunque estaba inseguro ya que podrían haber mil fiestas en esa misma noche por lo que sigilosamente me dirigía hacia una entrada para verificar si era la fiesta que buscaba.
Al acercarme sentí como me jalaban hacia el piso bruscamente, pensando que trataban de matarme empecé a dar patadas y gritar pero una mano me impedía abrir la boca.
—¡Ya cálmate! Soy yo, idiota—.
ESTÁS LEYENDO
P E C A D O R E S | BOYXBOY
RomanceDos historias totalmente diferentes, igualmente trágicas. En este mundo hay personas de todo tipo, desde las que tienen corazones tan puros que nunca deberían ser rotos, hasta quienes merecen que les rompan no solo el corazón sino la cara; personas...